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Luis Hernández presenta obra editada por La Jornada y el gobierno local

Defiende Coahuila a través de sus museos el patrimonio cultural

Se busca alimentar la identidad, dice el gobernador Humberto Moreira

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El gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, en la presentación de la obraFoto La Jornada
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 8 de octubre de 2010, p. 35

Saltillo, Coah., 7 de octubre. Para calibrar adecuadamente la importancia de un libro, como Coahuila a través de sus museos, es importante contrastar su publicación con la ofensiva del gobierno federal para desamortizar los bienes históricos y culturales y ofrecerlos en bandeja de plata a la industria del turismo y la recreación, comentó Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de La Jornada.

Al presentar el libro que La Jornada editó junto con el gobierno estatal, el periodista consideró que museos como el del Sarape y trajes típicos son una trinchera central en la defensa del patrimonio cultural e histórico, pues con la apertura comercial vigente, México “se dispone a importar tequila hecho en Japón, imágenes de la Virgen de Guadalupe fabricadas en China y sarapes de Saltillo made in Taiwán”.

En el acto, realizado la tarde del miércoles en el patio de palacio de gobierno, estuvieron el gobernador Humberto Moreira Valdés; la editora del tomo y coordinadora de la sección Estados de La Jornada, Mireya Cuéllar Hernández; el escritor Javier Villarreal Lozano; el director del Instituto Coahuilense de Cultura, Armando Guerra Guerra, además de cronistas, historiadores, directivos y personal de los museos y universidades del estado.

Hernández Navarro denunció el intento de autoridades federales por quitarle a la historia su fuerza constituyente y hacer de la celebración del pasado un show estilo Las Vegas. Reprobó la frivolidad del gobierno de Felipe Calderón en festejos oficiales sobre acontecimientos como la Independencia y la Revolución, que se convirtieron en “una mezcla de espectáculo de medio tiempo de una final de partido de futbol americano y un show multimedia”, con ganancias comerciales para algunos.

“Se trató de waltdisneyizar la historia contratando a un organizador de ceremonias de oropel, tal como se quiere hacer con las zonas arqueológicas del país y el patrimonio histórico; se convirtió la celebración del pasado en un espectáculo televisivo, en diversión deslumbrante para apantallar al respetable, en circo con pretensiones de inmortalidad en el que se lanza incienso a héroes convertidos en personajes de cómic”.

Asimiló las fiestas del bicentenario con un espectáculo similar al del Tazón de las Rosas en California y lo comparó con lo hecho en Coahuila, donde se edita un libro que da cuenta de una parte muy importante del patrimonio histórico y cultural de una entidad federativa, y ante la frivolidad de una conmemoración que se agota con el estallido de sus fuegos artificiales, aquí se cuenta con una obra de arte, bella, elegante, magníficamente editada por Mireya Cuéllar, que divulga la diversidad y riqueza museística de un estado.

Dijo que así como el actual régimen pretende mercantilizar el patrimonio arqueológico, artístico e histórico del país, Vicente Fox mochó el águila y la serpiente del escudo nacional, quiso hacer de los emblemas religiosos símbolo distintivo de su gobierno y del mercado una escuela de virtud para la administración pública.

Describió a los museos, siguiendo a George Henri Riviere, primer director del Consejo Internacional de Museos, como espacios democráticos y templos laicos donde se albergan, conservan y exponen contenidos de valor cultural, histórico, científico de acceso para la mayoría de la población; son lugares ideales para reunir a ciudadanos, académicos y a distintos grupos sociales a conversar sobre temas de interés común y proveen estímulos y gozo intelectual para personas de cualquier edad y condición económica y pueden ser herramienta de cambio social, no un lujo que se da cualquier ciudad que posee alguno.

Destacó que en un momento en el que hay una agresión contra el normalismo y la educación pública, Coahuila sea el único estado del país en dedicar un museo al normalismo, donde se destaquen trayectorias como la del coahuilense José Santos Valdés, uno de los más grandes e importantes pedagogos que nuestro país ha tenido, a quien distintos gobiernos castigaron con el látigo de su desprecio por su insumisión.

Sobre el libro Coahuila a través de sus museos, el gobernador Humberto Moreira aseguró que se trata de la mejor obra impresa de su gobierno y anunció que la primera edición de 2 mil ejemplares se distribuirá en los espacios culturales de la entidad para la consulta de académicos y visitantes.

Al construir 20 museos en los cinco años recientes, dijo, Coahuila hace un esfuerzo para alimentar su identidad y cuidar su patrimonio. Dijo que debido a que esta entidad no tiene playas, su administración quiso hacer de los espacios culturales, entre ellos los museos, lugares donde la gente vaya y tenga recreación y esparcimiento.