Sociedad y Justicia
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Estudio de impacto ambiental ignoró actividades productivas de la zona: Conselva

Graves daños a acuíferos y tierras de cultivo si se avala proyecto de Fonatur en Escuinapa

Las marinas provocarán erosión de la barra arenosa que bordea el municipio, dicen pobladores

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Pescadores se dirigen en sus pangas a capturar camarón en la zona de Agua Dulce, municipio de Escuinapa, Sinaloa. En esas marismas hay buena captura de crustáceo y según los lugareños es uno de los ecosistemas que resultarán afectados por el proyecto, denominado Centro Integralmente Planeado, que auspicia el FonaturFoto Francisco Olvera
Enviada/II
Periódico La Jornada
Martes 23 de noviembre de 2010, p. 41

Escuinapa, Sin., 22 de noviembre. La salinización del acuífero, la inundación de las tierras de cultivo y la erosión de la barra arenosa que bordea el municipio son algunos efectos que tendrá la construcción de dos marinas previstas en el complejo turístico Costa Pacífico del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), advierten expertos y pobladores.

Durante largo tiempo este lugar fue conocido como la perla camaronera. Así lo recuerdan los viejos pescadores.

Esta actividad llegó a ser la principal fuente de ingresos de la población, pero comenzó a de-caer en las últimas décadas, luego de que del lado de Nayarit, a unos kilómetros de aquí, se abrió el canal de Cuautla, que alteró el ecosistema marino. Al año se producían mil 800 toneladas, ahora en promedio son cien.

Originalmente la apertura del canal fue de 40 metros; sin embargo, la erosión la ha llevado a una extensión de dos kilómetros y los expertos prevén que algo similar provocarán las dos marinas del Centro Integralmente Planeado (CIP).

No necesitamos que vengan científicos a decirnos qué va a pasar con las marinas, ya lo hemos vivido. El canal es un ejemplo, ya creció mucho y desde que existe la producción camaronera cayó. Además se hicieron granjas acuícolas que contaminaron el manto freático, lo echaron a perder, dice Antonio Vargas, presidente de la mesa directiva del ejido Cristo Rey.

Predomina la actividad pesquera

Aquí hay 5 mil 900 pescadores y en la acuacultura trabajan 4 mil personas más. Este año tuvieron buena producción: obtuvieron casi mil toneladas de camarón. En 2009 fueron 350 y este año apenas son cien, indica Francisco Javier Tapia, investigador en ciencias sociales de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

La temporada de captura de camarón casi concluyó, pero aún hay pangas que por la tarde salen a navegar, con su cachimba –lámpara artesanal– y sus atarrayas, por las lagunas para obtener aunque sea dos decenas de kilos.

De Escuinapa, del ejido Cristo Rey o de Teacapán, se trasladan los pescadores, generalmente en bicicleta, el principal medio de transporte en esta zona. Hace unas semanas se inauguró el monumento a la bicicleta en la cabecera municipal.

En la cooperativa Germinal Aramburu, las pangas Berenice, Esmeralda y La Nena van rumbo a laguna grande. Ya sólo trabajarán dos semanas más. Su presidente, José Humberto Valencia, de 59 años, sentado bajo una sombra, mira salir las lanchas. Tiene tres hijos, pero a ninguno le atrajo la pesca. Uno es laminador y al otro le gustó la música. Para él ha sido su vida. Desde los 15 años empezó a trabajar, igual que su padre.

Mientras se pone de pie, mira el camarón que puso a secar. Quizá aguante para diciembre, para entonces se vende bien. Dice que con el proyecto del CIP estamos esperando que nos den en la torre.

Igual piensa Ismael Osuna, secretario de la Federación de cooperativas de producción pesquera del sur de Sinaloa. Con las marinas van a amolar todo esto. ¿Qué nunca pensaron que hay gente que tiene toda una vida aquí? Son pescadores de lagunas, no salen a altamar. Pero en ellas ya hay poco camarón. Los pescadores el resto del año se convierten en albañiles o se dedican a lo que se pueda.

Receta para el conflicto social

Estos ecosistemas ya son usados en forma intensiva por los pescadores, agricultores y habitantes del municipio; el CIP viene a ser una carga más. En la manifestación de impacto ambiental (MIA) del proyecto que entregó Fonatur a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ignoró las actividades productivas que ya existen; es una receta para el conflicto social y el desastre.

Los escuinapenses tienen derecho a vivir allí, Fonatur llega al final, señala Sandra Guido directora de Conselva.

La empresa aplica el mismo modelo en los CIP que ha establecido en el noroeste –Los Cabos y Loreto–, que incluye campos de golf y marinas, aunque las que ya operan en la región, donde los turistas estadunidenses llegan con sus yates, no tienen mucha actividad. En términos de mercado, no se justifica, agrega.

Hay una sobreoferta de condominios y, como todos ofrecen lo mismo: marinas, campos de golf, spas, terminan en canibalismo. Si tapas el paisaje que hay detrás, el proyecto es el mismo y entonces se van adonde es más barato, señala.

Las marinas afectarán las corrientes marinas. “Estudios que se han hecho del movimiento de las olas frente al mar indican que el agua es un vehículo de organismos y larvas, entre ellas las de camarón, que conduce hacia la costa.

El proceso de desarrollo del camarón es que desova en altamar y las larvas regresan a los esteros para terminar su proceso, explica Guillermo Rodríguez, investigador de manejo de zonas costeras de la UAS.

La MIA no tomó esto en cuenta porque sólo evaluó por unos días el sitio y esto se debe estudiar por varios meses, en distintas épocas del año, señala. Los espigones romperían la conectividad biológica, las larvas dejarían de entrar y ello afectaría la pesca, agrega.

Detalla en entrevista, en la Facultad de Ciencias del Mar, que el acuífero escurre 4.1 millones de metros cúbicos al año a los marismas, y con el proyecto de construir las marinas se modificaría el proceso de almacenamiento natural, por lo que, de acuerdo con proyecciones que se han hecho, llegará la tercera parte, 1.5 millones de metros cúbicos. También la construcción de vías, como avenidas, y las edificaciones afectarán la recarga del acuífero.

Aquí los agricultores toman agua de jagüeyes, pozos, pues el agua está a flor de piso; el acuífero es superficial y el riesgo para los terrenos agrícolas es la salinización, debido a que con la marina se introduciría el agua salada y afectaría esas zonas; se trata de una planicie inundable, indica Guillermo Rodríguez.

En Teacapán hay una boca natural, en la cual el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México propuso a Fonatur hacer la marina, pues de esa forma también podría aportar beneficios a las comunidades locales.

Prevé la Conagua abrir 14 pozos

Además, desde hace unos días los habitantes del municipio el Rosario, aledaño a Escuinapa, están molestos porque se enteraron de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) prevé abrir 14 pozos –según el organismo son cinco– en la margen izquierda del río Baluarte para dotar de agua al CIP y creen que ello les afectará.

Antonio Vargas, agricultor del ejido Cristo Rey, indica que este año los agricultores empezaron la siembra tarde, por las abundantes lluvias que inundaron sus predios.

“En todo el valle, explica, se siembra en el ciclo otoño-invierno y se dedican sobre todo a la producción de chile serrano, ancho y al güerito. Un 80 por ciento de la producción se va a México y Guadalajara, son los principales mercados. Aquí llegan jornaleros de Guerrero, Oaxaca y Michoacán, hay un albergue para ellos de la Secretaría de Desarrollo Social.

El CIP nos tiene preocupados; ésta es una barra arenosa que en época de lluvias se inunda. Para hacer los canales para las marinas, el agua se va a filtrar a los canales y esteros, y se va a salinizar el agua. ¿Dónde vamos a cultivar?, se pregunta.