DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   2 DE AGOSTO DE 2010
NUMERO ESPECIAL


Portada

Presentación

El Golfo de México

Flora y fauna marinas
Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental, AC

La historia interminable
Antonio Figueras

Los 10 derrames de petróleo más grandes de la historia
John Konrad

El peligro de las plataformas petrolíferas
Alex Fernández Muerza

El derrame del pozo Ixtoc, en México
Ambientalista Beredy

Grave riesgo la exploración petrolera en el Ártico
John Irish y Noemie Olive

Historia negra de BP y su influencia en la geopolítica mundial
Ecologia Blog.com

La contaminación por petróleo

El Exxon Valdez sigue contaminando
Ecologia Blog.com

Se crea un consorcio para evitar futuros derrames


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Historia negra de BP y su influencia en la geopolítica mundial

Ecología Blog.com

Ésta es una pequeña muestra de la historia más negra de British Petroleum (BP ), de cómo ha estado implicada de alguna u otra forma en algunos sucesos de gran calado geopolítico desde hace décadas: desde el derrocamiento de la democracia en Irán, a la guerra de Iraq, y acabando en el derrame del Golfo de México.

BP no siempre se llamó así. Era conocida con el nombre de Anglo-Iranian Oil Company cuando, a principios de la década de 1950, estadounidenses y británicos se unieron para derrocar al líder iraní Mohammad Mosaddeq, democráticamente electo, que había decretado la nacionalización de las concesiones petroleras a los británicos.

El entonces presidente Eisenhower autorizó la “Operación Ajax” por medio de la cual la CIA armó la estrategia para derrocar a Mosaddeq colocando en su lugar al sha Mohamed Reza Pahlevi. Éste pronto devolvió el control del petróleo iraní a las compañías occidentales (BP obviamente destacando entre ellas), y gobernó de forma autoritaria hasta que se produjo la revolución teocrática del ayatolá Jomeini en 1979.

BP ha jugado un papel de colonización y de dominación económica en Oriente medio. Pero también manda, y mucho más de lo que se cree, en su propio país. No en vano es la mayor compañía del Reino Unido y la tercera mayor a nivel energético del mundo. Una buena parte de sus accionistas, además, son de origen estadounidense.

La mayoría de las administraciones de Estados Unidos (y particularmente la anterior de Bush-Cheney) han considerado a las petroleras y el control de los recursos petroleros como esenciales para la supervivencia de la economía estadounidense. Como resultado, las compañías petroleras y las empresas secundarias que los apoyan (como Halliburton y Transocean) tienen mucho más poder real del que sospechamos. Y siempre, de una forma u otra, logran minimizar sus responsabilidades.

Y hablando de Halliburton, no resistimos la tentación de incluir aquí la breve, pero sustanciosa relación elaborada por Enrique Galván Ochoa, columnista de este diario, en la que muestra las ligas de dicha trasnacional con las instancias oficiales de México. Galván Ochoa narra cómo:

“Una de las cosas más difíciles en el mundo empresarial es conseguir un buen socio, tanto así que cuando se logra el prodigio de cuajar una sociedad suele llamársele matrimonio. Al parecer el gobierno de Felipe Calderón encontró a su pareja ideal, o una de ellas, porque el negocio petrolero este sexenio pinta para orgía: Halliburton. Vean ustedes algunos datos mínimos pero reveladores de su currículo:

  • 1966. Sin ninguna experiencia, Richard Cheney se convierte en jefe ejecutivo de Halliburton. Ocuparía este cargo de 1966 a 1998, y parte de 2000. Bajo su dirección, la compañía brinca del lugar 73 al 18 en la lista de proveedores del Pentágono. (Cheney había sido funcionario del Departamento de Justicia.)

  • Halliburton se declara culpable de violar la ley que prohíbe exportaciones de Estados Unidos a Libia.

  • 1997. El Congreso reporta que KBR –subsidiaria de Halliburton– sobrefacturó sus trabajos en Kosovo.

  • 1998. Hace negocios con el gobierno de Saddam Hussein, al que Estados Unidos derrocaría años después.

  • 2000. Cheney deja su posición como jefe de Halliburton y se convierte en candidato a la vicepresidencia en la fórmula de Bush. La compañía es ya la número uno del sector energía: 15 mil millones de dólares de ingresos al año, 100 mil empleados y 7 mil clientes en 120 países.

  • 2001. El Pentágono asigna a una socia de Halliburton, Kellogg, Brown & Root, un contrato de 10 años de duración sin límite de gastos para proveer servicios a la Armada.

  • 2002. Kellogg, Brown & Root es acusada de fraude por el Departamento de Justicia; infló precios de mantenimiento en Fort Ord, California.

  • 2003. Halliburton acepta haber pagado una mordida de 2.4 millones de dólares a un funcionario de Nigeria, a cambio de una rebaja de impuestos.

  • Un grupo de accionistas acusa a Halliburton de irregularidades en su contabilidad, cuando Cheney la dirigía. El arreglo extrajudicial le cuesta 6 millones de dólares.

  • 2004. Halliburton quiere llevar a cabo un programa de perforación de pozos en Marte, con recursos de los contribuyentes.

  • Admite que dos ejecutivos aceptaron un soborno de 6 millones de dólares a cambio de asignar subcontratos a una empresa de Kuwait.

  • 2005. Halliburton es obligada a devolver al gobierno 27.4 millones de dólares por comidas que supuestamente sirvió a las tropas estadunidenses en Irak y Kuwait. Facturaba 42 mil comidas, pero solamente servía 14 mil.

  • 2008. El gobierno nigeriano, perdón, mexicano, del presidente Calderón –con Jesús Reyes Heroles júnior al frente de Pemex–, anuncia que ha asignado a Halliburton un contrato de tres años por 683 millones de dólares. Incluye perforación de pozos.

Hasta aquí la breve historia escrita por Galván Ochoa. Agreguemos que, como el gobierno nos ha dicho machaconamente, México tiene muy bien guardado en las aguas profundas que le corresponden del Golfo de México, un tesoro que es hora de sacar para fincar con él la felicidad, el progreso de la Nación. Como ni Petróleos Mexicanos, ni las instancias oficiales responsables de cuidar el medio ambiente y los recursos naturales tienen la capacidad para sacar el tesoro sin deteriorar… mejor encargarle esa tarea a trasnacionales de probado historial. Negro en este caso, como el de Halliburton.

La amenaza negra

El desastre por derrame de petróleo ocurrido en el Golfo de México trae a colación el debate sobre el riesgo que implica para los trabajadores de plantas petroleras y el impacto ambiental que provoca la extracción de hidrocarburos. En primer término es importante señalar que la British Petroleum es la compañía con mayor presencia en las perforaciones que se hacen en el Golfo de México y posee numerosas plantas en Estados Unidos y el resto de América Latina.

En su historial figuran varios antecedentes en materia de seguridad industrial. A finales del año pasado, un jurado en Estados Unidos ordenó el pago de 100 millones de dólares a diez trabajadores que alegaban que el escape de una sustancia tóxica en una refinería de petróleo les había provocado daños en la salud.

En el caso de la plataforma Deepwater Horizon, British Petroleum dijo que asumirá los costos de limpieza que podrían alcanzar los 15 mil millones de dólares, pero las culpas y responsabilidades podrían ir más allá de eso ya que existen otras empresas implicadas en la operación de la plataforma hundida.

Transocean, por ejemplo, es el principal contratista en materia de perforación en aguas profundas. Además de ser el dueño de la plataforma es el encargado de su manejo. Otra señalada es la compañía Cameron International, fabricante del mecanismo para contener el derrame en caso de un accidente, mecanismo que no funcionó correctamente con la Deepwater Horizon.

Aunque se desconoce la magnitud de los daños que causará la mancha negra provocada por el hundimiento de la plataforma de BP, se calcula que solamente los gastos de limpieza podrían ascender a más de 15 mil millones de dólares.

La contracorriente

Uno de los problemas a los que se deben enfrentar los ingenieros que luchan por contener el avance de la mancha negra son las corrientes marinas que pasan frente a las costas del Golfo de México, las que aún no permiten vaticinar cuándo y qué regiones recibirán el grueso del impacto.

“En esta zona hay un sistema muy complejo de corrientes cercanas a la costa. Y mar adentro también hay un fuerte flujo de corrientes oceánicas. Una de ellas es la corriente del Lazo que se convierte eventualmente en la corriente del Golfo a medida que se traslada hacia el norte a lo largo de la costa este”, explicó Steve Lohrenz, oceanógrafo de la Universidad del Sur de Misisipi.

La corriente del Lazo es una corriente cálida estacional que tiene lugar en primavera y verano, y circula en el sentido de las agujas del reloj. Si el vertido se suma a las aguas de esta corriente —si es que no lo ha hecho ya— el crudo podría desparramarse por una zona mucho más amplia, contaminando desde los callos de Florida hasta el cabo Hatteras, en Carolina del Norte.

A través de radares e imágenes satelitales, los científicos siguen de cerca tanto la trayectoria —que también está marcada por el cambio en la dirección de los vientos— como la forma que la mancha de crudo va adquiriendo con el paso de las horas.

Imágenes recientes muestran que su superficie asciende a más de 25 mil kilómetros cuadrados y que ha dejado de ser una masa uniforme para transformarse en una acumulación de retazos, probablemente debido a la acción de los vientos y el mal tiempo.

“Lo que puede estar sucediendo es que, sencillamente, el petróleo esté mezclado de tal forma con el agua que no sea posible verlo a través de las imágenes satelitales... De ser así (el petróleo) podría volver a asomarse a la superficie con el correr de los días”, añadió Lohrenz.

Otra característica de la mancha es que, según explica Lohrenz, el 80 por ciento parece ser una capa ligera y sólo el 20 por ciento una emulsión más densa. “Es una buena noticia porque quiere decir que es más fácil que se evapore de la superficie del mar a medida que queda expuesta a los rayos del sol y que van mejorando las condiciones climáticas”, añadió.

Entre los esfuerzos puestos en marcha para eliminar el petróleo derramado figura la quema controlada del crudo que ha emergido a la superficie. Ésta es una medida sencilla que ayuda a remover la mancha negra, pero es bastante criticada porque traslada la contaminación hacia la atmósfera a través del humo tóxico que se desprende. Se recomienda realizar la quema sólo cuando el clima esté calmo y la mancha negra se encuentre alejada de las costas.

Además, la British Petroleum mandó a colocar largas mallas de contención que flotan en la superficie y cuelgan por debajo del mar para evitar la propagación. Esta medida ha servido de alivio, en parte, para algunos pescadores que se encuentran sin empleo tras la baja en la demanda de mariscos en la zona costera de Estados Unidos.

Hasta ahora, la BP ha colocado 90 kilómetros de redes y asegura tener disponibles 95 kilómetros más. Una vez que la sustancia es acorralada con las mallas, ésta puede ser succionada y trasladada en barcazas.

Otro de los métodos utilizados para combatir los derrames de petróleo es la utilización de químicos que aceleran el proceso de dispersión natural del crudo. Varias aeronaves continúan sobrevolando la zona y rocían sobre la mancha de petróleo decenas de miles y miles de litros de esas sustancias. Pero no hay duda que los compuestos químicos utilizados crean problemas al medio marino.

Impacto económico

El impacto económico es hasta ahora incalculable. Los estados de Luisiana, Florida y Alabama que comparten una de las zonas pesqueras más ricas del mundo (repleta de mariscos, cangrejos y múltiples especies de peces), se declararon en estado de emergencia, y en Venice, el último poblado de Luisiana donde se puede llegar por tierra, muchos de sus pescadores están sin trabajo debido a la contaminación de la fauna marina que pescaban.

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