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G-20 Seúl, Corea del Sur
El mundo va a la quiebra si países ricos sólo exportan y no consumen más: Lula

Plantea finalizar el monopolio del dólar como divisa de referencia

Reportan avance hacia un acuerdo sobre políticas monetarias

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El presidente estadunidense, Barack Obama, es cambiado de lugar por el mandatario de Corea del Sur, Lee Myung-bak (oculto), para que le tomen una foto. Los acompaña la esposa de este último, Kim Yoon-okFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 12 de noviembre de 2010, p. 2

Seúl, viernes 12 de noviembre. El grupo de las principales 20 economías del mundo (G-20) inició este jueves su quinta cumbre en busca de un acuerdo que ponga de nuevo en movimiento la economía global, en medio de un tenso debate por las políticas monetarias de Estados Unidos y China. En tanto, resurgía el temor a que Irlanda no pueda pagar su deuda, en un reflejo de los persistentes coletazos de la crisis, por lo que incluso la Unión Europea ya ofreció ayuda.

Como uno de los países afectados por la guerra de divisas –entre los que se encuentran México y Argentina–, Brasil, con su presidente a la cabeza, Luiz Inacio Lula da Silva, dejó en claro que defiende una acción global de las naciones para solucionar la actual guerra cambiaria, evitando así el proteccionismo que causaría mayor desequilibrio en la economía mundial.

El G-20, impulsado en 2008 en Washington, en el apogeo de la crisis financiera mundial, inició lo que promete ser la discusión más dura de su corta existencia.

La polémica por la guerra de divisas ha acentuado las diferencias entre los miembros del grupo de las 20 mayores economías desarrolladas y las emergentes, que las pone lejos del sentido de unidad alcanzado en plena crisis económica global hace dos años.

La cumbre se abrió con una cena oficial ofrecida por el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, en el Museo Nacional de este país, y concluye este viernes por la tarde.

El objetivo del encuentro, que por primera vez se realiza en un país emergente, apunta a aliviar las tensiones por los tipos de cambio generadas por los desequilibrios entre los países exportadores ricos y los endeudados importadores.

Por un lado, Estados Unidos y la Unión Europea acusan a China de mantener artificialmente bajo el tipo de cambio de su moneda para abaratar sus exportaciones. Por el otro, el anuncio la semana pasada de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de comprar bonos del Tesoro por 600 mil millones de dólares para reactivar la economía, lo que abarata el dólar, inconformó al resto del mundo, sobre todo a las naciones emergentes, porque temen que esa medida desate una marea de dinero que inunde sus mercados, elevando la inflación y los precios de los activos.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, defendieron que su país adopte medidas para alentar el consumo interno, en una economía que requiere generar empleos.

Una recuperación fuerte que crea puestos de trabajo, ingresos y consumo es la contribución más importante que Estados Unidos puede hacer para la reactivación global, expresó el mandatario en una carta enviada a sus pares del G-20.

Geithner opinó que el principal riesgo para el mundo es que las economías avanzadas no alcancen el crecimiento que deberían. Añadió que la recuperación mundial no puede depender del desarrollo de las economías emergentes, pues aunque crecen rápidamente, de forma colectiva representan sólo un tercio del producto interno bruto global.

El presidente Lula, convertido en uno de los voceros de los países emergentes, algunos de los cuales han quedado atrapados en esta pelea con sus monedas sufriendo presiones al alza, afirmó que las naciones industrializadas deben fomentar su consumo interno, ya que si sólo quieren apostar a las exportaciones el mundo va a la quiebra.

Demandó que el G-20 adopte acciones coordinadas para evitar que el mundo se encamine al proteccionismo comercial.

El mandatario brasileño defendió también un cambio en el sistema financiero internacional que permita romper el monopolio del dólar estadunidense como referencia de la economía mundial.

En una rueda de prensa concedida antes del inicio de la cumbre, recordó que este tema ya está en debate en el mecanismo que reúne a las cuatro principales economías emergentes: Brasil, Rusia, India y China, bloque conocido como BRIC.

Desde el año pasado, estamos llamando al BRIC para sustituir el dólar en las transacciones. Es un trabajo de convencimiento, expresó.

Argumentó que el dólar ya no puede seguir siendo la única moneda de referencia si es producido solamente por un país.

Es necesario que haya otras posibilidades, porque hasta los países que tienen reservas elevadas (de divisas), como Brasil y China, nos volvemos dependientes de que un país devalúe o no su moneda, expresó.

A hora temprana de este viernes se informó en Seúl que el G-20 ya avanza hacia un acuerdo limitado para corregir los desequilibrios cambiarios causados principalmente por las políticas monetarias de Estados Unidos y China.

Creo que las posibilidades son bastante buenas, dijo un vocero surcoreano, en referencia a un acuerdo en la cumbre que retome lo decidido por los ministros de Finanzas del G-20 que se habían reunido a finales de octubre, cuando acordaron abstenerse de intervenir para devaluar las monedas, y limitar los desequilibrios de cuentas corrientes, aunque sin especificar qué medidas adoptarían para conseguirlo.

En medio de las evidentes divergencias sino-estadunidenses, el presidente chino Hu Jintao prometió a Obama incrementar el diálogo y la cooperación con Estados Unidos, luego de un encuentro bilateral.

Según Hu, la reforma del yuan se hará en forma ineluctable, pero necesita un entorno externo favorable y sólo podrá ser aplicada en el marco de un proceso progresivo, indicó un vocero chino al difundir el contenido de ese encuentro.