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Veintiocho de los 32 departamentos, en estado de emergencia

Declara Colombia calamidad pública por las intensas lluvias; 136 muertos
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Agricultores colombianos rescatan un caballo atrapado en una granja inundada en MosqueraFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 20 de noviembre de 2010, p. 22

Bogotá, 19 de noviembre. Las lluvias que han azotado a Colombia este año, con saldo de 136 muertos, arreciaron en los últimos días y obligaron al gobierno a declarar la calamidad pública en la mayor parte del país, mientras Bogotá vive su propio drama con zonas anegadas a las que sólo se llega en bote.

He recibido las instrucciones del presidente (Juan Manuel Santos) para decretar la calamidad pública nacional en 28 de los 32 departamentos, señaló el ministro del Interior Germán Vargas, poco después de que el mandatario le solicitó medidas especiales para atender la emergencia.

Según Vargas, la declaratoria es un soporte importante para que las organizaciones internacionales en sus dependencias puedan acopiar nuevos recursos que contribuyan a la superación de esta calamidad, a la vez que acelera los procesos.

Poco antes, el Ministerio del Interior señaló que en lo que va del año las lluvias dejan, además de 136 muertos, cerca de un millón 200 mil damnificados por los desbordamientos, inundaciones y deslizamientos de tierra en 561 municipios (de un total de mil 100) en 28 departamentos.

De acuerdo con la entidad, otras 205 personas han quedado heridas y 20 más reportadas desaparecidas. Las lluvias afectan especialmente a amplias zonas del norte y noroeste, y sus efectos han ocasionado emergencias.

En la capital colombiana, el alcalde Samuel Moreno declaró la alerta amarilla. Bogotá presenta 84 puntos críticos y en total han sido atendidos 538 casos graves que dejan como resultado cinco muertos y nueve heridos, dijo.

Incluso cientos de habitantes de sectores del sur y noroccidente de la capital han debido ser desalojados de sus viviendas en botes, a consecuencia de las constantes precipitaciones que no se presentaban en la ciudad desde 1973.

Alicia Romero, una de las más de 4 mil personas que en el sector de Bosa (sur) vieron sus casas inundadas en la madrugada del jueves al desbordarse el río que cruza a pocos metros, dijo que sacó a sus hijas de la casa durante la noche y las dejó con una amiga.

Mientras tanto, en la cercana barriada de Ciudad Bolívar cuatro viviendas cayeron por la lluvia, y autoridades municipales evaluaban desalojos preventivos.

Al amanecer, la alcaldía de Bogotá desalojó en botes a varios niños cuyas casas se vieron afectadas, mientras decenas de agentes policiales vigilaban la zona.

A pesar de que el gobierno y los organismos de socorro realizan intensos esfuerzos por colaborar con los damnificados, muchos se quejaron de que la ayuda no los ha cobijado, e incluso en zonas de Bogotá se han presentado altercados entre pobladores y miembros de la fuerza pública.

“Aquí no ha llegado ayuda. Vinieron a censarnos y nos ofrecieron un kit de asistencia, pero era sólo un trapeador para sacar el agua”, criticó Alicia Romero.

Por su parte, el gobierno advirtió que los recursos destinados a la prevención y atención de desastres ya se agotaron, y es necesario conseguir 600 mil millones de pesos (325 millones de dólares) adicionales para atender la situación.

Las precipitaciones, que al comienzo afectaron sobre todo la zona del Caribe y ahora se han desplazado hacia la región andina, se han incrementado debido al fenómeno de La Niña. Expertos coinciden en que se extenderán hasta principios de 2011.