Política
Ver día anteriorViernes 30 de julio de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
La narcoguerra
Abaten en Jalisco al capo Nacho Coronel

Se resistió a ser capturado y cayó muerto al enfrentarse a militares

Detienen en el operativo a Francisco Quiñones, su hombre de confianza

Es el golpe más fuerte contra el cártel de Sinaloa desde el foxismo

Foto
El general de brigada Édgar Luis Villegas Meléndez, subjefe operativo del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, al dar a conocer los hechos en que fue abatido Ignacio Nacho Coronel Villarreal, uno de los capos del cártel de SinaloaFoto Víctor Camacho
Reportero y corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 30 de julio de 2010, p. 2

Ignacio Nacho Coronel Villarreal, uno de los cuatro líderes del cártel de Sinaloa (considerada la organización más poderosa del narcotráfico en el país) y uno de los hombres más buscados por autoridades de México y Estados Unidos, fue abatido a tiros por efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante un “operativo de precisión” en el municipio de Zapopan, Jalisco, al enfrentarse con los soldados tras resistirse a ser capturado.

El general Édgar Luis Villegas, subjefe operativo del Estado Mayor de la Sedena, informó en conferencia de prensa que durante la operación “Nacho Coronel intentó evadir la acción agrediendo al personal militar con arma de fuego, causando la muerte de un militar e hiriendo a otro, por lo que al repeler la agresión falleció el capo”.

En el operativo militar sólo fue detenido Irán Francisco Quiñones Gastélum, el hombre de más confianza de Coronel Villarreal. Las acciones tuvieron lugar en el fraccionamiento Colinas de San Javier, ubicado en una de las zonas más exclusivas de la zona conurbada de Guadalajara y considerada área de refugio de algunos de los principales operadores del cártel de Sinaloa.

El operativo que concluyó con la muerte de Nacho Coronel constituye el golpe más fuerte que el gobierno federal ha propinado al liderazgo del cártel de Sinaloa desde el mandato de Vicente Fox Quesada.

La organización de tráfico de drogas a la que pertenecía Coronel Villarreal tiene presencia en 25 estados de la República y disputa los territorios en las zonas donde opera contra grupos como el de los Beltrán Leyva (sus antiguos socios) y Los Zetas.

Nacho Coronel era uno de los delincuentes por los que la agencia antidrogas y la Oficina Federal de Investigaciones estadunidenses (DEA y FBI, por sus siglas en inglés, respectivamente) ofrecían 5 millones de dólares a quien proporcionara información que llevara a su captura.

En México, la Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía una recompensa de hasta 30 millones de pesos.

Coronel Villarreal también era conocido como El rey del hielo (King of ice), ya que era uno de los principales productores de drogas sintéticas que transportaba de México hacia Estados Unidos, y se apoderó de los espacios que controlaba el cártel de los hermanos Amezcua Contreras en ambas naciones.

Nacido en Canelas, Durango, el 1º de febrero de 1954, Nacho Coronel se inició en el negocio de las drogas con el cártel de Juárez, bajo la protección de Amado Carrillo Fuentes, El señor de los cielos; ahí trabajó al lado de personas con quienes se asoció a finales de 1997 para formar lo que las autoridades llaman hoy el cártel del Pacífico.

En su paso por el cártel de Juárez, Nacho Coronel se vinculó con Ismael El Mayo Zambada García y con Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, con quienes se mantuvo dentro de la organización en la que el sucesor de Amado Carrillo fue su hermano Vicente, El Viceroy.

La ruptura

A partir de 2001 comenzó una separación de capos en el cártel de Juárez: Joaquín El Chapo Guzmán Loera se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, y cuando se reincorporó al cártel de Sinaloa fue protegido por El Mayo Zambada, Nacho Coronel y El Azul.

Entonces el panorama del narcotráfico en México se modificó; surgió la organización conocida primero como La Federación, aunque seguía siendo el cártel de Sinaloa.

Hasta este jueves, el cártel de Sinaloa o del Pacífico tenía cuatro líderes, aunque oficialmente, desde el gobierno del presidente Vicente Fox, las autoridades han mencionado que el jefe de jefes de esa organización es El Chapo Guzmán.

Ayer, aproximadamente a las 10 de la mañana, centenares de soldados a bordo de unos cinco vehículos, con los rostros cubiertos con pasamontañas y portando armas largas, comenzaron el cateo de seis casas en el perímetro que forman la avenida Paseo de los Parques, en su cruce con la avenida Acueducto, hasta el poniente con la avenida Patria, y hacia el oriente con Pablo Neruda, en el municipio de Zapopan, en el área metropolitana de Guadalajara.

En ese radio de acción, el Ejército cortó el suministro de energía eléctrica y utilizó dos helicópteros que peinaron la zona.

En la primera finca cateada, ubicada en Paseo de los Parques y Acueducto, los residentes relataron que se escucharon disparos y varias detonaciones parecidas a las de las granadas.

Los soldados se desplegaron por grupos en toda el área hasta catear las seis casas. La última, ubicada sobre Paseo del Acantilado y Paseo de los Parques, alrededor de las 17 horas.

El operativo coincidió con la visita que este jueves hizo a Jalisco el presidente Felipe Calderón Hinojosa para la entrega de la medalla al Mérito Industrial 2010 y la inauguración del estadio Omnilife, el nuevo hogar del equipo de futbol Guadalajara.

Aproximadamente a las 20 horas, el general Édgar Luis Villegas detalló que “Nacho Coronel se refugiaba en dos residencias empleadas como casas de seguridad en la colonia Colinas de San Javier, empleando como procedimiento el de acompañarse sólo de Quiñones Gastélum para mantener su bajo perfil y no llamar la atención”.

De acuerdo con la información proporcionada por el militar, Nacho Coronel dirigía las actividades delictivas para su organización en el occidente de la República, que comprende los estados de Jalisco, Colima, Nayarit y parte de Michoacán, controlando el tráfico de cocaína a través de la denominada ruta del Pacífico.

El 11 de mayo de este año, cuando en Querétaro un grupo armado plagió al abogado Diego Fernández de Cevallos, en círculos policiacos surgieron versiones acerca de que Nacho Coronel había sido detenido, al igual que la esposa de El Chapo Guzmán, Griselda López Pérez, y que el secuestro del político panista era una medida para obligar a las autoridades a liberar al capo y a la mujer.

La PGR informó que López Pérez sólo había sido llevada a declarar dentro de una investigación por lavado de dinero, y puesta en libertad horas más tarde. La dependencia sostuvo que no tenía información sobre Coronel Villarreal. Fernández de Cevallos aún no ha sido liberado.

En marzo de 2009 comenzó la cacería de los parientes de Nacho Coronel. Los primeros detenidos fueron sus sobrinos Ernesto Coronel Peña, José Jaime Coronel Herrera, Juan Ernesto Coronel Herrera y Raymundo Larios Vizcarra o Raymundo Lares Vizcarra, a quienes la PGR consignó por delincuencia organizada, delitos contra la salud y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

En abril pasado, Alejandro Coronel, hijo del capo, fue ejecutado supuestamente por un grupo de sicarios al servicio de Los Zetas, cártel que se unió al grupo de los Beltrán Leyva y que desde finales de 2009 comenzó a disputar el control de la zona de Nayarit, Colima y Jalisco al cártel de Sinaloa.

De ahí derivaron varias matanzas ocurridas en esos estados, que hasta hace unos meses eran considerados entre los de menor nivel de delincuencia en el país y que ahora reportan 413 ejecutados este año.

De acuerdo con fuentes oficiales, la muerte de Nacho Coronel provocará que se incremente la violencia en la zona que él controlaba, y crece la posibilidad de que los Beltrán Leyva –hasta 2008 socios del cártel de Sinaloa– disputen, en coordinación con Los Zetas, el control del Pacífico.

Los Beltrán Leyva se sintieron traicionados por los líderes de Sinaloa, entre ellos Coronel Villarreal, porque supuestamente entregaron a las autoridades a Alfredo El Mochomo Beltrán Leyva; hecho que desató una guerra entre los grupos que habían sido socios desde 2001.