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México en Wikileaks

La cita de febrero en Cancún, sin acuerdos prácticos

EU: dramático fracaso del plan de Calderón en Latinoamérica
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La violencia en México ha generado alerta en Estados Unidos ante el riesgo que corre su personal administrativo y diplomático. La imagen corresponde a la embajada estadunidenseFoto Jesús Villaseca
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 4 de diciembre de 2010, p. 4

Madrid, 3 de diciembre. Estados Unidos calificó de fracaso dramático el resultado del ambicioso plan del gobierno de Felipe Calderón durante el encuentro de presidentes de América Latina y el Caribe efectuado en Cancún los pasados 22 y 23 de febrero. Durante el foro se acordó crear la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que por primera vez dejó fuera a Estados Unidos y Canadá, con lo que se pretendía sustituir a la Organización de Estados Americanos (OEA).

En un documento revelado por Wikileaks, el portal informativo que difundió el contenido de 250 mil despachos de la diplomacia estadunidense, queda patente el malestar de Estados Unidos ante el desarrollo y resultado final del encuentro en Cancún, que abrió las puertas a una nueva institución multilateral estrictamente latinoamericana. El informe, cifrado con el número 000141 y que fue remitido a su vez, además de a Washington, a las embajadas de Brasil, Canadá, Atenas, Berlín, Santiago y Santo Domingo, fue redactado el 26 de febrero. Es decir, sólo tres días después del encuentro.

Carlos Pascual, embajador estadunidense, explica en el informe que el plan ambicioso de México de usar la etapa final de su presidencia del Grupo Río para crear un nuevo y más operativo foro de cooperación regional fue un fracaso dramático. Y añade que no se logró aprobar nada práctico y tangible sobre los dos hechos prioritarios de ese momento: la ayuda que reclamaba Haití para paliar los efectos de la catástrofe natural; y una solución para la crisis de Honduras, que había sufrido de forma reciente un golpe de Estado.

Estados Unidos constató con malestar que Brasil y los países que integran el grupo Alba convencieron a la delegación mexicana que dejara los detalles de la organización del nuevo foro en la estructura de la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC), que controla Brasil y Venezuela, y que al final decidieron efectuarla en Caracas en 2011, para celebrar el aniversario de Simón Bolívar.

El informe de la embajada estadunidense sostiene que a pesar de las buenas intenciones del presidente Calderón, el resultado del encuentro es que fue concebido pobremente, su dirección fue inadecuada y mal ejecutado. Incluso criticó la declaración final de Cancún, que tildó de una larga lista de asuntos generales sin especificar y sin aclarar los detalles de cómo iban a operar y se iba a traducir esa comunidad en un foro efectivo para las actividades internacionales. Ni siquiera se pusieron de acuerdo en el nombre de la nueva organización o la fecha de la próxima reunión u otros detalles, como la secretaria o la fundación.

Según el redactor del informe, desde el primer día, en la ceremonia de inauguración, quedó claro que la cosa no iba bien. Incluso cita uno de los episodios que marcaron aquel encuentro, que fue la discusión acalorada entre los presidentes de Venezuela y de Colombia, Hugo Chávez y Álvaro Uribe.

Al parecer el origen de la discusión fue cuando Uribe le reclamó a Chávez el embargo económico a Venezuela, al considerar que era una decisión ingrata e inconsistente con los intereses económicos de la región, a la vez que criticó en términos muy duros el embargo de Estados Unidos a Cuba. Según el relato de la discusión –inédita hasta ahora– Chávez le dijo a Uribe: Colombia ha enviado a Venezuela un comando para matarme. Así que te puedes ir al infierno. Me voy. Y el mandatario colombiano respondió: No seas cobarde y no te vayas sólo para insultarme desde lejos.

Como la acalorada discusión iba en aumento, Raúl Castro intervino para instar a una discusión más civilizada. En las afueras del comedor, oficiales venezolanos de seguridad se jaloneaban con guardias de seguridad mexicanos en un intento para asistir a Chávez, refiere el cable.

Críticas dentro del PAN

El informe de la embajada estadunidense también relata una crítica en privado contra Calderón de un prominente integrante del Partido Acción Nacional (PAN). Se trata de Rodrigo Cortez, coordinador de asuntos internacionales, quien –según el despacho diplomático–, califica el encuentro en Cancún de triste espectáculo que no ayuda a la proyección de la visión del partido en asuntos internacionales y no le da la importancia que tienen para México a las relaciones bilaterales con Estados Unidos. Asimismo lamenta la imagen pública de Calderón abrazándose y jugueteando con Chávez, Evo Morales y Castro, así que era muy pesimista desde el principio de que nada práctico iba a surgir de esa reunión.

En el informe también se registra el malestar que provocó un artículo que publicó el diplomático mexicano Jorge Montaño en el diario El Universal. El ex embajador de México en Estados Unidos y representante del país ante la ONU durante cuatro años, de 1989 a 1993, habría informado al servicio exterior estadunidense que a raíz del artículo recibió dos llamadas, por separado, de Calderón y Patricia Espinosa para expresarle su ira por su crítica.

Desafortunadamente, la Cumbre de Unidad Latinoamericana en Cancún no fue un ejemplo de un nuevo paso al futuro sino más bien un recordatorio del a veces conflictivo mensaje de México sobre cómo ve el futuro de la región y el papel de México como uno de sus líderes.