Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 11 de julio de 2010 Num: 801

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

El águila y el escorpión
AUGUSTO ISLA

Dos estampas
MAURICIO QUINTERO

De princesas promiscuas
y malhabladas

ADRIANA DEL MORAL

Un intercambio con
Alejandro Aura

JULIO TRUJILLO

“Vivir no fue cumplir un requisito”
EDUARDO VÁZQUEZ MARTÍN

Kapuscinski con un fusil
al hombro

MACIEK WISNIEWSKI

Agua estancada déjala correr
RAÚL OLVERA MIJARES entrevista con MARYSOLE WÖNER BAZ

Leer

Columnas:
Señales en el camino
MARCO ANTONIO CAMPOS

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
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Manuel Stephens

Movimiento en la básica

El acceso a las artes es un privilegio de los menos. Basta con ver la manera en que geográficamente se generan y exponen las expresiones artísticas en el Distrito Federal y en los estados para darse cuenta de que las artes son extrañas a la mayoría de la población. En el DF, por ejemplo, la enseñanza y práctica de las artes escénicas está concentrada en el área sur, mientras que en el resto de su territorio la práctica de este tipo de actividades está sumamente restringida.

En el sistema de educación básica mexicana, las expresiones artísticas, paulatinamente y cada vez con más flagrancia, han quedando fuera de los programas de estudio. Lo anterior responde a que las sociedades globalizadas privilegian los fines económicos; la educación se “diseña” actualmente en términos de oferta y consumo, por lo cual la educación artística significaría un mero “adorno” del sistema escolar, como señala Juan Carlos Arañó de la Universidad de Sevilla.

La ciencia y la tecnología son vistas como áreas de conocimiento superiores y opuestas a las ciencias sociales y las humanidades, que son vistas como “ornamentales”. Ante la inclinación de un jovencito por dedicarse al arte, y a pesar de que los padres lo hayan estimulado en este sentido, se le restringe y la pregunta primera es “¿de qué vas a vivir?”

Es una situación de todos los días la que viven los bailarines, quienes tras responder a la pregunta “¿a qué te dedicas?”, sus interlocutores cuestionen “¿y en qué trabajas?” o “¿de qué vives?”

Para artistas e intelectuales es más que evidente que el pensamiento y el arte no pueden ser medidos por su capacidad para generar dinero, pues su naturaleza es otra, pero en el imaginario colectivo, el arte, como asienta Arañó, “toma la acepción de todo saber no metódico, poco riguroso, opuesto a ciencia y que para ejercitarlo se necesitan más cualidades o talento que capacidad intelectual” y –completamos la idea con Lourdes Palacios, adscrita a la Universidad Autónoma Metropolitana– de que se piensa que “no es un bien redituable, es más bien una actividad concebida para diletantes, sin valor productivo y de la cual podríamos prescindir”.

Sin embargo, las artes son formas complejas de pensamiento –cognitivas– y de subjetivación, sistemas de conocimiento que nos marcan individualmente en la simbolización del mundo y sin las cuales la experiencia se ve mermada en consideración. “El arte, al igual que la ciencia –nos dice Palacios, siguiendo a Galvano della Volpe–, posee racionalidad y discursividad, son lenguajes o sistemas de signos en los que se exterioriza el pensamiento.”

ConArte es una asociación que se dedica a la transformación de la educación pública a través del arte. Lo inédito de su propuesta es que la danza sea su punto focal. El cuerpo y el movimiento siempre han sido desdeñados; sin embargo, ConArte apuesta por la expresión corporal, por la danza, como vías de conocimiento del mundo.

Teniendo como referente y apoyo el trabajo de Jacques d’Amboise, director del National Dance Institute en EU, bailarín para quien George Balanchine creó numerosas obras y quien desde finales de los años sesenta empezó a dar clases a niños y jóvenes advirtiendo la capacidad de la danza de transformar su realidad, tras cuatro años de trabajo ConArte presentó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris la temporada resultado de su programa Aprender con danza, la secuencia Estafeta de la historia 2010, en la cual los alumnos reflexionan y exponen su pensar y sentir sobre acontecimientos históricos que van de la Independencia a la Revolución, y nos hablan del México actual.

 “El Sistema Educativo Mexicano –nos advierten– desplazó hace varias décadas [la formación artística]. Mientras que en otros países el avance de la educación artística es prioridad para el cambio educativo, en México se dan los primeros pasos para darle relevancia y una orientación pertinente.”

El arte no es inútil como se desprende de una visión positivista-neoliberal de las disciplinas humanísticas. En el Encuentro Interescolar Aprender con Danza/La estafeta de la historia 2010, fue evidente cómo el conocimiento a través del cuerpo coadyuva en la disminución de la violencia entre grupos vulnerables, como lo hicieron explícito los testimonios de los propios alumnos que hablan de la armonía con el medio que les da el uso de su cuerpo mediante reglas elementales de la danza.

¿Tengo un cuerpo o soy mi cuerpo? Esa es la cuestión, y en la educación básica tiene que ser, igualmente, algo básico.