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El Despertar

Pre Monsiváis, pos Monsiváis

M

onsiváis criticó chocarrero, las biografías tienen límites atroces: del nacimiento a la muerte. Muerto el personaje se acabó la crónica (Días de guardar, 1970). Esto va contra la religión y el discurso oficial (porque no ha muerto… vive en nuestros corazones, etcétera) y contra el sentido común. La biografía de Monsiváis antes de su nacimiento permite entender a este personaje singular. Habría que seguirle la pista después de su fallecimiento.

Monsiváis antes Monsiváis. Nadie nace con una mano adelante y otra atrás. Todos tenemos un acervo que dilapidar.

Monsi (1938-2010) sufrió, como su generación, varias influencias simultáneas sin acabar de asimilar ninguna de ellas. El cardenismo y la reacción en su contra, la dicotomía entre la retórica de la revolución y la realidad conservadora; la influencia estadunidense avasalladora; las ideologías totalitarias: el estalinismo, el nazismo, el fascismo; la Segunda Guerra Mundial y su desenlace; soterrada, profunda, la tradición liberal. Monsiváis fue un joven comunista pero maduro rompió con el castrismo y se inclinó por el rescate de lo mejor del liberalismo del siglo XIX. En su funeral cantaron La paloma y no La Internacional. Él tenía sus propios karmas: mestizo y pobre en una elite intelectual de criollos; protestante en un país católico; habitante de barrio, lejano de los habitáculos de sus pares.

Monsiváis después de Monsiváis. CM tendrá vida intensa en el primer año después de su fallecimiento. La lectura y venta de sus obras aumentará como espuma. Como dice Carlos Fuentes, las obras (incluyendo los videos) hacen inmortales a los escritores. Y la leyenda: Monsiváis es muy popular, aunque sus libros estén escritos en un estilo barroco y culterano. El habitar con la gente común, coincidir con sus causas y regocijos, le ha dado un lugar privilegiado. Y el oficialismo: habrá calles Monsiváis, parques y plazas, y hasta una estatua ecuestre.

En 2025, a los 15 años de su muerte, muchos de su generación habremos desaparecido. Otras generaciones nos estarán sustituyendo. Si la democracia echa raíces en México, CM se volverá un precursor. Hay algo que hará perenne a Monsi: su actitud. Su dura voluntad de desafiar a los poderosos, ridiculizarlos, ponerlos en su lugar, no depender de ellos ni de sus nóminas. El caso Monsiváis se ajusta a lo que dijo Julio Torri: toda la historia de la vida de un hombre está en su actitud.