Política
Ver día anteriorLunes 6 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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¿Se acabarán los secretos de Estado?
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a definición de Wikileaks más amplia que hemos encontrado, hasta ahora, nos dice que es una organización de medios, no lucrativa, dedicada a presentar noticias importantes e información al público, y proporciona una nueva, y segura, así como también anónima, manera de que las fuentes independientes alrededor del mundo puedan filtrar información a nuestros reporteros. Publicamos material de importancia ética, política e histórica, protegiendo la identidad de nuestras fuentes, manteniéndolas anónimas, sosteniendo así un camino abierto para la revelación de las injusticias ocultas y censuradas.

Ésta es la traducción del inglés de la definición que encontramos en Google de este fenómeno, verdaderamente tormentoso, que se ha hecho público en las últimas semanas, generando escándalos cuyo alcance no es posible prever todavía, pero acerca del cual lo que sí está a nuestro alcance es por lo menos la posibilidad de percibir el cambio en las fuentes generadoras de noticias que, a partir de este momento, puede ser de dimensiones históricas de un largo alcance, que puede, indudablemente, transformar las primeras planas de los grandes diarios en el mundo y convertirlas en portadoras de noticias de importancia ética, política e histórica, que podrán mantener el camino abierto que revelaría grandes injusticias, que no pudieron abrirse paso debido al ocultamiento y la censura, que en los hechos no se puede negar que existen todavía.

Y la mejor prueba de esto la podemos obtener simplemente con dar una rápida repasada a las noticias de grandes caracteres que en estos días han motivado escándalos políticos de trascendencia. Tan es así, que el mismo Fidel Castro, desde su retiro político –mientras su hermano Raúl lucha por salir adelante con el encargo que le confió el comandante–, hace, en pocas ocasiones, declaraciones siempre atendibles, pues la gran sensibilidad del legendario comandante así lo determina. Por otra parte, su enorme experiencia es algo que no se puede ignorar, por supuesto. Dijo el hombre que frecuentemente se ha visto enfrentado a la posición incómoda, cuando parece ser única, cuando hay que ir contra todo viento y marea: “Vive Estados Unidos colosal escándalo debido a las revelaciones del sitio Wikileaks, cuya autenticidad, nadie ha puesto en duda”, y agrega: Independientemente de cualquier otra motivacion de esa web, la autenticidad de los documentos, nadie la ha puesto en duda.

Las declaraciones fueron publicadas en una Reflexión, en la prensa de La Habana. Señala sin duda el comandante algunas características de los documentos que dieron origen a las revelaciones de Wikileaks: en primer lugar deja perfectamente claro que si la autenticidad de los documentos publicados hubiera sido puesta en duda, el resultado de la información habría sido distinto. Luego la autenticidad de los documentos que la fuente proporciona a los medios debe ser sólida y debe ser invulnerable. Por supuesto que quien quiera que firme esta clase de notas ha de tener autoridad moral.

Yendo hacia otras latitudes, nos encontramos una nota de El País, de una serie que se publica bajo la categoría de Los papeles del Departamento de Estado y se refiere a “La influencia del Palacio Real en los negocios en Marruecos y la desconfianza que sus fuerzas armadas provocan en el rey Mohamed VI; la peligrosa relación entre Berlusconi y Putin por su peso en el sector energético; las dudas de Washington sobre la capacidad del Ejército Mexicano para combatir el narco y la corrupción y los sobornos en torno al gobierno de Hamid Karzai en Afganistán centran esta entrega de documentos secretos de la diplomacia de EU filtrados a El País por Wikileaks.

Los diplomáticos estadunidenses describen casos concretos en los que asesores de Mohamed VI exigen comisiones para el desarrollo de proyectos inmobiliarios.

En el encabezado de esta amplísima información, tenemos que recordar que, muy a nuestro pesar, se menciona también a México, pero en relación con las dudas de Washigton sobre la capacidad del Ejército Mexicano para combatir a los narcotraficantes con éxito. Este destino es totalmente necesario. Vamos, es a todas luces irrenunciable tener la capacidad de ejercer el poder con éxito, pues en este punto habremos de recordar a por lo menos el gran sociólogo cuyo único defecto que tienen sus libros es su aplastante precisión y su gran capacidad de análisis, que no hacen fácil ciertamente su estudio, aunque muestran claramente lo necesario que es entenderlo y, sobre todo, aplicar sus conceptos a la realidad sin perder la noción de espacio y de tiempo. Max Weber, en Economía y sociedad, nos muestra, en el capítulo en el que se analizan las diversas clases de legitimidad a las que hay que acudir en un régimen democrático para no perderla, y en nuestro caso, habida cuenta de nuestras raíces históricas y de la presencia reiterada de la lucha por la libertad y por la soberanía nacional, tenemos un solo camino, el que nos muestra esta patria que ahora mismo está cumpliendo 200 años de la Independencia y 100 de la lucha desde que Francisco I. Madero convocó al pueblo mexicano a levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910, en el movimiento que habría de costar muchas vidas al país antes de que Carranza en Querétaro y Obregón y Calles desde el Palacio Nacional consolidaran los principios de Emiliano Zapata, y más tarde, luego de un sexenio confuso, Lázaro Cárdenas tendría que darle sustancia a los postulados de la Revolución.

Ninguno de ellos mostró debilidad ni titubeó en el fortalecimiento de la soberanía nacional y en la defensa de nuestro suelo patrio, entonces amenazado por apetitos ilegítimos que finalmente fueron derrotados y traídos a su verdadera dimensión. No hay otro camino. El Ejército Mexicano fue entonces, y lo será ahora finalmente, un factor determinante para lograr mantener la integridad de la nación. Que no lo dude nadie, ni de dentro ni de fuera del país.