Buenos Aires, 28 de septiembre. Bajo la consigna la ley de medios es para todos, para los monopolios también, organizaciones políticas y sociales marcharon por calles céntricas de esta capital, para manifestarse frente al Palacio de Tribunales en defensa de la Ley de Medios Audivisuales, que el Congreso argentino aprobó el año pasado y que está trabada por una serie de acciones judiciales, sobre los que tiene que decidir la Corte Suprema.

Esta ley que remplazó a la Ley de Radiofusión de la pasada dictadura (1976-1983) fue sancionada el 10 de octubre de 2010, pero los dueños de los grandes medios masivos, y sus allegados políticos y económicos, comenzaron a imponer una serie de trabas jurídicas.

Se debió esperar unos 10 meses para que al fin, y con intervención de la Corte Suprema, pudiera comenzar a reglamentarse la legislación en algunos puntos.

Necesitamos que la ley se aplique en forma pareja, dijo –durante la marcha que exigía su aplicación inmediata– el coordinador general de Servicios de Comunicación Audiovisual, Luis Lázaro, quien advirtió que la concentración monopólica ahoga la posibilidad de vivir en democracia.

Sostuvo que los organizadores de la marcha plantean “que no haya diferencias a partir de las presiones o el poder que tienen algunos grupos como Clarín”.

Encabezando la movilización estaban los integrantes de la Coalición para una Radiodifusión Democrática, y concurrieron además dirigentes sindicales, de derechos humanos, profesionales y artistas.

La mayoría de ellos denostó el uso de recursos judiciales para tratar de detener esta legislación fruto de más de 20 años de trabajo participativo en todo el país, y de los que aportaron las universidades en su redacción.

También consideraron que de esta manera los dueños del poder intentan comprar tiempo y apuestan al desgaste político y a un recambio de gobierno pensando que pueden tener mejores condiciones como las han tenido históricamente a partir de oscuras negociaciones con los gobiernos de turno, impidiendo que el Congreso avanzara con alguna ley.

También Néstor Busso, titular de la Federación Argentina de Radios Comunitarias y miembro del Consejo Federal de Radiodifusión, dijo que se había decidido salir a la calle para reforzar el poder de la Corte Suprema de Justicia. Es decir, la corte tiene toda la fuerza y todo el apoyo popular para hacer cumplir la ley.

De la misma manera denunció como lobbistas profesionales a los grupos concentrados que se reúnen pretendidamente en secreto con las autoridades de la corte para presionar al máximo tribunal. En esto se hizo referencia a la presencia de Héctor Magnetto, director ejecutivo del Grupo Clarín, a quien se vio saliendo de la corte en medio de este conflicto.

También el mismo personaje se reunió con la dirigencia opositora más virulenta para planear una ofensiva contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en lo que todos los argentinos pronostican aquí como la madre de todas las batallas para impedir que disminuya el poder mediático que han mantenido estos grupos en el país.

Dijo Busso que los que luchamos por una Ley de Medios Audiovisuales para todos, actuamos a la luz del día, en la calle, en forma transparente, no vamos a hacer otra cosa que manifestar el pedido de que la legislación se cumpla, tan simple como eso.

Hubo voces diversas. El titular del Frente Grande y subsecretario de Integración Económica Americana y el Mercado Común del Sur de la cancillería, Eduardo Sigal, sostuvo que la manifestación expresó a la Corte Suprema la demanda de que ya no se trabe más una ley tan importante para avanzar hacia la democratización del sistema de comunicación.

También explicó que el país está sacudiéndose de todas las rémoras de la dictadura y la democratización que alcanza a toda la sociedad también tiene que llegar a los medios, y demandó terminar con el condicionamiento en la información pública y con el cercenamiento de las opiniones.