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Ver día anteriorLunes 21 de junio de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Desde el otro lado

Emergencia nacional: con el petróleo hasta el cuello

P

or ahora el tema del medio ambiente ha ganado la batalla a la crisis económica, el desempleo y las vicisitudes del plan de salud en los medios de comunicación de EU. Es significativo en un país donde el fantasma de la crisis económica no ha desaparecido, ronda el 10 por ciento de desempleo y está virtualmente dividido en torno a la forma de resolver el espinoso problema de la salud de millones de estadunidenses.

El derrame del petróleo en el Golfo de México ha cobrado estatus de emergencia nacional. Por ello, el presidente Obama se dirigió a sus conciudadanos para fijar la posición de su gobierno en torno a esta catástrofe ambiental. Reiteró la responsabilidad de la compañía petrolera British Petroleum (BP) en el siniestro ocurrido y consideró una negligencia criminal haber ignorado las advertencias sobre las deficiencias técnicas en el proceso de perforación del pozo. Prometió la ayuda necesaria e ilimitada para restaurar el ecosistema de la región y adelantó la iniciativa para la creación de una entidad independiente que sustituya al ineficiente y corrupto departamento de regulación de actividades relacionadas con la explotación de minerales. Confirmó la moratoria a la exploración de yacimientos en aguas profundas y, como colofón, se refirió a la urgencia de rescatar el siempre pospuesto proyecto para sustituir la dependencia de minerales fósiles por energía limpia y renovable. Intentó de esta forma salir al paso a la ola de críticas que desde diversos sectores se ha hecho al gobierno por la lentitud y descoordinación en la respuesta al siniestro.

Después de una reunión con el presidente de BP, el presidente Obama anunció haber llegado a un acuerdo mediante el cual esa corporación reservará 2 mil millones de dólares para pagar por los daños causados por el derrame y 100 millones más para cubrir los salarios de los trabajadores que han quedado desempleados por la paralización de las labores en las plataformas de exploración y explotación en el mar como resultado de la moratoria que él decretó. Además, el presidente de BP pidió una disculpa al pueblo de EU por la gravedad de los daños causados al medio ambiente y a la economía de la región, y agregó que se pospondrá la entrega de dividendos a los accionistas hasta el próximo año. Se despejan así las dudas sobre la obligación de la BP de pagar por los daños causados al medio ambiente y a la economía.

Para Obama, este acuerdo representa ganar una batalla que él no inició, pero que sus rivales políticos tratan de utilizar para debilitar su liderazgo. Por añadidura, le permite dar un gran paso en su propuesta de reforma al medio ambiente. Lo insólito es que todavía hay en el Congreso de EU quienes insisten en que la perforación en aguas profundas no implica ningún riesgo para el medio ambiente y que, además, se nieguen a aprobar una regulación más estricta a la industria petrolera.