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Más eficaz que las inyecciones, tiene el potencial de revolucionar la forma de inocular: experto

Desarrollan prometedor parche con vacuna contra la influenza

Se arma con agujas microscópicas, hechas de plástico biodegradable, que rascan sin dolor la superficie de la piel y se disuelven sin dejar huella luego de descargar su contenido, explican

The Independent
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de julio de 2010, p. 2

Un método revolucionario de vacunación contra enfermedades infecciosas fue inventado por científicos, al desarrollar un parche en la piel que contiene una vacuna contra la influenza.

El parche, que elimina las agujas y jeringas, podría transformar la batalla contra pandemias futuras al inocular a pacientes con vacunas que se podrían enviar por correo y administrarse en casa por personas sin experiencia médica.

En el mundo en desarrollo, estos parches podrían eliminar la necesidad de costosa infraestructura médica y campañas de inoculación, las cuales requieren de personal capacitado para aplicar vacunas, así como costoso equipo de almacenamiento. También evitarían los riesgos de las agujas sucias.

El parche se arma con agujas microscópicas, hechas de plástico biodegradable, que rascan sin dolor la superficie de la piel y se disuelven sin dejar huella luego de descargar su contenido.

En pruebas se ha mostrado que el parche funciona igual e incluso mejor que las vacunas convencionales. Es biodegradable y, a diferencia de las agujas sucias, no hay riesgo de rozones accidentales y contaminación.

Experimentos en ratones de laboratorio mostraron que los parches son aún mejores que las vacunas inyectables para prevenir infecciones de influenza, porque la vacuna entra en el cuerpo a través de la epidermis, la cual es un asiento importante del sistema inmune. En comparación, la mayoría de vacunas contra la influenza se descargan en los músculos, que tal vez no sean el mejor lugar para desencadenar la importante reacción inmune.

El profesor Mark Prausnitz, del Instituto Tecnológico de Georgia, quien encabezó el equipo de investigación, señaló que el parche de microagujas tiene el potencial de revolucionar la forma en que se entregan y aplican las vacunas, porque es sencillo y seguro de usar.

En este estudio mostramos que un parche de microagujas que se disuelven puede vacunar contra la influenza con la misma o mayor eficacia que una aguja hipodérmica, afirmó.

Los ratones inmunizados con los parches resistieron una infección con el virus de la influenza, un mes después de la vacunación, tan bien como otros que fueron inyectados. Tres meses más tarde, cuando se les sometió a una segunda infección de influenza, los ratones con parches lograron deshacerse del virus en sus pulmones mejor que los otros, revela el estudio, publicado en la revista Nature Medicine.

Los científicos creen que la diferencia entre ambos grupos se debe a que la inoculación se hizo a través de la piel y no del músculo. La piel es un sitio particularmente atractivo para la inmunización porque abunda en tipos de células que son importantes para generar respuestas inmunes a las vacunas, explicó el profesor Richard Compans, de la Escuela de Medicina de la Universidad Emory, en Atlanta, Georgia, quien colaboró en el estudio.

La doctora Ioanna Skountzou, de la misma universidad, indicó que las moléculas de vacuna se congelaron para secarlas y se fijaron a las microagujas a temperatura ambiente, usando luz ultravioleta. Otra ventaja de estas microagujas es que la vacuna se presenta como una formulación seca, lo cual eleva su estabilidad durante la distribución y almacenamiento, señaló.

Múltiples posibilidades de obtenerlo

Sean Sullivan, del Tecnológico de Georgia, comentó: Vislumbramos que las personas reciban el parche por correo o lo adquieran en una farmacia y luego se lo apliquen por sí mismas en casa. Como las microagujas del parche se disuelven en la piel, no quedarán peligrosos residuos de agujas.

Las microagujas miden apenas 650 micrones de largo –unas seis veces el grueso de un cabello humano– y se cree que son demasiado cortas para estimular los receptores de dolor de la piel, pero lo bastante largas para penetrar la capa protectora exterior.

El polímero plástico que se usa para formar las microagujas, llamado polivinilpirrolidona, ya se emplea en equipo médico que se coloca dentro del cuerpo, sin efectos secundarios importantes. Los científicos creen que este método de vacunación también permitiría reducir las dosis, porque la piel es un lugar más efectivo para la inoculación.

Se necesitarán más pruebas en animales antes de aplicar los parches en voluntarios humanos. Podrían requerirse años para que la vacunación por este medio llegue a ser un procedimiento de rutina.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya