Sociedad y Justicia
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Consiguen empleos precarios, inestables y condiciones adversas en sus labores

Jóvenes sin estudios trabajan más y ganan menos: INEE

Se registra mayor ocupación entre quienes no tienen primaria y secundaria, según un reporte del organismo

Los ingresos de quienes completan su bachillerato son hasta 80% superiores

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Trabajos precarios e inestables son la principal oferta para niños y jóvenes con reducida escolaridad. Imagen captada en la Glorieta de InsurgentesFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de julio de 2010, p. 29

Los jóvenes que no logran terminar su educación básica no sólo enfrentan condiciones de trabajo adversas, como empleos precarios y bajos salarios, también realizan jornadas laborales más extensas y tienen menos posibi- lidades de lograr estabilidad en una ocupación, advierte el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

De acuerdo con los resultados del Panorama Educativo de México 2009, los hombres de 16 a 19 años que no han concluido su primaria y secundaria laboran cinco horas más semanalmente que sus pares que al menos cuentan con la formación básica, mientras que en el rango de 20 a 24 años de edad, trabajan seis horas más que aquellos que cuentan con bachillerato o licenciatura.

En un análisis de la tasa de ocupación juvenil por nivel de escolaridad, destaca que quienes no han podido cumplir totalmente con su derecho a la educación básica obligatoria, son los que combinan las mayores tasas de ocupación con las más extensas jornadas laborales, los empleos menos estables y los más bajos salarios.

De acuerdo con los resultados, los menores de 19 años sin estudios tienen una tasa de ocupación 13 por ciento mayor, en comparación a quienes sí finalizaron su primaria y secundaria.

En el grupo de 20 a 24 años, se identificó un aumento de 7 por ciento en la contratación de quienes no tienen estudios de secundaria, respecto a aquellos que concluyeron su formación académica.

Pese a que se detectó mayor ocupación entre quienes tienen menos escolaridad, al ir incrementándose el número de años educativos, también desciende el número de horas laboradas y aumenta el salario.

El INEE subraya que en cuanto a la estabilidad en el empleo, los jóvenes de 16 a 19 años que concluyeron su educación básica tienen, en promedio, 11 por ciento más posibilidades de seguridad en la fuente de trabajo, que aquellos de sus pares sin primaria, mientras que las mujeres de 20 a 24 años que egresaron de secundaria tienen 21 por ciento más oportunidades de acceder a un empleo de base, que aquellas que no tienen este nivel. En los varones alcanza 14.5 por ciento.

A medida que se asciende en la escolaridada, revela el documento, las mejoras en la seguridad contractual son similares para hombres y mujeres, aunque estas últimas suelen tener más estabilidad en el empleo. En cuanto al ingreso salarial, revela que los jóvenes tienden a acceder a trabajos que ofrecen mayor seguridad en el ingreso a medida que sus logros educativos son mayores.

De esta forma, explica el informe, el grupo de 16 a 19 años sin estudios, recibe un ingreso 14 por ciento inferior a quienes sí concluyeron su primaria y secundaria. Los jóvenes de 20 a 24 años que no han cubierto la formación básica tienen salarios 10 por ciento menores a los de sus pares con secundaria concluida, pero si logran completar su bachillerato o licenciatura, sus ingresos son 38 por ciento mayores, en comparación con quienes no lo han hecho.

El INEE destacó que de acuerdo con cálculos basados en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2007, el salario promedio del grupo de 16 a 19 años significa entre 42.2 y 44 por ciento del ingreso salarial de sus hogares, mientras que entre los jóvenes de 20 a 24 años, representa entre 54.9 y 56.4 por ciento.