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Legalizar la mariguana: cuestión de tiempo
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Estudiantes protestan por la violencia en Ciudad Juárez, el martes pasadoFoto Ap
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a Proposición 19, iniciativa referente a legalizar la mariguana en California, no obtuvo mayoría de votos este martes, pero representa una victoria extraordinaria para el movimiento que persigue ese objetivo.

Lo más importante es la forma en que su sola presencia en la casilla, combinada con una campaña bien orquestada, ha transformado el diálogo público sobre la mariguana y la política referente a ella. La cobertura mediática, no sólo en California, sino en todo el país y el extranjero, ha sido excepcional en calidad y cantidad. Más personas sabían de la Proposición 19 que de cualquier otra medida sometida a referendo este año, no sólo en el estado, sino en todo Estados Unidos.

El debate está pasando de si se debe legalizar la mariguana a la forma de hacerlo. Un vocero de la campaña No a la 19 reconoció que hasta sus partidarios estaban divididos entre los que se oponían a la legalización y los que estaban en favor de ella pero desconfiaban de las disposiciones específicas de la iniciativa o de las amenazas del gobierno federal de bloquear su puesta en vigor.

La Proposición 19 elevó y legitimó el discurso público respecto de la mariguana. Es el número, pequeño pero en aumento, de funcionarios electos que la respaldaron o dijeron que votarían por ella, y las cada vez más frecuentes expresiones en privado de candidatos y funcionarios electos que lamentaban no poder manifestar en público su opinión favorable. Es el número cada vez mayor de organismos que declaran su aval.

La atención internacional, en especial en América Latina, ha sido extensa. Tanto el presidente mexicano Felipe Calderón como el colombiano Santos criticaron la Proposición 19, considerándola una prueba de la inconsistencia de la política estadunidense sobre las drogas. Pero la posibilidad de que la iniciativa ganara impulsó a ambos presidentes a llamar a un debate más abierto en torno a la legalización y otras alternativas a la política actual sobre narcóticos. Diplomáticos mexicanos criticaban en público la Proposición 19, pero en privado expresaban el deseo de que ganara. Nadie creía que una victoria de la iniciativa acabara de inmediato con el negocio de los violentos cárteles mexicanos del narcotráfico, pero todos reconocían que representaría un paso importante hacia la legalización de la mariguana en ambos lados de la frontera. Y que eso socavaría en definitiva a las organizaciones criminales, las cuales perderían su ventaja competitiva, de la misma forma en que el levantamiento de la prohibición del alcohol acabó a la larga con los destiladores clandestinos.

“Qué grandioso sería que California pusiera el ejemplo –dijo en una entrevista de radio el ex presidente mexicano Vicente Fox–. Dios quiera que se apruebe. Los demás estados lo tendrían que seguir.”

Ahora hay evidencia sólida y creciente de que la legalización de la mariguana es un tema que preocupa mucho a los jóvenes. Los dos principales partidos no tienen más opción que prestar atención, en especial cuando las lealtades políticas de los votantes jóvenes están por definirse. Los demócratas estiman, con razón, que el tema de la mariguana les puede acarrear más votos a ellos que a los republicanos. Al preguntársele qué podría atraer de nuevo a los jóvenes que votaron por primera vez por Barack Obama, el presidente del Partido Demócrata de California, John Burton, respondió con dos palabras: La yerba.

Es notable que Meg Whitman, candidata republicana a gobernadora de California, no hiciera campaña activa contra la Proposición 19, con toda probabilidad porque no deseaba alejar a los jóvenes que no se identifican con los demócratas, pero que tienen fuerte inclinación por legalizar la droga. Ciudadanos jóvenes de todo el espectro político se inclinan cada vez más por propuestas libertarias, en especial en temas como la mariguana.

La Proposición 19 ya puede reclamar una victoria sólida: el gobernador Schwarzenegger puso en vigor una ley que reduce la penalidad por la posesión de mariguana de la de un delito menor a la de una infracción que no merece arresto, como lo sería una de tránsito. No es asunto pequeño en un estado donde los arrestos por poseer mariguana llegaron a 61 mil el año pasado, más o menos el triple de la cifra de 1990.

La demografía, la economía y los principios favorecen la supresión de la prohibición de la mariguana. Más de la mitad de los electores de California menores de 50 años de edad dijeron que votarían por la Proposición 19, y probablemente lo hicieron. Los votantes más jóvenes están en su mayoría en favor, y los de mayor edad son los que más se oponen. Entre tanto, los argumentos económicos se volverán cada vez más convincentes. La mariguana no se va a legalizar a sí misma, pero el impulso crece como nunca entre estadunidenses de todo el espectro político que piensan que es tiempo de sacar la yerba del clóset y del sistema de justicia penal.

* Fundador y director ejecutivo de la Drug Policy Alliance (www.drugpolicy.org)

Traducción: Jorge Anaya