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Los confundieron con gente de La Familia, sostiene Carlos Montemayor González

Ejecutaron a los 20 michoacanos por error, afirma el suegro de La Barbie

El Charro declaró que pensaron que iban por la plaza de Acapulco, según Pequeño García

 
Periódico La Jornada
Jueves 25 de noviembre de 2010, p. 8

El levantón y la ejecución de 20 michoacanos, en septiembre pasado, fueron perpetrados por socios de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, que han formado parte del cártel Independiente de Acapulco, porque “los confundieron con gente del cártel de La Familia” y pensaron que estaban entrando a la plaza, manifestó Carlos Montemayor González, El Charro, suegro y sucesor de La Barbie, tras haber sido detenido junto a otros dos sujetos por agentes federales en la ciudad de México.

En conferencia de prensa, el director de la división antidrogas de la Policía Federal (PF), Ramón Eduardo Pequeño García, dio a conocer que Montemayor González fue designado por La Barbie para que se hiciera cargo de las operaciones de la organización, cobrara las deudas que algunos narcotraficantes tenían con él y controlara las células que operan en Guerrero y Morelos, pero empezó a tener problemas con los mandos inferiores y hubo rompimientos.

Según el funcionario federal, El Charro dijo a la PF que la ejecución de los michoacanos fue aprovechada por “gente del cártel Independiente de Acapulco para culparlo a él y de esa forma sacarlo de la operación que se estaba dando en esa ciudad”.

De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública federal, Montemayor González declaró que los responsables de la ejecución de los 20 mecánicos de profesión –que cada año salían de vacaciones en grupo– fueron los integrantes del cártel Independiente de Acapulco: “Moisés Montero, El Koreano; Antonio Barragán, El Melón; Benjamín Flores, El Padrino; Hever Jair Sosa Carvajal, El Cremas, y Cristian Hernández, El Cris, este último hijo de Arturo Hernández González, El Chaky, detenido en 2003”.

El paseo de la muerte

La historia de los michoacanos comenzó y terminó el pasado 30 de septiembre, cuando viajaron de Morelia a Acapulco, Guerrero, con el propósito de descansar un fin de semana en el puerto. Eran turistas y no estaban ligados al crimen organizado, como afirmó la secretaria de Turismo, Gloria Guevara Manzo.

Los 22 trabajadores de un taller de suspensiones automotrices salieron de la capital michoacana, como solían hacerlo desde hacía 11 años. El mismo día que partieron de Michoacán, 20 fueron levantados por sicarios y policías vinculados al crimen organizado. Dos meses después se supo que 18 fueron asesinados y enterrados en una fosa clandestina en Tucingo, Guerrero; de dos se desconoce su paradero, y otros dos se salvaron porque no estaban con el grupo cuando ocurrieron los hechos.

Montemayor González, originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, comenzó su carrera delictiva en 2003, cuando Sergio Villarreal Barragán, El Grande, lo invitó a trabajar. Dos veces por semana transportaba cargamentos de cocaína a Estados Unidos, que al principio eran de entre 20 y 30 kilos.

Pequeño García señaló que la detención de los tres sujetos “fue resultado del intercambio de información con la agencia antidrogas Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y en seguimiento a líneas de investigación, luego de la captura de Édgar Valdez Villarreal el pasado 30 de agosto.

La relación de El Charro con La Barbie surgió en un palenque de Nuevo Laredo, Tamaulipas, en 2003; dos años después Valdez Villarreal se convirtió en su yerno cuando casó con una de sus hijas en Acapulco.

Ese parentesco ocasionó que El Charro fuera amenazado “varias veces por Los Zetas, quienes mataron gente a su servicio y dejaron los cuerpos con mensajes dentro de sus propiedades”. Por esa razón, Montemayor González cambió su nombre por el de Alejandro García Treviño, así como su residencia al estado de México, donde se hacía pasar como un empresario de diversos eventos en lienzos charros en Huixquilucan, dijo el jefe de la división antidrogas.

Montemayor González, de 38 años, tiene orden de localización y presentación en su contra, y era buscado por la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). También ha sido acusado en Estados Unidos por tráfico de cocaína.

Junto con El Charro fueron detenidos David Garza González y Álex González Martínez. Los tres fueron puestos a disposición de la SIEDO.