Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 29 de agosto de 2010 Num: 808

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Juan Bruce-Novoa: Only the Good Times
ALBERTO BLANCO

El síndrome de Procusto y la política científica
JUAN JOSÉ BARRIENTOS

Monet, impresionista
Presentación

Los deudores de Monet
FRANCISCO CALVO SERRALLER

Los ojos de Monet
JOHN BERGER

Ella casi bella
GUILLERMO SAMPERIO

Leer

Columnas:
Prosa-ismos
ORLANDO ORTIZ

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 

Naief Yehya
[email protected]

La cyborgización de la sociedad (III Y ÚLTIMA)

GUERRA, REHABILITACIÓN Y REDENCIÓN

La guerra es un fenómeno cyborg, es la catastrófica fusión de recursos orgánicos y tecnológicos con el objetivo de destruir, asesinar y conquistar a un grupo enemigo. Hombres entrenados con disciplina militar son convertidos en máquinas de carne y engranes sacrificables y sin voluntad del superorganismo cibernético que es el ejército. La guerra depende de la maquinaria, se nutre de la incesante carrera armamentista, crea necesidades económicas y genera las mitologías que la hacen parecer fascinante, noble y heroica. La guerra engendra nuevas tecnologías para extenderse, perpetuarse e invadir todos los dominios humanos. La guerra crea mecanismos para combatir sus propias consecuencias, por tanto es un motor de la invención para la medicina, especialmente la protética, así como la cirugía plástica y reconstructiva. La ciencia médica en los países desarrollados con fiebre guerrera consagra enormes recursos a la investigación y perfeccionamiento de prótesis y dispositivos destinados a restablecer cuerpos rotos, mutilados y dañados en combate. Estos esfuerzos a menudo tienen una función más propagandística que de salud. La rehabilitación de algunos soldados se presenta como una expresión de gratitud hacia los héroes de la patria, pero a final de cuentas es un método con el que el Estado reivindica sus ambiciones bélicas al mostrar que incluso las víctimas resultan triunfadoras al ser privilegiadas por prodigios tecnológicos que los transforman física y, en algunos casos, espiritualmente; con lo que la masacre bélica se vuelve una oportunidad para una especie de tecnoredención humana.

EN PEDAZOS

Un ejemplo notable de esta tendencia fue el artículo de primera plana en el New York Times del 4 de julio de 2010, Spirit Intact, a Soldier Reclaims His Life (Con el espíritu intacto un soldado recupera su vida), de Lizette Álvarez. La nota, que obviamente no fue casualidad que se publicara el día de la Independencia, cuenta la historia de Brendan Marrocco, de Staten Island, Nueva York, el primer soldado estadunidense que perdió las cuatro extremidades en las “guerras contra el terror”. El vehículo que conducía Marrocco explotó a causa de una bomba oculta en un camino en el norte de Irak, en un muy simbólico domingo de Pascua de 2009. Este soldado, como otros que han sufrido ataques violentos, puso en evidencia la eficiencia de la armadura y el casco que usa el ejército de EU, ya que a pesar de quedar despedazado su cerebro y órganos vitales quedaron prácticamente intactos. Cuando lo rescataron había perdido el ochenta por ciento de la sangre y tenía una grave herida en la carótida, pero la medicina de emergencia en el campo de batalla ha progresado tanto que pudieron salvarle la vida.

RESURRECCIÓN

De acuerdo con el artículo, Marrocco (un nombre con extrañas y paradójicas resonancias árabes) es un hombre voluntarioso y valiente, un auténtico héroe que no perdió el humor ni la fe al verse reducido a ser un tronco y una cabeza. La dolorosa y ardua rehabilitación aún no ha terminado, tras catorce operaciones y una variedad de prótesis, aún está en espera de un doble trasplante experimental de brazos. En lo emocional, Marroco también ha tenido triunfos, ya que se enamoró y comprometió (en el día de Acción de Gracias) con una de sus terapeutas (y si bien por el momento están separados, Álvarez señala con un atisbo de optimismo que ella no le ha devuelto el anillo). La historia de la resurrección de Marroco está repleta de referencias religiosas, comenzando por el hecho de haber sufrido sus heridas el día en que Cristo se levanta de entre los muertos. Una guerra de agresión requiere de relatos que alimenten la devoción del pueblo.

MITO

Estados Unidos está hundido en una desesperada crisis en materia de salud; más de 10 millones de ciudadanos de la nación más rica del mundo carecen de seguro de salud y sobreviven con la esperanza de no enfermar ni tener accidentes. Sin embargo, Marrocco ha recibido, aparte de decenas de horas en quirófanos, un par de piernas de altísima tecnología C-Leg X2 con sensores en las rodillas, un brazo de hule mioeléctrico que responde a impulsos musculares y uno más convencional de presión. Sin duda, Marrocco merece eso y más por su sacrificio, además de que no culpa al ejército ni a la guerra por su condición y “si pudiera regresaría a Irak tras una ametralladora”. Pero nada sostiene mejor el mito y la perpetuación de la guerra que historias como la suya.