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Proclama la nueva misión central: reconstruir la economía de EU y generar empleos

Fuerzas de combate fuera de Irak; Obama insta a voltear la hoja

No hay misión cumplida, falta mucho por hacer; seguirá el apoyo a la transición iraquí, dice

Quedan en la nación petrolera 50 mil efectivos y más de 95 mil contratistas de la Defensa

Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de septiembre de 2010, p. 31

Nueva York, 31 de agosto. El comandante en jefe de Estados Unidos declaró hoy concluida la misión de combate estadunidense en Irak, aunque muy a propósito evitó toda referencia a la ridiculizada proclamación de su antecesor George W. Bush, hace siete años, de algo parecido a misión cumplida, y más bien se vio obligado de hablar de otro desastre que heredó en casa: la crisis económica.

Esta noche, el presidente Barack Obama, en su segundo mensaje transmitido en vivo a la nación desde el salón oval de la Casa Blanca, invitó a la nación a voltear la hoja de la guerra y enfocarse en la nueva misión central de reconstruir la economía estadunidense, y continuar la lucha contra la red Al Qaeda en Afganistán.

Después de elogiar a las tropas por su sacrifico para dar la luz de paz al pueblo iraquí, Obama dijo: “esta noche anuncio que la misión de combate estadunidense en Irak ha concluido… ahora el pueblo iraquí encabeza la responsabilidad de la seguridad de su país”.

La fuerza militar de invasión y ocupación de Irak llegó hasta 170 mil efectivos durante la presidencia de George W. Bush, y era de 140 mil cuando Obama llegó a la Casa Blanca en enero de 2009. Con la reducción a 50 mil tropas ahora en capacidad de fuerza de asesores y capacitación, Obama subrayó que cumple su promesa electoral de concluir esta guerra, y reiteró el compromiso de sacar a todas las tropas estadunidenses a finales de 2011.

Nueva calidad de socio y amigo

Aunque marcó el fin de la misión de combate, Obama advirtió que lejos de una misión cumplida, aún queda mucho por hacer y que Estados Unidos, en su nueva calidad de socio y amigo, continuará apoyando la transición en Irak.

Estados Unidos, afirmó Obama, ha pagado un enorme precio para poner el futuro de Irak en manos de su pueblo cumpliendo con su responsabilidad, y hoy, es hora de voltear la hoja.

Esa vuelta de página es dejar atrás el debate sobre la guerra en Irak, dijo, y entender que éste llega en un momento de gran incertidumbre para muchos estadunidenses al aludir a casi una década de guerra y una dolorosa recesión. Ahora, subrayó, se requiere enfrentar los desafíos en casa, de la misma manera enérgica y valiente, y con un propósito común, como lo hicieron las tropas en el extranjero.

Ellos superaron cada prueba que enfrentaron. Ahora, nos toca a nosotros. Ahora, es nuestra responsabilidad honrarlos al unirnos, todos, y trabajar para asegurar ese sueño por el cual tantas generaciones han luchado: el sueño de que una vida mejor espera a cualquiera que esté dispuesto a trabajar por ello y alcanzarlo.

Y es que ahora la preocupación principal del electorado estadunidense ya no es la guerra, sino el desastre económico en casa y, por lo tanto, esta noche Obama vinculó los dos temas. Afirmó que con la reducción de la presencia estadunidense en Irak, habrá más recursos para reconstruir, no Irak, sino su propio país.

A través de nuestra historia, Estados Unidos ha estado dispuesto a aguantar el peso de promover la libertad y la dignidad humana en el extranjero, entendiendo su vínculo a nuestra propia libertad y seguridad. Pero también hemos entendido que la fuerza e influencia de nuestra nación en el exterior está firmemente anclada en nuestra prosperidad en casa.

Tras señalar que se ha gastado más de un billón de dólares en la guerra, lo cual ha costado inversiones dentro del país creando un enorme déficit, Obama indicó que la tarea más urgente es restaurar nuestra economía y generar empleo para millones, lo cual calificó como la misión central del país ahora.

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Barack Obama durante su discurso, ayer, en el salón oval de la Casa Blanca, sobre la conclusión oficial de los combates en IrakFoto Ap

El otro ejército

Pero Obama no mencionó el otro ejército estadunidense en Irak –con números equivalentes a los uniformados– que aparentemente no ha disminuido. El número de contratistas privados, entre ellos ex militares, que trabajan para el Comando Central de Estados Unidos (encargado de la guerra en Irak y Afganistán) en todo tipo de operaciones de apoyo a la presencia militar, incluyendo servicios de seguridad, llegó a 207 mil 600 comparado con 175 mil uniformados en marzo de este año, o sea, que los contratistas conforman 54 por ciento de la fuerza laboral del Departamento de Defensa en Irak y Afganistán, según un informe preparado por el Servicio de Investigación del Congreso (CRS), entidad oficial legislativa, en julio de este año.

De acuerdo con las cifras más recientes, en Irak hay 95 mil 461 contratistas del Departamento de Defensa, comparado con 95 mil 900 militares uniformados; 11 mil 650 de estos contratistas estaban dedicados a tareas directas de seguridad. (En Afganistán, 59 por ciento de la fuerza laboral del Pentágono era contratista, y ese número se está incrementando). El Departamento de Defensa ha asignado aproximadamente 100 mil millones de dólares entre 2003 y 2008 para contratistas.

Afganistán, el otro conflicto

A la vez, Obama insistió en que la guerra en Afganistán es necesaria, ya que Al Qaeda sigue complotando contra nosotros y su liderazgo está en ese país y Pakistán. Justificó su estrategia de enviar 30 mil tropas más a Afganistán (para llegar a casi 100 mil), y aseguró que con la reducción de recursos y tropas en Irak, ahora se puede promover la ofensiva contra Al Qaeda para derrotarlos.

Afganistán es ahora la guerra más larga en la historia de Estados Unidos y Obama señaló hoy que tiene que llegar el momento de concluir ese conflicto, aunque no se comprometió a más.

Los daños

Un total de 1.5 millones de soldados estadunidenses sirvieron en Irak a lo largo de siete años de invasión. Cientos de miles más combaten en Afganistán. Los costos no sólo son los casi 4 mil 400 que regresaron en ataúdes, o las decenas de miles de heridos, sino los trastornos físicos y sicológicos de estas tropas. Las consecuencias sicológicas se manifiestan en enormes alzas en índices de suicidios, alcoholismo, drogadicción y comportamiento violento que tienen colmados los servicios de apoyo de las fuerzas armadas. Según un informe del ejército, durante 2009 más soldados murieron por suicidio o por manejar ebrios y otro tipo de comportamientos de alto riesgo, que los que murieron en combate.

Más allá de las consecuencias humanas, según cálculos del economista y premio Nobel Joseph Stiglitz, los costos económicos de las guerras podrían llegar a un total global de más de 3 billones de dólares.

Mientras tanto, aunque hoy el mensaje oficial fue el fin de operaciones de combate, grupos antiguerra como la coalición nacional United for Peace and Justice no festejaron tras asegurar que, en los hechos, la ocupación continúa, aun si es a una escala menor, y que esas 50 mil tropas aún tienen capacidad de combate si se requiere.