Sociedad y Justicia
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Las responsabilidades del fundador no pueden ser transferidas a la congregación: delegado

Crea el Vaticano comisión para atender a víctimas de legionarios

Velasio de Paolis: se conformará otro grupo de trabajo para analizar el reglamento de la orden

 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de octubre de 2010, p. 40

Ciudad del Vaticano, 21 de octubre. El delegado papal ante la Legión de Cristo, Velasio de Paolis, anunció el establecimiento de una comisión interna para atender a personas que eleven reclamos contra el instituto religioso, entre ellos las víctimas de Marcial Maciel.

En una carta remitida a todos los miembros de la Legión, el enviado pontificio hizo una serie de precisiones sobre su labor y anticipó la conformación de otro grupo de trabajo que analizará la constitución de la orden, es decir su reglamento interno.

Se proyecta la necesidad de una comisión de acercamiento de quienes, de diversas maneras, elevan pretensiones en relación con la Legión y de una comisión para los problemas de orden económico, indicó De Paolis en la carta difundida en Roma este jueves.

El texto, de siete páginas y con fecha 19 de octubre, dio un espaldarazo a los actuales superiores de la congregación, a quienes pareció exonerar de haber conocido los crímenes cometidos por el fundador, cuyas culpas, dijo, no pueden trasladarse a sus seguidores.

La mayor parte de los legionarios, ante la situación del fundador, ha reaccionado positivamente. La Legión ha sido aprobada por la Iglesia y no puede no ser considerada como una obra de Dios. Las responsabilidades del fundador no pueden ser transferidas a la congregación, argumentó.

De Paolis reconoció que algunos legionarios consideran que sus actuales superiores no podían desconocer las culpas de Maciel y, al callarlas, habrían mentido, pero agregó que “el problema no es tan simple.

Las distintas denuncias publicadas en diversos medios desde los años noventa eran bien conocidas, también para los superiores de la congregación, aceptó.

“Pero otra cosa –agregó– es tener las pruebas de lo fundado de tales denuncias y más todavía la certeza de ellas. Ésta llegó sólo mucho más tarde y gradualmente. Se impone la exigencia de rencontrar la confianza, para la necesaria colaboración”.

En otra parte de la misiva, De Paolis ofreció un apoyo abierto al director general, Álvaro Corcuera, y al vicario, Luis Garza Medina, al aclarar que la Legión no fue puesta bajo la autoridad de un comisario, sino de un delegado que acompañará la renovación.

Explicó que en el decreto de su nombramiento se reconoce y confirma a los superiores actuales quienes son la primera instancia para tratar los problemas de la Legión y pidió a todos los religiosos a dirigirse con ellos para expresar sus inquietudes.

Ellos, subrayó, deben organizar, estimular, suscitar y comprometer a todos, activa y ordenadamente, en esta renovación que deberá concretarse en la realización de un Capítulo Extraordinario, una asamblea general donde se decidirá el futuro.

Según el delegado pontificio de este Capítulo, que debería llevarse a cabo dentro de dos o tres años, deberá salir un nuevo texto de reglamento interno que debería someterse a la aprobación de la sede apostólica.

Además invitó calurosamente a todos los legionarios a abandonar sospechas y desconfianzas y a obrar concretamente para el bien de la congregación, sin quedarse en el pasado y sin alimentar divisiones.

De hecho en varias partes de la carta, el enviado papal alertó contra el peligro de la división interna a causa de un posible “actuar arrebatado.

Si proceden unidos y respetándose unos a otros, el camino será expedito y seguro; si nos dejamos llevar por la voluntad de prevalecer, y de imponer las propias ideas contra los demás, el naufragio es cierto, advirtió.

La misiva reveló también que muchos legionarios quisieran agilizar los tiempos de la renovación, pero les solicitó tener paciencia.

Informó que en semanas recientes muchos sacerdotes han expresado sugerencias, perplejidades, dudas y dificultades, sobre la reglamentación, el ejercicio de la autoridad y el nombramiento de superiores o cambios.

Afirmó que el clamor mediático en torno a Maciel y sus delitos ha provocado una disminución en el número de aspirantes a ingresar en la congregación, mientras algunos sacerdotes han expresado su voluntad de abandonar la misma.

No se puede negar que no pocas cosas se han de cambiar o mejorar tras una seria ponderación; otras, y son las fundamentales, acerca de la vida religiosa y sacerdotal, se han de conservar y promover, señaló.

De Paolis dedicó también una parte de su carta a abordar el tema del carisma, el espíritu de los legionarios de Cristo, el cual –por petición del papa Benedicto XVI– se debe modificar.

En este sentido recordó que la Iglesia ha emprendido una nueva evangelización y por ello El Vaticano ha establecido un consejo pontificio para ello. Pienso que la congregación encuentra precisamente en este campo su espacio de servicio, insistió.

El choque provocado por las acciones del fundador fue de un impacto terrible, capaz de destruir la misma congregación, como, por lo demás, tantos vaticinaban. En cambio ella no sólo sobrevive, sino que está casi intacta en su vitalidad, sostuvo.

A mí me parece que se puede y se debe esperar en positivo camino de renovación. Hay en el horizonte muchos signos que hacen pensar en una meta positiva al término del camino, sentenció.