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Bajos niveles de testosterona y de la libido, así como disfunción erectil, algunos síntomas

La menopausia masculina sí existe, afirman médicos ingleses

La edad promedio en que se presenta es a los 50 años, explica Malcolm Carruthers, quien desde hace varios años ha tratado a dos mil hombres con terapia de remplazo hormonal

The Independent
Periódico La Jornada
Jueves 26 de agosto de 2010, p. 2

Quedarse dormido involuntariamente en la tarde no es apropiado para un médico, así que el doctor Dan Hegarty se alarmó cuando le empezó a ocurrir, apenas a los 41 años de edad. Pero su mayor golpe fue cuando le dijeron que se debía a la menopausia.

Menopausia masculina es un término que nunca había escuchado como médico, comenta Hegarty, hoy de 54 años. Pero leí un artículo al respecto en una revista médica y los síntomas me describían. Mi concentración se perdía al grado de que no podía seguir una película completa. Me sentía fatigado, tenía irritantes dolores en músculos y piernas y mi libido decrecía.

Hegarty decidió consultar al médico que escribió el artículo: el doctor Malcolm Carruthers, uno de los especialistas líderes en el campo. Carruthers le hizo un examen físico completo, en busca de problemas de próstata, diabetes, anemia, mal funcionamiento del hígado, el riñón o el tiroides, así como los niveles de colesterol y, por último, de testosterona.

Dependiendo de los síntomas y hallazgos, el doctor determina si uno sufre de menopausia masculina, dice Hegarty. Carruthers prefiere llamarla hipogonadismo de despunte tardío (es decir, entrar en años con deficiencia en las gónadas). Yo encajaba en la descripción, refiere Hegarty.

La terapia de remplazo de testosterona (TRT) se administra de múltiples formas, pero la más común en ese tiempo eran bolitas que podían implantarse en los glúteos de los varones (como la terapia de remplazo de hormonas se implanta en el abdomen de las mujeres) y píldoras.

“En el curso de seis meses –relata Hegarty, quien optó por las píldoras–, me sentí con energía y mi concentración volvió. Se acabaron los dolores musculares y, aunque no me convertí en un dios del sexo, mi libido volvió a niveles normales.”

Progreso en los tratamientos

Once años después, la TRT ha avanzado. No sólo hay inyecciones de largo efecto, sino también un gel que se aplica en los hombros después del baño.

En las dos décadas pasadas, el doctor Carruthers ha tratado a más de 2 mil hombres con síntomas semejantes a los de Hegarty. En los casos más extremos su libido se ha esfumado y han abandonado el empleo. En algunos casos su matrimonio ha estado a punto de destruirse; hay quienes han pensado en suicidarse, señala.

La edad promedio de los hombres que lo consultan es de 55 años. La mayoría han peregrinado de un especialista a otro durante años, por lo que yo diría que la edad promedio en que se presentan los síntomas es a los 50 años. Sin embargo algunos, como el doctor Hegarty, comienzan desde los 40.

Las causas son complejas. A diferencia de la menopausia femenina, en la cual la caída del estrógeno ocurre por razones naturales, el descenso de testosterona puede deberse a haber padecido paperas o alguna de varias enfermedades e infecciones de los testículos.

Los antidepresivos no ayudan. El paciente va al médico, explica los síntomas y éste concluye que es depresión y le receta fármacos. Los antidepresivos empeoran los niveles de testosterona, explica Carruthers.

Muchos estudios han concluido que la menopausia masculina no existe, pues hombres que dicen padecerla tienen niveles normales de testosterona. Carruthers señala: Es un poco como hacer la prueba para la diabetes de la edad adulta, en la que se ve que la persona tiene altos niveles de insulina, pero al ahondar se descubre que el organismo es resistente a ella. Lo mismo puede ocurrir con la testosterona. Por desgracia, como vivimos en una sociedad obsesionada con las pruebas de laboratorio, y esta resistencia a la testosterona no se puede medir, los estudios han sido tradicionalmente escépticos.

El doctor Mike Perring, director médico de la clínica Optimal Health, añade que los criterios de lo que constituye niveles normales de testosterona son arbitrarios y limitantes. En mi experiencia, hay una significativa proporción de personas para quienes una aplicación de prueba de TRT por tres meses causa una importante mejoría en los síntomas. Es mejor, por tanto, apuntar a un nivel óptimo que trabajar dentro de ciertos límites estrictos, pero ilógicos de lo que es normal. Así lo hemos sostenido durante 20 años, y creo que por fin comienzan a escucharnos. Hay que recordar que incluso con la menopausia femenina hay desacuerdo en los criterios apropiados.

El estudio más reciente sobre la salud de hombres de mediana edad sugiere que la menopausia es un tema a considerar, aunque por lo común exclusivamente en los testículos.

Investigadores de la Universidad de Manchester han identificado tres síntomas claves: falta de erección matutina, descenso del impulso sexual y disfunción eréctil, además de los bajos niveles de testosterona. La investigación, publicada en The New England Journal of Medicine este verano, se basó en hombres de 40 a 79 años y comenzó por seleccionar 32 síntomas, que iban desde fatiga hasta mala concentración o impotencia sexual. Se concluyó que sólo tres estaban ligados con la menopausia masculina y que lo más probable era que se debiesen a malos hábitos de salud u obesidad.

Entre 2 y 20 por ciento, la padecen

El doctor Fred Wu, autor principal del estudio, escribió: Podemos concluir que la menopausia masculina sí existe. Sin embargo, añadió, a diferencia de la versión femenina, afecta sólo a 2 por ciento de hombres.

Es maravilloso que un estudio notable por fin reconozca la existencia de una condición que puede arruinar la vida de los hombres, pero me parece que 2 por ciento se queda muy corto, responde el doctor Carruthers. Mi propia investigación sugiere que 20 por ciento de hombres mayores de 50 años padecen deficiencia de testosterona.

El doctor Perring estima que la cifra real está entre esos dos extremos, y en ello está de acuerdo el endocrinólogo Hugh Jones, del Hospital Barnsley: “Un estudio en Boston señala que ocurre en 8.4 por ciento de los hombres entre 50 y 79 años –observa–. El hecho es que muchos hombres no han sido diagnosticados, y si se considera la dramática mejoría que sigue a la TRT, es una vergüenza”.

Algunos expertos médicos acusan a las clínicas que ofrecen esta terapia de aplicar dosis excesivas de testosterona para lucrar, lo cual, aducen, puede elevar los niveles de antígeno prostático. Pero el doctor Hegarty contesta: Estoy bien consciente de las preocupaciones sobre el tratamiento, pero mis niveles de antígeno han permanecido estables durante 13 años. Y me siento más saludable que nunca.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya