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Un pastor religioso pone en jaque a EU

Teme Washington que se desate la ira musulmana por las amenazas de quemar ejemplares del Corán

Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 9 de septiembre de 2010, p. 48

Nueva York, 8 de septiembre. Un solo hombre está poniendo en jaque la política exterior de Estados Unidos, y hasta podría provocar graves daños y reveses en las guerras, denunciaron los más altos funcionarios diplomáticos y militares del país.

Hoy los secretarios de Estado, Hillary Clinton, y de Defensa, Robert Gates, expresaron su preocupación porque los actos de este hombre podrían provocar graves daños a Estados Unidos. Ayer, la Casa Blanca y altos mandos militares expresa- ron lo mismo. Ante tal poderío, el hombre rehúsa ceder y esta mañana reiteró su decisión de continuar con sus acciones al parecer tan peligrosas.

El hombre no es un extranjero, ni forma parte de una amenaza terrorista, sino es un tal Terry Jones, pastor de una pequeña y casi desconocida iglesia bautista en la ciudad de Gainesville, Florida. Ha atraído la atención mundial al declarar su intención de marcar el noveno aniversario del 11 de septiembre haciendo una quema de ejemplares del Corán.

“Creo es que lamentable que un pastor de Gainesville, Florida, con una iglesia de no más de 50 feligreses, pueda llevar a cabo este plan atroz, preocupante, vergonzoso y obtener la atención del mundo… no representa de ninguna manera a Estados Unidos o a los estadunidenses, ni al gobierno o a los líderes religiosos o políticos”, afirmó esta mañana la secretaria Clinton.

Gates se sumó al coro advirtiendo, por medio de su vocero en el Pentágono, de las severas consecuencias que podría provocar quemar el Corán, al secundar lo expresado ayer por el general David Petraeus –comandante de las tropas en Afganistán–, quien declaró que esa acción podría poner en jaque la seguridad de nuestros soldados y civiles y advirtió que podría hacer más difícil la misión militar en ese país.

El embajador de Washington en Irak, James Jeffrey, y el general Lloyd Austin, comandante de los 50 mil efectivos estadunidenses en ese país, también condenaron la acción prometida por Terry Jones.

Hoy se informó que el secretario general de la Organización de Naciones Unidas se sumó a las expresiones de alarma, como hizo ayer el Vaticano. Líderes nacionales protestantes, católicos, judíos y obviamente musulmanes aquí han condenado el plan y llamado a la tolerancia entre todos.

No estamos convencidos de que lo correcto sea cancelar el plan, sostuvo Jones esta mañana, informó la agencia Reuters. Una quema del Corán es para llamar la atención sobre que algo está mal. Necesitamos ponernos de pie y enfrentar el terrorismo, afirmó el también autor del libro Islam es el Diablo. Cerca de donde se encontraba había un anuncio pintado en el que se leía Día internacional de quema un Corán. Informó que ya tenía unos 200 ejemplares del libro sagrado musulmán para quemar. Antes dijo haber recibido múltiples llamadas, algunas amenazas de muerte y otras expresiones de apoyo. Tal vez por falta de fe plena en algún salvador, dice que porta una pistola para defenderse.

Algunos que han condenado la acción, como el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg (quien ha mantenido firme apoyo a la construcción de un centro y una mezquita musulmanes cerca de la zona cero, lo que también ha provocado un intenso debate nacional), señalan que se debe respetar el derecho constitucional de libertad de expresión. Por ello, indican autoridades federales y locales, no pueden prohibir la acción. Sin embargo, las autoridades municipales de Gainesville no aprobaron la solicitud de Jones de encender una pira al aire libre.

Por desgracia, Clinton se equivoca en que la presunta acción no representa a una parte de Estados Unidos. Aunque la iglesia en Florida involucrada en este caso es microscópica, las expresiones antislámicas se han intensificado en varias partes de este país, nutridas por políticos y comentaristas de derecha, algo que recibió impulso inicial por el 11-S y después por el gobierno de George W. Bus, quien enmarcó su política en una especie de cruzada cristiana, y ahora se intensifica con gran éxito por sectores conservadores con fines políticos en una coyuntura electoral.

La propuesta de construir un centro musulmán y una mezquita a dos cuadras de la zona cero en Nueva York es ejemplo de cómo esta manipulación antislámica ha rendido fruto. Una mayoría de estadunidenses (dos tercios) se oponen al proyecto sobre todo por su ubicación, revela una nueva encuesta del Washington Post/ABC News publicada hoy. Más alarmante es que el sondeo registra que un 49 por ciento de los estadunidenses tiene una opinión desfavorable del Islam y sólo 37 por ciento favorable, lo cual es el nivel más negativo en estas encuestas desde octubre de 2001. Además, casi un tercio de los estadunidenses creen que el Islam promueve la violencia (aunque una mayoría afirman que es una religión pacífica).

Al parecer, el peligro fundamentalista extremista aquí en casa podría descarrilar la misión oficial de enfrentarlo en tierras ajenas.