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El recinto aloja un acervo de 5 mil libros que rescató la artista Carmen Parra

Está lista la biblioteca Esto es Gallo, de Alberto Gironella

Es el resultado de 10 años de vía crucis para su hijo Emilio y la pintora

Ya lo salvamos del naufragio, ahora vamos a ver qué ruta le damos

Mañana se presentará en un acto oficial

 
Periódico La Jornada
Lunes 26 de julio de 2010, p. 8

La biblioteca Esto es Gallo, del pintor Alberto Gironella (1929-1999), ubicada en El Aire Centro de Arte, Reforma 17, colonia Tizapán, será presentada este martes 27, a las 18:30 horas, en un acto encabezado por Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Instalada en un pequeño edificio construido específicamente para ese fin, fue posible catalogar los cerca de 5 mil libros de literatura y artes plásticas, en varios idiomas, gracias a tres becas de coinversión otorgadas por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca). Aunque se trata de un sueño hecho realidad para los artistas Emiliano Gironella, hijo de don Alberto, y su madre, Carmen Parra, de ninguna manera pretenden ser los dueños de su memoria, ya que no somos una institución. Así que aún esperan encontrarle un mejor destino al acervo.

Al fallecer el 2 de agosto de hace casi 11 años, don Alberto dejó su casa en Valle de Bravo, estado de México, con todos sus objetos. También dejó estipulado en su testamento la creación de un fideicomiso para salvaguardar y administrar su obra y convertir su hogar, donde vivió los últimos 27 años, en museo, biblioteca, archivo y lugar de promoción cultural de la entidad. Nunca se pudo crear el fideicomiso ni el museo.

Conservar la herencia de Gironella se convirtió en un via crucis para la familia. Ante la imposibilidad de contar con apoyo oficial, los libros en específico empezaron a pudrirse. La pintora Carmen Parra, que ya no estaba casada con el artista, puso dinero de su bolsillo para empacar la biblioteca en cajas, una vez fumigada. Para su traslado a la ciudad de México se contó con el apoyo de Walter Boesterly, entonces responsable del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Una vez acá hubo que darles un contenedor, de modo que se construyó el edificio de dos pisos en el predio de El Aire Centro de Arte, y se mandaron a hacer los libreros que cuentan con cierta ventilación para que los volúmenes no se humedezcan. Cabe mencionar que el valor de la biblioteca, aparte de que perteneció a Gironella, también reside en el hecho que el artista tenía la costumbre de intervenir los libros, al subrayarlos, escribir comentarios, guardar recortes periodísticos, etcétera.

Foto
Alberto Gironella dejó estipulado en su testamento la creación de un fideicomiso para salvaguardar su obra y convertir su hogar en museo, biblioteca, archivo y lugar de promoción cultural del estado de México. Nunca se realizó ninguno de los proyectos. En la imagen, el artista en su casa de Valle de Bravo, en octubre de 1993Foto Archivo

De allí que la biblioteca resulta una rica veta para estudiar su obra plástica. “Alberto es un pintor literario –expresa Parra–. Seguramente en su delirio pensó que alguien volvería a leer los libros y encontraría sus textos subrayados para conducirlo por el laberinto de su propia obra”.

Documento de familia

Para que una biblioteca exista tiene que estar catalogada, acota la entrevistada. Gracias a la paciencia de la promotora cultural Mayra Nakatani fue posible contar con las becas del Fonca. En la medida que para catalogar (en el proyecto trabaja Elizabeth Caracheo) se utilizó el Sistema Integral de Automatización de Bibliotecas de la Universidad de Colima, la Esto es Gallo forma parte del Sistema Nacional de Bibliotecas. También se catalogó el archivo del artista, que en gran parte obedece al periodo en que estuvo casado con Parra, ya que mi mamá sí organizaba las cosas, apunta Emiliano.

La biblioteca, no obstante, ha cobrado un segundo aspecto porque se le han sumado los acervos personales de Carmen Parra y Emiliano, para un total de alrededor de 8 mil volúmenes. De allí que la biblioteca bien podría volverse un documento de una familia en el arte o apegarse a lo que dejó Gironella y encontrarle un destino, señala Emiliano.

Ya la salvamos del naufragio, ahora vamos a ver qué ruta le damos, explica Parra, a lo que Emiliano agrega: Somos artistas, ésta fue una responsabilidad histórica que le cayó a mi mamá en medio de ciertas conyunturas políticas, por lo que nadie quiso apropiarse el proyecto. Fue un proceso desgastante de una década.

La bibioteca Esto es Gallo funcionará como archivo restringido.