Opinión
Ver día anteriorLunes 25 de octubre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

¿Crecimiento y empleo?

Presupuesto tijereteado

Discurso contra realidad

S

i el Senado aprueba sin más la ley de ingresos para 2011 –la cual no alteró un ápice el desequilibrado cuan injusto reparto de la carga fiscal entre los mexicanos–, la misma que los diputados aprobaron días atrás, ahora los inquilinos de San Lázaro se enfrascarán en tremenda lucha por el reparto del aparentemente enorme pastel presupuestario. Será batalla campal para determinar cómo y a quién se repartirán poco más de 3.4 billones de pesos para el próximo año (algo así como 270 mil millones de dólares), a sabiendas que la mayor parte de ese monto ya está comprometido para el pago de nómina y prestaciones burocráticas, creciente gasto corriente en general, servicio de la deuda (externa e interna), cobertura de pensiones y jubilaciones, aportaciones a los estados y otras menudencias que consumen 92 centavos de cada peso del presupuesto federal.

Según el inquilino de Los Pinos su propuesta presupuestal para 2011 impulsa el crecimiento, la creación de empleos y genera oportunidades para todos los mexicanos, amén que garantiza la seguridad y el combate al crimen organizado. Se oye bien, pero con tan ocho centavos de cada peso aprobado en el presupuesto federal ¿cómo supone alcanzar esos objetivos? (los mismos, igualmente fallidos, que los prometidos en años anteriores). De entrada, se requieren recursos (con los que obviamente no cuenta) y mayor gasto productivo, lo que tampoco está dispuesto a ejercer, porque para él lo importante es contar con atractivo balance macroeconómico y déficit público cercano a cero por ciento, aunque sea de forma maquillada.

Para el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas la propuesta presupuestal calderonista para 2011 no es distinta a la de años precios. De hecho, para el próximo año se confirma que la prioridad gubernamental es el gasto corriente, en detrimento del gasto de inversión. El primero tendría un incremento real de 2.1 por ciento en comparación con el estimado para 2010, mientras el segundo caería, también en términos reales, 1.8 por ciento, con lo que el supuesto impulso al crecimiento económico y la generación de empleo será prácticamente nulo. Las cifras de gasto público contenidas en la propuesta de Felipe Calderón hacen relativas las intenciones de la política económica, toda vez que para 2011 se propone una menor participación del sector público en la economía ya que el gasto público como proporción del PIB será menor al de 2010 en casi un punto porcentual, al pasar de 24.3 a 23.7, si se compara contra el gasto estimado para el cierre de 2010. Resultado de lo anterior, el gasto público apenas crecerá 1.53 por ciento en términos reales respecto del gasto aprobado en 2010. La Secretaría de Hacienda acepta que se trata de un austero proyecto de presupuesto de egresos, pero que privilegia el uso eficiente de los recursos públicos. Por lo que puede concebirse como una política de gasto inercial cuyo principal objetivo es la recuperación del equilibrio fiscal.

Así, en el discurso propone crecimiento, generación de empleo, seguridad y bienestar social, pero a la hora de desmenuzar su propuesta en materia de gasto público queda más claro que el agua que su intención es diametralmente contraria a su dicho, por ejemplo en materia educativa, en donde se constata una caída real en la asignación presupuestal en prácticamente todo los renglones del sector. Para 2011 el presupuesto propuesto para la Secretaría de Educación Pública se reduciría 0.4 por ciento en términos reales, lo que ya es delicado. Sin embargo, de los 107 renglones en los que se desmenuza el presupuesto de esta dependencia, 69 registran caídas en términos reales (65 por ciento del total), cuatro no reportan cambios y apenas 34 observan alzas, marginales en la mayoría de los casos.

Por ejemplo, para 2011 Calderón propone reducción presupuestal en 29 (93.5 por ciento del total) de las 31 oficinas estatales de Servicios Federales de Apoyo a la Educación. Las excepciones son Zacatecas y Morelos, con aumentos de 0.4 y 0.6 por ciento, respectivamente. Entre los recortes sobresale el de Chiapas (8.9 por ciento en términos reales), Quintana Roo (6.9), Tamaulipas (5.6), Tabasco (5.4), Tlaxcala (4.9) y Nayarit (4 por ciento). El presupuesto de la Coordinación General de Oficinas de Servicios Federales de Apoyo a la Educación se desplomaría 11.9, y 14.6 por ciento el de la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe, ambas en términos reales (descontada la inflación).

Otros ejemplos de recortes presupuestales en el sector educativo: Subsecretaría de Educación Básica (92 por ciento, en términos reales); Dirección General de Tecnología de la Información (79); Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (45.2); Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (21.4), Dirección General de Educación Indígena (17.4); Instituto Mexicano de Cinematografía (14.9); Colegio de Bachilleres (12.8); Coordinación Nacional de Carrera Magisterial (12.1) y Dirección General de Formación Continua de Maestros en Servicio (9.2).

Lo mismo acontece en sectores estratégicos y generadores de empleo, como en Comunicaciones y Transportes, donde el presupuesto general cae 19.7 por ciento en términos reales. También cae el presupuesto en cada uno de los 31 centros estatales de la SCT; igualmente, el de ASA, Dirección General de Carreteras, Comisión Federal de Telecomunicaciones, Servicio Postal Mexicano, Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos y Telecomunicaciones de México.

En el sector salud se observa algo similar, al igual que en las secretarías del Trabajo, Reforma Agraria, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Energía y Desarrollo Social. Eso sí, aumenta en términos reales el de Presidencia de la República, Gobernación, Seguridad Pública, Marina y Defensa Nacional. Entonces, ¿crecimiento y empleo?

Las rebanadas del pastel

Javier Lozano Alarcón dobló las manos: se vio en la penosa necesidad de remover a su bocón subsecretario del Trabajo, Álvaro Castro, aunque no para echarlo a la calle sino para cobijarlo cínicamente en la coordinación de asesores de la dependencia supuestamente a su cargo. Le dio gusto al senador Ricardo Cervantes, quien contó con total apoyo de sus colegas en Xicoténcatl. ¡Qué bueno!, el honor del Legislativo ha sido reivindicado, pero quienes pierden, como siempre, son las viudas de Pasta de Conchos y el país: con todo y alharaca, los cuerpos de los mineros no serán rescatados y los responsables se mantendrán impunes. Es decir, el estado de cosas no cambia.