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Ver día anteriorViernes 3 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Guerras, traumas y muerte
L

as neurosis traumáticas junto con el lenguaje y la capacidad de simbolización son las piedras angulares de nuestras investigaciones con los marginados. En este artículo pretendo hacer una revisión de las neurosis traumáticas en Freud para posteriormente enlazar con algunos de los postulados que vengo enfatizando en los últimos años respecto de la estructuración del aparato síquico en torno al dolor, al hueco, a la falta constitutiva; al lenguaje como trazo, como escritura; al sujeto como algo que construye y se deconstruye permanentemente, en una constante oscilación entre presencia y ausencia, entre ocultarse y develarse a sí mismo, en el tránsito por la vida-muerte, en la fugacidad del instante que permanentemente se nos escapa.

Consideramos conveniente explorar por otros senderos, del inconsciente, el lenguaje y la escritura; y profundizar en los textos freudianos y en corrientes sicoanalíticas más cercanas a la comprensión, de fallas severas en los procesos de simbolización; en una palabra, corrientes que se abocarían a los caminos de la exégesis del pensamiento freudiano, insertando en él nuevas aportaciones, en apertura y diálogo con conceptualizaciones filosóficas y lingüísticas contemporáneas.

Es importante resaltar que el concepto de trauma, como todos los conceptos freudianos, resulta sumamente complejo. Complejidad fructífera que amerita una lectura paciente y acuciosa, ya que los giros y los retornos son un índice que debe llevarnos a una reflexión cada vez más profunda. Máxime en circunstancias como las actuales en el país, en que la guerra al crimen organizado, genera una cauda de situaciones traumáticas, reforzadas por una crueldad que nos desborda.

Y así, lejos de situarnos ante un trauma aislado, causado por una irrupción que altera la circulación de la energía y proviene del exterior, tal como es el caso de las neurosis traumáticas; más frecuentemente nos encontramos con una serie de traumas repetidos, cuyo recuerdo amerita la represión. En todos los casos, se articula un tipo particular de trauma y, es por ello que no puede ser formulado solamente en términos energéticos.

Además de la indispensable participación de la fantasía en la constitución del trauma, nos encontramos con la universalidad del Nachträglichkeit (a posteriori). Concepto fundamental y crucial que trasciende al trauma y al análisis mismo, y al insertarse en el ámbito de la filosofía y del pensamiento contemporáneo inaugura una nueva forma de conceptualización del tiempo, del espaciamiento y del sujeto.

Esta descripción es planteada por Freud desde 1895 en el Proyecto de una sicología para neurólogos concluyendo que un recuerdo es reprimido solamente cuando se ha convertido en trauma después del evento. Este estado de cosas es el retardo y aquí se involucran los procesos primarios póstumos. Con el Nachträglichkeit, Freud deja atrás la casualidad y la concepción lineal del tiempo, y esta enunciación que parece tan sencilla de emitir tiene una repercusión crucial en el pensamiento universal, es el aval más poderoso y sustentador del tratamiento sicoanalítico.

Es un hecho que los sueños de los pacientes con neurosis traumáticas son el ejemplo prototípico de fenómenos síquicos que escapan al dominio del principio del placer. Ellos obedecen a la compulsión a la repetición. Freud nos dice que estos sueños, independientes del principio del placer, son un intento de manejar o dominar él o los excesivos estímulos retroactivos, desarrollando la ansiedad que faltó en el momento del trauma, y reflejarían con ello una función del aparato síquico que es más primitiva que el establecimiento del principio del placer. En la compulsión a la repetición, Freud encontraría la lucha encarnizada entre la libido y el instinto de muerte. Esta tendencia a la repetición resulta inherente a la naturaleza de toda sustitución traumática. De hecho, esta tendencia a la repetición conduce a Freud a buscar, hasta sus últimas consecuencias, las bases del conflicto intrasíquico, encontrándose entonces con la pulsión de muerte.

Con base en la guerra al crimen organizado habría que profundizar en el estudio de las neurosis traumáticas y en nuevas formas de terapias a los miles que ya las sufren.