Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 26 de septiembre de 2010 Num: 812

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Pedro Infante y el revolucionario romántico
MIRIAM JIMÉNEZ

Los dioses de Berlín Alexanderplatz
LOREL HERNÁNDEZ

La visita cariñosa de la Patria
ALEJANDRO ARTEAGA

La literatura del narcotráfico
ORLANDO ORTIZ

Los papeles del narco
JORGE MOCH

El Museo del Gordo y el Flaco
RICARDO BADA

Leer

Columnas:
Galería
ADRIANA DEL MORAL

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 

Ana García Bergua

Cómo escribir un buen currículum

Dada la imperiosa necesidad de trabajo que actualmente sufre gran parte de la población mexicana, me pareció útil ofrecer, sin costo alguno, los consejos del maestro Heliodoro Avendaño, decano de la preparatoria 22 y miembro prominente de la Asociación Internacional de Personas que Vagan por los Parques, para entregar un currículum ante el que el empresario más exigente estalle en aplausos, ofertas monetarias e infinitas y variadas prestaciones laborales. Tome usted nota con su pluma más elegante y no ahorre tinta ni sudor a la hora de copiar sus interesantes directrices:

“Imposible conseguir un trabajo decente si usted no le da la importancia debida a lo que ha logrado en el curso de los años. Así, por ejemplo, no se limite a escribir con tanta humildad como suele:  ‘redactó para la fábrica de refrescos La Ocasión Refrescante el informe de ventas 2004’ .No, no. Hay que batir los hechos, para que levanten espuma:  ‘El informe de ventas realizado por el autor de este currículum para la Fábrica de Refrescos la Ocasión Refrescante permitió a esta importante manufacturera, cuyos productos se distribuían en un amplio radio de cinco kilómetros, trescientos centímetros, enfrentar la importante crisis de aquel año y modificar sus estrategias de producción, convirtiéndose en la Fábrica de Enchufes y Cables La Ocasión Electrizante’. Qué tal, ¿eh? Omita la parte en que La Ocasión Electrizante incendia el amplio radio de cinco kilómetros que abarcaron sus productos: no es necesario cansar al lector, mucho menos si será nuestro jefe.”

“Tampoco diga, así nomás, como si fuera cualquier cosa: ‘fue mesero durante un mes en el restaurante La Pagoda Austríaca, de la colonia Roma’. Así a nadie le darán empleo.A la gente le gusta escuchar cosas graves, solemnes y complicadas: ‘incursionó en el apasionante negocio de la hostelería, ofreciendo los productos alimenticios de la empresa La Pagoda Austríaca a una amplia gama de consumidores directamente en sus mesas’. ¿Ya entendió?”

El maestro Avendaño está convencido de que cualquier párrafo que permita permanecer sentado a quien lo lee más tiempo del necesario, tomando café y dilucidando qué quiso decir el redactor, y que además suene tan importante que le dé vergüenza aceptar que no entiende nada, tendrá más éxito que algo que se lee con rapidez y se entiende perfectamente, lo cual es básicamente sospechoso. Complique, infle, adorne con merengue y prosperará: “En 1975 organicé para la Conasupo la fiesta de los casi quinientos años de la Invención del Chocolate con Leche” suena muy desangelado, si no viene seguido de: “este importante evento contó con la participación de prominentes invitados, como el alcalde de Santa Babilonia de las Moras y el jefe delegacional de Parangaricutirimícuaro mártir…”, por ejemplo. Hasta la fecha, nadie sabe qué quiere decir “evento” exactamente, pero hasta la fiesta infantil más elemental, sin mago ni payaso, se vuelve importante disfrazada de evento.

“Tampoco diga nunca ‘hacer’: cocinar, construir, pintar, martillar o componer sinfonías, pues todo puede ser ‘implementar’, una palabra que está de moda desde hace tiempo y goza de la aceptación y el gusto de quienes la escriben, quienes la leen, y sobre todo quienes no la leen. Por ejemplo: ‘implementó diez suéteres para la mercería Patricia, con lanas azul claro de la mejor calidad, para niño y niña, de siete tallas’; ‘implementó unos tacos al pastor que le valieron el título de Príncipe del Taco en la colonia Obrero Mundial.’”

“Y al final, no olvide escribir su misión, su visión y sus valores, como hace todo businessman que se respete, intentando, de preferencia, que concuerden con los de su posible empleador: ‘Mi misión es cumplir siempre mis labores con el máximo esfuerzo de que soy capaz, procurando especialmente que los Calcetines Chilotepec lleguen hasta el último rincón de los hogares mexicanos.’ ‘Mi visión es un México próspero, que ocupe el primer lugar en la producción editorial y especialmente la de yámbicos eólicos a nivel mundial’ (no olvide soltar ‘a nivel mundial’ cada que pueda). ‘Mis valores son la seriedad, la honradez y la procuración de la salud, ésta última debida, sobre todo, a la pomada La Hermosura que todo lo cura.’”

Si todos seguimos los consejos del maestro Avendaño no le faltará trabajo a nadie en este, como le llaman, bello país, y todos seremos felices implementando eventos y concibiendo visiones y misiones, eso sí, a nivel mundial.