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Bajo la Lupa

Guerra de las calificadoras: China degrada a EU

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El presidente chino, Hu Jintao, durante los trabajos de la cumbre del G-20 en Toronto, Canadá, el 27 de junio pasadoFoto Ap
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omenzó la guerra de las calificadoras entre China y Estados Unidos (EU), al unísono de la guerra de las divisas.

La calificadora china Dagong International Credit Rating (DICR) sentenció que EU constituía un riesgo crediticio peor que China (Joe McDonald, Ap 11/7/10).

DICR rompe así brutalmente con el oligopolio de la tríada de las descalificadas e incalificables calificadoras anglosajonas Moody’s, Standard &Poor’s y Fitch, la cuales en forma hilarante aseveran que la deuda del gobierno estadounidense es la más segura del mundo. ¡Ja, ja, ja!

DICR calificó a EU muy por debajo de China y de otros 11 países (como Suiza y Australia), debido a su elevada deuda y su lento crecimiento, y advirtió que EU se encuentra entre los países que podrían enfrentar mayores costos crecientes de empréstitos y riesgos de quiebra.

Sucede que China ya le perdió el respeto, que por cierto nunca le tuvo, a las desprestigiadas calificadoras anglosajonas cuando el demoledor descrédito propinado a EU por DICR aparece en medio de las quejas chinas de que la triada de calificadoras anglosajonas no le han otorgado a China el amplio crédito que se merece.

Durante la reciente cumbre del G-20 en Toronto, el presidente chino, Hu Jintao, exigió la creación de un sistema de calificación más preciso y justo, a la par de Alemania, que ha criticado acerbamente a las descalificadas calificadoras anglosajonas, a grado tal que el Banco Central Europeo ha puesto en la picota a la tripleta de Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch –quienes selectivamente han degradado a Grecia– y ha reclamado la creación de una agencia calificadora propiamente europea.

Guan Jianzhong, director de DICR, arremetió contra las calificadoras anglosajonas, a quienes culpó de la crisis global y de los sufrimientos de la deuda europea al desinformar con su tasación crediticia.

McDonald, de Ap, pone de relieve la solicitud de Pekín para que Washington cese de dañar el valor del dólar o las tenencias de China.

Entonces, ¿EU devalúa deliberadamente su divisa para pagar al mínimo valor sus colosales adeudos contraídos con el exterior?

El reporte de DICR cubrió 50 gobiernos y calificó a las economías emergentes, como Indonesia y Brasil (debido a su alto crecimiento), con mejor puntuación que las que otorgan las descalificadas e incalificables calificadoras anglosajonas.

Con mayor realismo, DICR calificó pésimamente a EU y a Gran Bretaña (GB), debido a que tendrían severas dificultades para conseguir dinero como consecuencia de sus riesgos fiscales a punto de salirse de control.

A propósito, nada menos que el editor de economía del periódico británico The Independent, Sean O’Grady (14/7/10), desmonta toda la mendacidad de la deuda británica que ascendería a casi cuatro veces más de la previamente reconocida por el gobierno, es decir, unos 6 millones de millones (trillones en anglosajón) de dólares.

DICR anhela romper el monopolio de la tríada de descalificadas e incalificables calificadoras anglosajonas, cuya reputación dejó mucho que desear después de haberle concedido altas calificaciones a las inversiones hipotecarias que padecieron el colapso de viviendas de EU en 2007.

Bloomberg/BusinessWeek (12/7/10) señala que DICR otorgó a su propio gobierno una mejor calificación de deuda que a EU, GB y Japón, debido a la profundización de los déficit en Occidente.

Guan consideró que el reporte de DICR marca un nuevo comienzo para reformar el irracional (¡supersic!) sistema calificador internacional y fustigó que la razón esencial de la crisis financiera global y la crisis griega es que el presente sistema de calificación internacional no puede reflejar verdaderamente la habilidad de pago de la deuda.

Tras recibir una severa reprimenda (debido a su perfidia desinformativa) de parte del solvente blog Jesse’s Café Américain (12/7/10), el reportero Jamil Anderlini, de The Financial Times (21/7/10) –portavoz del neoliberalismo global y del cártel bancario anglosajón– concede inesperado juego a las perturbadoras opiniones de Guan, quien fustigó a las calificadoras anglosajonas de haber causado la crisis financiera global, por lo que el mayor país acreedor mundial, China, debería tener mayor influencia en expresar cómo los gobiernos y sus deudas son calificadas.

Guan fulminó que las agencias calificadoras occidentales están politizadas, son altamente ideológicas, y no se adhieren a parámetros objetivos. Criticó la práctica del bazar de las calificaciones por las empresas que ofrecen sus negocios a la agencia calificadora que le otorga las mejores puntuaciones: La crisis financiera fue causada debido a que las agencias calificadoras no mostraron adecuadamente los riesgos y esto llevó al borde del colapso al entero (sic) sistema financiero estadunidense, causando inmenso daño a EU y a sus intereses estratégicos.

Anderlini admite que entre un amplio sector de los inversionistas prevalece el punto de vista de que las calificadoras serían incapaces de descalificar por debajo de su elevada clasificación a países como EU y GB, debido a la gran presión política que sufrirían. Entonces, ¿están cargados los dados y los dedos?

Baste recordar la colusión entre las calificadoras y el establishment estadunidense al más alto nivel, como sucedió con la gestión de John Dimitri Negroponte (el zar del espionaje estadunidense en la aciaga era bushiana), quien en un momento dado controló a Standard & Poor’s.

Guan publicita que DICR ostenta una metodología que ha desarrollado en los recientes cinco años y que refleja una evaluación más objetiva de la posición fiscal de los gobiernos, su habilidad para gobernar, el poder económico, las reservas foráneas, la carga de la deuda y la habilidad para crear riqueza futura. Entonces, a nuestro juicio, el ranking (aún degradado) que le concedió a EU y a GB ha sido excesivamente generoso.

Guan aduce en forma temeraria, pero no sin sustento, que EU es insolvente (¡supersic!) y enfrenta la quiebra (¡supersic!) como un país meramente deudor cuando las calificadoras occidentales todavía le conceden elevadas calificaciones, mientras el inmenso gasto militar de EU actualmente no es creado por ellos, sino que proviene de dinero prestado, lo cual no es sostenible.

Finalmente Jamil Anderlini señala que un editoral salvajemente (sic) entusiasta de Xinhua, agencia noticiosa oficial china, alaba el reporte de DICR al decir que es un paso significativo para romper el monopolio de las agencias calificadoras occidentales de las que China ha sido víctima durante largo tiempo. ¿Sólo China?

El editorial de Xinhua aduce persuasivamente que “comparado con la conquista del mundo por EU mediante el uso de la fuerza, Moody’s ha controlado el mundo con su dominio de las calificaciones de crédito”.

No es por nada, pero Bajo la Lupa desde hace 10 años pregunta(ba) que ¿quién califica(ba) a las calificadoras anglosajonas?, a quienes urge quitar su nocivo oligopolio.