Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 29 de agosto de 2010 Num: 808

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Juan Bruce-Novoa: Only the Good Times
ALBERTO BLANCO

El síndrome de Procusto y la política científica
JUAN JOSÉ BARRIENTOS

Monet, impresionista
Presentación

Los deudores de Monet
FRANCISCO CALVO SERRALLER

Los ojos de Monet
JOHN BERGER

Ella casi bella
GUILLERMO SAMPERIO

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Columnas:
Prosa-ismos
ORLANDO ORTIZ

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

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LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
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Directorio
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Hugo Gutiérrez Vega

POESÍA Y MÚSICA EN JUAN CARREÓN

La vida y la obra de Juan Carreón caminan por los territorios de la poesía y de la música. Tal vez por esto la décima sea su forma natural de expresarse. En ella las palabras se mueven como en su propia casa, se miran las unas a las otras y entregan al lector su significado y sus valores musicales: “Mi amor a la realidad/ mi forma de amar, mi pena/ mis alas y mi condena/ mi ayuno, mi sed, mi pan.” Así va creciendo la décima, que es el género preferido de los cantores del Caribe hispánico, de las costas mexicanas y de las imponderables Huastecas (estoy pensando en el buen Guillermo y en sus Leones de la sierra de Xichú). Algunas décimas de Juan tienen un carácter reflexivo y se asoman a los grandes misterios del mundo y de la vida: “Los vicios prometen todo/ y al final no dejan nada./ Mis sueños y mi guitarra/ sobrevivieron a todo.”

Esta corriente de su trabajo poético puede considerarse un conjunto de observaciones sobre los temas que despiertan su imaginación y le entregan un panorama del mundo que combina el entusiasmo vital con la gravedad introspectiva.

La sabia María Sabina y sus paraísos naturales le permitieron, a través de la exaltación de los sentidos, asomarse a un mundo en donde la luz del sol y la pálida cara de la luna adquieren tonos novedosos y colores inéditos. Para contarnos su experiencia da a las décimas una forma narrativa, las va encadenando hasta llegar a la culminación del viaje y de su correlato lírico: “Y hecha mi conciencia escombros,/ me pierdo bajo su falda.” De esta forma, los paraísos naturales convierten en una bella muchacha a la anciana hechicera llena de sabiduría y de amor por los milagros de la tierra.

Juega con el rap y pide a las rimas de todos los colores y sabores que ayuden al poema y le den su contenido humorístico, su afán lírico y su forma autobiográfica. Como es un cantador, las palabras le saben a notas y el poema se cumple en medio del sonido de la guitarra.

No es frecuente hallar entre los poetas jóvenes la afición por la poesía satírica. Juan la cultiva y ha encontrado en ella un estilo ligero para expresar verdades y deseos. La rima estrambótica y el jugueteo verbal son sus mejores armas en este género.

Un poema dedicado a la guitarra une las dos caras de la moneda artística de Juan: “Esta guitarra sola se hace espina.”

De esta manera, la poesía y la música se unen en un libro que está a punto de salir, en el que la experiencia y la novedad que traen consigo todos los días son la sustancia de una aventura lírica.

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