La Unión de Expendedores y Voceadores de los periódicos de México presentó ayer el libro Voces de la libertad, que da cuenta de historias, vicisitudes y realidades que han vivido niños, hombres y mujeres que han dedicado su vida a este trabajo desde la época del México posindependiente, hace casi 200 años. Casi un centenar de fotografías del fondo Casasola, tomadas a lo largo del siglo pasado, ilustran la obra.

En la presentación, realizada en la sala Fernando Benítez de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el coordinador del libro, el periodista José Luis Camacho, recordó que por su oficio de difundir noticias, los miembros del gremio de los voceadores han sido víctimas de asesinato, lesiones, persecución, cárcel y censura en diferentes etapas de la historia del país, de acuerdo con los testimonios y las investigaciones del texto, editado con el apoyo de la UNAM y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Señaló que en la historia reciente, siete voceadores han sido asesinados: cuatro en este año, en Ciudad Juárez, y tres más en Oaxaca, en 2007. Han sido víctimas de quienes intentan acallar y silenciar a la prensa asesinando periodistas, desapareciéndolos o secuestrándolos, intimidando medios de comunicación colocando bombas en sus instalaciones y asesinando voceadores, destacó Camacho.

Por su parte, el secretario general del los voceadores, Raúl Ramos Rivadeneyra, denunció el acoso, que ahora viene del crimen organizado, y que ha cobrado la vida de varios de sus compañeros en años recientes. Además, el gremio tiene enfrente grandes desafíos, como es la llegada de nuevas tecnologías y lo que ello representa para la difusión de las noticias impresas.

Abundó que las ventas del gremio han caído casi 40 por ciento en los últimos años, por lo que ya trabajan en un proceso de modernización, en el cual están involucrados los agremiados en los más de 7 mil 500 puntos de venta, quienes están convencidos de que los medios impresos no van a desaparecer.

Es cierto, los tiempos cambian, las nuevas tecnologías son avasallantes, pero siempre hay palabras que no pueden estar en el aire, sino que necesitan estar en el papel, dijo el secretario general de La Unión, creada formalmente en 1923.

La obra contiene 96 fotografías del Fondo Casasola, propiedad de la fototeca del INAH, todas vinculadas con el tema de los voceadores, además de investigaciones y los testimonios de Cristina Pacheco, Elena Poniatowska, Jacobo Zabludovsky, Carlos Monsiváis y Carlos Fuentes, entre otras grandes plumas.

“Los voceadores somos muy cercanos a la gente; aunque aparentemente somos invisibles, también hemos sido espectadores y protagonistas de los momentos importantes en la historia del país. Primero fuimos conocidos como papeleros por nuestro trabajo en la distribución de publicaciones impresas. Los voceadores somos parte de la libertad de expresión, de la economía, de la antropología social y de manera destacada, de la cultura”, escribe Raúl Ramos en la introducción del libro.