Islamabad, 10 de julio. Al menos 102 personas murieron en el atentado suicida perpetrado el viernes en la aldea de Yakaghund, distrito tribal de Mohmand, noroeste de Pakistán, a poca distancia de la frontera con Afganistán, que es considerado uno de los bastiones de los talibanes.

El ataque, que destruyó varios edificios gubernamentales y comercios en el poblado de Yakaghund, fue reivindicado por el Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP), grupo rebelde aliado de Al Qaeda y principal actor de la ola de atentados que sufre Pakistán desde hace tres años.

El jefe de la administración local, Rasool Khan, dijo temer que el balance aumente, pues los habitantes seguían buscando entre los restos.

Otro responsable local, Mairaj Mohamed, confirmó el balance y precisó que aún hay 98 heridos en varios hospitales. El viernes, las autoridades habían informado que la cifra de víctimas mortales era de 65.

Este atentado es el más letal en Pakistán desde el ataque con un coche bomba que mató al menos a 125 personas a finales de octubre de 2009 en un mercado de Peshawar, la gran ciudad del noroeste paquistaní.

El sábado por la mañana, Yakaghund estaba conmocionado a la hora del duelo. Los cadáveres, envueltos en sábanas blancas, fueron reunidos en un terreno para las oraciones fúnebres, mientras más de mil personas se congregaron en el cementerio vecino, donde los empleados cavaban nuevas tumbas.

El suicida, a bordo de una motocicleta, hizo estallar su bomba frente al portal de una casa que funcionaba como oficina de la administración local y estaba rodeada de numerosos comercios.

Mohmand es uno de los siete distritos tribales paquistaníes semiautónomos, fronterizos con Afganistán y donde la autoridad sigue siendo limitada.

Plazas fuertes del TTP, dichas zonas están consideradas como el principal santuario de Al Qaeda en el mundo y base de retaguardia de los talibanes afganos.

El TTP, que se declaró aliado de Al Qaeda, es, junto con otros grupos vinculados, el principal responsable de unos 400 atentados que han dejado casi 3 mil 500 muertos en todo el país en los últimos tres años.