Economía
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No se puede crecer con una banca que no presta y un gobierno que gasta mal y poco

Bancos, una de las causas del mediocre crecimiento de México: Suárez Dávila
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Jesús Silva Herzog durante la presentación del libro La reprivatización bancaria fracasada. Tragedia nacional en tres actos, de Francisco Suárez Dávila (izquierda) en el Club de IndustrialesFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Jueves 19 de agosto de 2010, p. 27

El sistema bancario que surgió de la reprivatización de 1992 contribuye en forma muy limitada al financiamiento del desarrollo nacional y es una de las causas de que México tenga un crecimiento económico mediocre, sostuvo el ex subsecretario de Hacienda, Francisco Suárez Dávila.

Durante la presentación del libro La reprivatización bancaria fracasada. Tragedia nacional en tres actos, del que es autor, Suárez Dávila afirmó que México no puede crecer con una banca que no presta, un sistema que no regula y un gobierno que gasta mal y poco.

Señaló que casi dos décadas después de la reprivatización, el sistema bancario mexicano no ha salido de la crisis que motivó la entrega de la banca al capital privado, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

Durante la presentación del libro, editado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, el ex secretario de Hacienda, David Ibarra, dijo que el financiamiento a la formación de capital y la producción es más astringente que nunca, a pesar que solucionarlo había sido el propósito inicial de las reformas.

Agregó que en términos reales, de acuerdo con el Banco de México (BdeM), la cartera conjunta de la banca comercial y de la de desarrollo ha caído de 63 a 21 por ciento del producto interno bruto (PIB) entre 1995 y 2008, lo que representa uno de los más bajos coeficientes del mundo.

Ibarra señaló que con la extranjerización del sistema bancario –ocurrida después de la crisis de 1995– el país ha cedido el control del sistema nacional de pagos, cuestión que repudiaron en su tiempo el presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roossevelt y la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, entre otros.

Agregó que el BdeM ha extraviado su empuje innovador –fue el promotor del desarrollo de Cancún– para limitar su función a tratar de contener el efecto inflacionario de la entrada de divisas desestabilizadoras de corto plazo, aun a costa de experimentar pérdidas.

El propio Banco de México registra a 2009 pérdidas que lo llevan a tener un capital contable negativo, dijo. Añadió que la banca comercial en vez de servir a empresas nacionales presta casi todo al consumo, con altas tasas de interés, o al gobierno sin asumir riesgo alguno.

No sólo la reprivatización bancaria fracasó, también quedó coja la reconfiguración del sistema financiero nacional. Habrá que reiniciar la tarea sin pretensión de volver atrás, indicó.

En sus comentarios al libro, el también ex secretario de Hacienda, Jesús Silva Herzog, destacó que el crédito bancario al sector privado de México es inferior al 15 por ciento del PIB, lo que de acuerdo con comparaciones internacionales del FMI, ubica al país en el nivel 103 de 120 naciones, con lo que se equipara a países como Burkina Faso, Nigeria, Bielorrusia y Haití.

En la tragedia de la banca está buena parte de la tragedia del desarrollo nacional, indicó Silva Herzog.