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El equipo campeón de 2006 cierra su pésima actuación; queda en último lugar de su grupo

Terremoto mundialista: Italia fue eliminada por Eslovaquia

El defensa Skrtel rechazó el esférico sobre la línea de gol

Congela a los tifosi un fuera de lugar en disparo de Quagliarella

En la compensación Pepe estuvo cerca del empate y el boleto

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Con tiro bombeado Fabio Quagliarella (18) anota el segundo gol italianoFoto Ap
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Robert Vittek (11) tira para anotar el segundo gol de Eslovaquia ante el inútil esfuerzo del portero Federico MarchettiFoto Ap
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El italiano Antonio di Natale (10) vence al portero Jan MuchaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 25 de junio de 2010, p. 2

Johannesburgo, 24 de junio. El Mundial vivió un terremoto con la sorpresiva eliminación del campeón Italia, que cayó 2-3 ante Eslovaquia y cerró la peor actuación de su historia, porque nunca antes había terminado último en su grupo en la primera fase de una Copa.

Italia demostró que cuatro años pueden ser una eternidad: la orgullosa y combativa azzurra, campeona en Alemania 2006, se despidió de Sudáfrica con una actuación abúlica y una tardía, aunque emotiva, reacción final.

Eslovaquia se impuso con goles de Robert Vittek a los minutos 25 y 73 y Kamil Kopúnek a los 89. Antonio Di Natale descontó a los 81 y Fabio Quagliarella regresó las esperanzas al 92.

Eslovaquia, que hace su debut en una Copa del Mundo, firmó una página dorada al conseguir su primer triunfo, tumbar a un gigante y avanzar a octavos, donde enfrentará a Holanda.

Hasta hoy, la lista de defensores del título eliminados en la primera ronda incluye a Italia en Brasil 50, Brasil en Inglaterra 66 y Francia en Corea del Sur-Japón 2002. Ahora se suma por segunda vez la azzurra, en un viaje desde la gloria de Alemania 2006 al fracaso absoluto en Sudáfrica 2010 tras dos empates y una derrota.

El primer tiempo mostró una Italia indigna de sus genes, casi desinteresada por lo que pasaba en la cancha y lo que estaba en juego.

Tan poco hizo en ese lapso, que su posibilidad de gol más clara llegó por un error del central eslovaco Skrtel a los 40 minutos. El hombre del Liverpool quiso despejar y casi mete el Jabulani en el arco de Mucha, quien lo palmeó tranquilizándolo.

Antes y después Italia fue la nada.

Marcello Lippi puso hoy, teóricamente, su equipo más ofensivo, pero el trío Di Natale-Pepe-Iaquinta no pareció haber llegado nunca al césped. Los 54 mil 412 espectadores no se enteraron de su existencia.

Eslovaquia, cuyos 11 integrantes comenzaron el partido con un abrazo general, jugó como un equipo. Ninguno deslumbró, pero fue un conjunto atento en el mediocampo para robar balones y rápido para subir por los costados y herir la defensa italiana.

Los eslovacos tuvieron cinco posibilidades claras en ese periodo. De haber sabido controlar el balón tras quedar solo frente a Marchetti gracias a una defensa dormida, Hamsik habría anotado apenas al minuto 5.

El gol llegaría 20 minutos más tarde. Vittek recibió de Kucka una pelota entregada al rival por De Rossi en la salida. Entrando al área, casi cayéndose, el gigante del Ankaragucu turco definió junto al palo haciendo inútil la estirada de Marchetti.

El lesionado Buffon, pálido, abría incrédulo los ojos en el banco.

Italia volvió en el complemento con intenciones de dar vuelta la historia. Lippi sustituyó al lateral izquierdo Criscito y al mediocampista Gattuso. En su lugar entraron Maggio, como lateral derecho con proyección, y Quagliarella, delantero del Nápoles.

Un mediapunta y tres delanteros. ¿Alcanzaría? Por si había dudas, Lippi sacó a Montolivo e hizo entrar a un Pirlo que arrastraba lesión muscular, pero con su sola presencia despertó a la hinchada italiana, que ahora sí creía posible ver reaccionar a la nazionale.

Fue sin embargo Quagliarella, que a sus 27 años reboza ambición, el que revolucionó el ataque y el ánimo italianos. A los 67 rozó el gol con un derechazo de media vuelta que encontró providencialmente a Skrtel bajo los palos para despejar el balón al parecer justo sobre la línea.

Tras un tiro de esquina rechazado por la defensa italiana Hamsik habilitó desde la derecha a Vittek al área chica. El goleador no dudó, se anticipó a Chiellini y puso el 2-0 a los 73.

Italia reaccionó con su mejor jugada del partido, una doble pared que que definió Di Natale al 81. Quagliarella se trenzó dentro de la portería en una trifulca con Mucha en una disputa por el balón que terminó en amarilla para el arquero.

Final de infarto

Quagliarella volvió a explotar enseguida al mandar el esférico a las redes, pero el abanderado tuvo razón: el empate que celebraban los tifosi no contaba, había sido en fuera de lugar.

La puntilla llegó mediante Kopúnek, delantero del Spartak Trnava de Eslovaquia, quien picó veloz ante un balón en profundidad para levantarlo sobre el atribulado Marchetti a los 89.

Quagliarella, volcánico como su Nápoles, marcó un golazo para recuperar los sueños italianos ya en tiempo de compensación e Italia todavía tuvo tiempo para una última ilusión, pero Pepe vio pasar la pelota del empate y clasificación a centímetros de sus botines.

No hubo tiempo para más. Eslovaquia estalló de alegría, Chiellini y Quagliarella, en llanto. Era el final. Addio, Italia.