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Las piezas de Urbe entelequia se ven en 3D y además se escuchan

Con elementos lúdicos, Fernando Silva acerca su obra al espectador
 
Periódico La Jornada
Lunes 26 de julio de 2010, p. 9

Competir por la atención de las jóvenes generaciones, rodeadas de un rico entorno visual, no es tarea fácil. El pintor abstracto Fernando Silva (DF, 1964) lo hace al proveer su obra de elementos lúdicos que acercan a los públicos, como jugar con la tercera dimensión o acompañar sus cuadros con un par de audífonos para ambientarse con los murmullos grabados de la ciudad.

La serie más reciente de Silva, Urbe entelequia, exposición preparada para la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, en Cuernavaca, pretende capturar la vorágine de urbes como Nueva York o el Distrito Federal, cuyos sonidos, arquitectura, habitantes, luces, reflejos, te tragan, te absorben.

Para el artista y editor, el elemento lúdico permite a los sentidos entender el trabajo desde otra perspectiva, porque “estoy convencido en términos de mi trabajo, y lo apoyo, de que los ojos no ven, al igual que los oídos no son los que escuchan. Quien procesa realmente la información es el cerebro. Realmente me importa el elemento lúdico, porque la distancia que tiene el público con las piezas me resulta incómodo.

“Las personas se acercan a los cuadros con cierto recelo, no tienen un diálogo tan cercano. Me parece que esa parte de capacidad de sorpresa se ha extraviado un poco en muchas pinturas, sobre todo cuando son temas abstractos. La gente se identifica con bastante facilidad cuando son paisajes, bodegones, desnudos o retratos. Pero todo lo que tiene que ver con líneas, colores y planos, es aparentemente frío, de repente el espectador pregunta: ‘¿qué me dice?’”

Con los lentes para 3D, el espectador descubre que la pieza tiene otro discurso, otra forma de verse, es decir, en diferentes planos. Para lograr las transparencias, Silva emplea una técnica antigua a partir de veladuras: Se trabajaba con pigmentos muy delgados, suaves, sutiles, para lograr volúmenes. Con esa técnica, como es óleo, hay que esperar que seque para aplicar la siguiente capa. Entonces, cada cuadro lleva por lo menos de 30 a 40 capas diferentes.

El artista ha expuesto Urbe entelequia en Nueva York (Jadite Galleries), donde le ha llamado la atención ver que como mexicano podemos hacer cosas que sorprenden en ámbitos que a veces uno piensa que de ahí, del extranjero, llegan proyectos de otra magnitud. En México tenemos capacidades y lenguaje; hay que apostar por proyectos de competencia a escala internacional.

La muestra de Cuernavaca, donde reside desde hace tiempo, también incluirá tres pinturas de su nueva serie titulada Cosmometría, que deja atrás las ciudades en pro del cosmos. El elemento geométrico, acota, es porque también en ese orden universal hay siempre todo un ejercicio de la armonía.