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La PGJEM reitera sus conclusiones en página de Internet y video

Descartan sanciones por fallas en el caso Paulette

No había por qué buscar exhaustivamente en casa de la víctima, según el encargado de despacho

La familia Gebara exige dejar de lucrar

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Alfredo Castillo Cervantes (derecha), encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, acompañado por peritos, reiteró la versión oficial sobre la muerte de la niña Paulette Gebara Farah y anunció que en una página de Internet se responderán dudas sobre la investigación de este casoFoto MVT
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 1º de junio de 2010, p. 29

Toluca, Mex., 31 de mayo. ¿Qué mayor sanción podemos tener, que el costo político que ya hemos pagado?, preguntó este lunes el encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), Alfredo Castillo Cervantes, tras descartar que algún servidor público de esa dependencia vaya a ser castigado por los errores cometidos durante las pesquisas sobre la desaparición y muerte de la niña Paulette Gebara Farah.

Castillo Cervantes, responsable de la indagatoria, afirmó que lejos de buscar culpables debe privilegiarse la verdad, y aseguró que este asunto se resolvió sin proteger personas o intereses.

En todas las averiguaciones previas, justificó, siempre existen deficiencias o inconsistencias, pero éstas fueron más notorias por la apertura con que se manejó este asunto, aunque ninguno de estos errores cambió el curso de la investigación ni la conclusión final. Si acaso, estos errores generaron confusión.

La PGJEM convocó este lunes a conferencia de prensa para aclarar dudas y terminar con las suspicacias que provocó el dictamen, según el cual la menor falleció en su propia cama en forma accidental.

Durante más de una hora, el encargado de la PGJEM intentó convencer a periodistas de que la conclusión se basó en pruebas que realizaron la PGJEM e instituciones coadyuvantes. Presentó un video y recreaciones hechas por la dependencia e informó que se abrió la página de Internet www.transparenciapaulette.com.mx, donde habrá respuestas a las dudas que generó este caso.

Alfredo Castillo ratificó la tesis de que Paulette murió accidentalmente la noche del 21 de marzo, horas antes de que fuera reportada como desaparecida. Manifestó que la menor tenía capacidad motriz para desplazarse por la cama, hasta caer en un hueco de 14.9 centímetros entre el colchón y una estructura de madera ubicada al pie de su cama, y ahí quedó atorada.

El cadáver estuvo ahí nueve días porque nadie buscó en ese lugar, ni familiares, ni policías ni investigadores. “No hay protocolo en el mundo que indique que teníamos que hacer una búsqueda exhaustiva en este sitio, por más obvio que parezca, pero nosotros fuimos al departamento e iniciamos una investigación por secuestro y ni el protocolo de Scotland Yard o la FBI o la policía colombiana nos indica que teníamos que revisar ese lugar.”

Agregó que tampoco notaron el cuerpo las personas que durmieron en la recámara de Paulette, ni las nanas de ésta, porque en ese periodo no se hizo la cama y sólo se estiraban las cobijas. Si las nanas dijeron que tendieron la cama, dijo, no es más que una declaración. Nosotros tenemos elementos probatorios que demuestran lo contrario.

También reiteró que las sábanas, las cobijas y el edredón en que la niña quedó envuelta hicieron la función de un embalsamiento (sic) del cuerpo e impidieron que se propagara el olor del cadáver.

Cuestionado sobre la incredulidad de la opinión pública ante el dictamen, respondió: No hay absolutamente nada que esconder en este caso, ni una sola prueba que haya sido inducida o fabricada.

Castillo Cervantes ofreció una disculpa pública a la familia de Paulette por los daños y perjuicios que la institución pudiera haberle causado por fallas en las investigaciones.

El caso Paulette pasará a la historia como un caso atípico, pero sobre todo como una investigación donde la apertura, la transparencia y la verdad se antepusieron a la tentación de la salida fácil. Se optó por la justicia y la verdad, asumiendo el desgaste y el costo político, aseguró.

De su lado, la familia Gebara Rahal, a la que pertenece Mauricio, padre de Paulette, exigió en un comunicado a partidos políticos y medios de comunicación que dejen de lucrar con el caso.

“Durante más de dos meses, nuestra familia ha vivido el dolor indescriptible de perder a la pequeña Paulette. Y en medio de este sufrimiento también hemos padecido al ver, leer, escuchar cómo nuestros nombres han buscado (sic) ser desacreditados con rumores, mentiras, ‘hipótesis’ y falsedades, mismas que muy probablemente a quienes las han difundido se les olviden la próxima semana ante otro ‘caso’, y que sin embargo a nosotros nos han provocado daños irreversibles”, se acotó.

Con información de, Silvia Chávez, corresponsal