Política
Ver día anteriorSábado 6 de noviembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Harold Mauricio Poveda, máximo proveedor de coca a cárteles entre 1998 y 2009

Delaciones allanan la caída del narco colombiano El Conejo
 
Periódico La Jornada
Sábado 6 de noviembre de 2010, p. 8

Revelaciones de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, y de Sergio Villarreal Barragán, El Grande, apuntalaron las investigaciones que llevaron a la captura del colombiano Harold Mauricio Poveda Ortega, El Conejo, considerado el principal proveedor de cocaína de los cárteles de Sinaloa y Beltrán Leyva entre 1998 y 2009.

Fuentes del gobierno federal revelaron que los dos ex operadores de la organización Beltrán Leyva, El Grande y La Barbie, apoyan las pesquisas de México y Estados Unidos contra bandas criminales, y así se logró detener en el Distrito Federal a Poveda Ortega, quien introducía en México más de 20 toneladas de cocaína al año desde 1998 por las costas del océano Pacífico.

El jefe de la División Antidrogas de la Policía Federal, Ramón Pequeño García, informó que la madrugada del viernes fue detenido Poveda Ortega, quien se inició en el narcotráfico en 1995 vendiendo drogas en discotecas y bares de la capital mexicana, y para 1998 se vinculó con Gerardo Álvarez, El Indio, quien lo contactó con Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, en ese entonces integrante del cártel de Sinaloa.

Para 2000, según la versión de la Policía Federal, trabajó para Diego León Montoya, Don Diego (compañero sentimental de Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico), en labores de enlace entre los cárteles del Norte del Valle y el de Sinaloa.

A sus 37 años, El Conejo cuenta con orden de localización y presentación por delitos contra la salud en la PGR, y enfrenta acusaciones en Estados Unidos por conspiración e importación de cocaína.

La información de la SSP federal señala que introducía a territorio mexicano entre dos y tres toneladas de cocaína al mes mediante lanchas rápidas o submarinos procedentes de las costas del Pacífico colombiano, arribando a Costa Rica y a Chiapas y Guerrero.

Supuestamente en sus acciones perdió un submarino con 6 toneladas de cocaína, por lo que quedó a deber 48 millones de dólares, de los cuales abonó 18 millones a sus enlaces en Colombia.

Pequeño García señaló que tras la muerte de Arturo Beltrán, El Conejo disminuyó considerablemente su actividad, por lo que se vio obligado a buscar otras opciones de compraventa y el último cargamento de cocaína que introdujo al país fue de 5 toneladas para Édgar Valdez Villarreal, quien no lo pagó (unos 40 millones de dólares).

De acuerdo con fuentes gubernamentales, las declaraciones de La Barbie y El Grande –en calidad de testigos protegidos– permitieron ubicar casas de seguridad de los operadores del cártel Beltrán Leyva, entre ellas la de la calle de Rocas, en el Pedregal, en el sur del Distrito Federal.

Sobre el sitio exacto de la captura de El Conejo, el funcionario respondió: “bueno… es una línea de investigación que ya traíamos de tiempo atrás... Bueno, hace más de dos años... A raíz de las últimas detenciones en este caso. El deceso de Arturo Beltrán Leyva, las detenciones de Édgar Valdez y de El Grande, bueno han surgido líneas que dieron ahora sí que... Nos encausaron (sic) para la captura de este personaje (sic)” .

Junto con Poveda fueron capturados la colombiana Juliana López Aguirre, y los mexicanos Martín Cruz Torres y Víctor Hugo Santos Lozano. Los cuatro fueron puestos a disposición de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.