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Ver día anteriorDomingo 17 de octubre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Madrid en peligro

Desde Otras Ciudades
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Una de las sedes de los bomberos de Madrid Armando G. TejedaFoto Armando G. Tejeda
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adrid está en peligro. Al menos eso es lo que asegura el Cuerpo de Bomberos de la capital española, el colectivo público mejor valorado por la ciudadanía, notablemente más reconocido que la clase política, a la que, al contrario, la sitúan como un problema como el desempleo o la corrupción. Los bomberos madrileños mantienen desde hace más de dos años una intensa movilización contra la precariedad de los servicios y de personal y la mala gestión del grupo. El responsable: el Ayuntamiento, gobernado por el conservador Alberto Ruiz-Gallardón.

La máxima con la seguridad no se juega no se aplica en Madrid. Una ciudad de más de cuatro millones de habitantes, sin contar la zona conurbada, que cuenta con un parque inmobiliario bien conservado, pero también con numerosos edificios de más de 30 años y, en consecuencia, con carencias en los sistemas de seguridad del sistema eléctrico. Esta es una realidad que reconocen tanto las autoridades como los responsables de apagar potenciales incendios, los bomberos, pero esto no ha evitado el agrio enfrentamiento entre los miembros de este servicio con los que en teoría son los responsables de dotarles de buenas herramientas y dirigirlos, los políticos.

La denuncia de los bomberos es nítida. Madrid está en peligro. Y lo está porque, según ellos, los vehículos de primera respuesta tienen más de 30 años de antigüedad, están deteriorados y con golpes, hay una plantilla escasa para atender la demanda permanente de urgencias y se abusa de las horas extra, lo que, además, deteriora la capacidad de respuesta.

Los bomberos y muchos oficiales están remitiendo informes al jefe de extinción de incendios del ayuntamiento. Hay una situación grave en Madrid y vamos a seguir denunciando. Siempre que estemos bajo esos mínimos Madrid seguirá en peligro, explicó el bombero Óscar Pascual, uno de los voceros de la movilización contra la precariedad y contra la política de enfrentamiento del Ayuntamiento, que en lugar de buscar la conciliación les ha citado en los tribunales para dirimir las diferencias.

Mientras los jueces deciden, los bomberos madrileños salen a la calle a protestar y han llenado sus edificios de pancartas reivindicativas en las que se le informa al ciudadano que está en peligro, que trabajan en condiciones de precariedad y que el responsable es el Ayuntamiento.

Armando G. Tejeda, corresponsal