Opinión
Ver día anteriorLunes 21 de junio de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Astillero

¡Por Monsi, bohemios!

Documentar el pesimismo

Pudor en la farándula

Ciudadanos remisos

Clase Política

Fortalezas

Julio Hernández López
Miguel Ángel Rivera
Dinero

Obama demandará al gobierno de Arizona

Los negocios de Messi

Monsiváis: frase no mata ausencia

Desde el otro lado

Emergencia nacional: con el petróleo hasta el cuello

Enrique Galván Ochoa
Arturo Balderas Rodríguez
México SA

La Bicentenario, en el éter

CCE: un pretexto más

Calderón dice; Lula hace

Reporte Económico

La marcha de América Latina

Carlos Fernández-Vega
David Márquez Ayala
American curios

Se desvanece Petraeus

Opción nuclear para el Golfo de México

Centenaria

El Diario*

David Brooks
21 de junio de 1910
Aprender a Morir

¿Neofascismo o éxito?

Balance de la Jornada

Sin magia y sin campeón

Hernán González G.
Carlos Hernández
TOROS
¿La Fiesta en Paz?

Cardona Peña, taurófilo

Colombia: elección o mascarada
C

on una abstención de 56 por ciento del padrón electoral, en el contexto habitual de violencia –16 muertos reportados en la jornada– y con el antecedente de las denuncias de la compra masiva de votos por el gubernamental Partido de la U, el candidato oficialista Juan Manuel Santos obtuvo un aplastante triunfo anunciado sobre el aspirante del Partido Verde Antanas Mockus en la segunda vuelta de los comicios presidenciales, realizada ayer en Colombia: 69.05 por ciento frente al 27.52 de los sufragios emitidos.

Leonardo Páez
El Correo Ilustrado

Duelo de mexicanos en el exterior por la muerte de Monsiváis

S

oy un migrante mexicano que reside desde hace 15 años en Estados Unidos y deseo compartir el dolor que siento por la muerte de Carlos Monsiváis.

EL ADIÓS
¿Qué vamos a hacer sin ti, Monsi?
Foto
En el homenaje a Carlos Monsiváis en el Palacio de Bellas Artes, Elena Poniatowska rompió con el tenso silencio que desde las 10 de la mañana reinaba en el recinto Foto Carlos Cisneros
Elena Poniatowska
Carlos Monsiváis, una minoría inabarcable
A

l día siguiente de la pérdida del gran amigo e interlocutor que fue Carlos Monsiváis, queda entre sus amigos y familiares una mezcla extraña de desasosiego y orgullo. Desasosiego por no haber sabido tal vez calibrar enteramente la dimensión moral de un maestro y director de conciencias, y porque muchas de sus lecciones cayeron en el saco roto de esa desidia y pereza intelectual que sólo él sabía exponer y sacudir periódicamente. Como ninguno, Carlos enseñaba la urgencia de la indignación ante las injusticias sociales; como muy pocos, la necesidad también de poblar nuestras mañanas con materiales siempre renovados de emoción y asombro, ante una lectura, una película, una exposición o un concierto. Era un hombre cubierto todo él de hallazgos culturales que siempre comunicó con la misma voracidad y entusiasmo con que los descubría, al instante mismo en una llamada telefónica, desglosados después en un artículo o una reseña, ponderados críticamente en un ensayo. Ese pan nuestro de cada día, nadie lo dará ya hoy, al menos no con una generosidad parecida. En un medio político e intelectual marcado por el cinismo y la mentira, Monsiváis era también el último dique contra una mediocridad que hoy puede vanagloriarse de no tener ya vigía alguno ni censor que la señale. Al menos no de una talla parecida.

La mafia y 2012
E

stá circulando ya, desde que fue presentado por un grupo de académicos e intelectuales, un libro con un título larguísimo y una portada que yo no hubiera aconsejado, con un contenido, eso es lo que interesa, claro, oportuno y lleno de datos importantes para el cambio político que se avecina. Me refiero, como es evidente, a La mafia que se apoderó de México y el 2012, escrito por Andrés Manuel López Obrador.

Carlos Bonfil
Bernardo Bátiz V.
El mundo es redondo (pero sin Carlos Monsiváis)
A

hora no está ya Carlos presente, pero sí su ironía, su agudeza e inteligencia crítica, que nos acompañarán siempre y siempre nos harán falta. ¿Quién será ahora el cronista de la vida pública (y privada) de México? ¿Quién será el ácido narrador de la estupidez? Nadie, porque es imposible llenar esa función. En cierta manera, México se ha quedado en la orfandad, sin un guía intelectual del pensamiento laico, de la seriedad y de la liviandad. Ése fue Carlos Monsiváis, el Voltaire de nuestro tiempo y lugar. Se ha ido, es verdad, pero queda su obra, como el viernes se fue José Saramago y hace apenas unos días más Bolívar Echeverría, que tampoco están pero cuya obra permanece. Estamos de luto que también es un luto festivo por la fortuna de haber vivido en su(s) momento(s), la felicidad retrospectiva de haber gozado de su inteligencia y saber. Pero, ¿por qué se han ido como en parvada?

Olvidos en el vertido de BP en el Golfo de México
H

ace 15 años, el presidente William Clinton concedió un multimillonario préstamo de emergencia a México. No se destinó a mejorar el nivel de vida de nuestra población, sino a salvar a miles de inversionistas estadunidenses que habían depositado sus ahorros en el sistema financiero mexicano, entonces en grave crisis. Proporciones y circunstancias guardadas, eso hace ahora el primer ministro británico David Cameron al pedirle al presidente Barack Obama certidumbre en las medidas que éste ha tomado con el fin de asegurar que la British Petroleum pague los daños por el derrame de hidrocarburo que desde hace dos meses contamina las aguas del Golfo de México y deteriora la franja costera de Alabama, Misisipi, Florida y Luisiana.

Víctor Flores Olea
Iván Restrepo
Los energéticos en el mundo
R

especto de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), hoy por hoy, las más preocupantes de todas las que se producen en la combustión, o en la generación y el empleo de la energía eléctrica, bien sea procedente de fuentes nucleares o cualquiera de las que se están empleando en la actividad industrial, o en la vida privada, se espera un aumento considerable, en el futuro próximo. Por ello las investigaciones serias y más grandes, en los enormes laboratorios en cualquier parte del mundo, están enfocadas, si bien no de manera exclusiva, precisamente en el CO2. Por lo que respecta a la demanda nacional, no es verdaderamente importante en relación con lo que se produce y se consume en una comparación relativa. De todos, modos, se hace necesario seguir lo que se hace ahora para bajar las emisiones que propician el efecto invernadero en el mundo, pues sus consecuencias nos llegan a México muy directamente, y de alguna manera, contribuimos a los daños, en este caso, por omisión.

El nirvana global
S

abemos acerca de lo que pasa en la economía sólo en partes. El conocimiento es siempre una aproximación y, por ello, imperfecto, pero el grado de incertidumbre en las cosas económicas se ha ampliado en los dos últimos años y definen la situación actual.

Gonzalo Martínez Corbalá
León Bendesky
Fin de época
E

l calendario secreto del mundo es implacable. El solsticio de verano nos alcanza cada 365 días, no hay que ser chamán o astrónomo para saberlo. Pero esta vez se le percibe un latido distinto, en algo más que un sobresalto la taquicardia de las calles es casi audible. ¿Cómo, si somos tantos millones, sentimos que nos estamos quedando solos? ¿O es el sentimiento predecible en cualquier huérfano? A lo mejor es esta repentina orfandad común lo que nos reúne, como si estuviéramos atrapados en una canción de los Smiths: “If it’s not love/ then it’s the Bomb/ that will bring us together”.

TOROS
Carlos Monsiváis intuitivo
E

ntre gatos de todos colores se marchó Carlos Monsiváis encadenado al temblor de un ritmo que se le escapó. Se le escapaba en el juego de los orígenes. Otra forma de escritura intuitiva. Palabras que se deformaban y tendían a desaparecer, según el lugar que ocupaban en el escenario nacional que Carlos contemplaba desde otra galaxia con el sentido grande, el sino en la conciencia, la música en los nervios, la fiereza independiente. Un hasta aquí a lo rutinario, al método que castra, convirtiendo en arte sutil de capricho y libertad: la vida.

Hermann Bellinghausen
José Cueli