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Juan José Bremer describe esa problemática en su libro Tiempos de guerra y paz

El mundo, sin un liderazgo que entre en la raíz de los problemas

Necesitamos un acto fundacional o nuestra época no sobrevivirá con aspirinas, alerta

Los grandes activos de México son su vida cultural y artística, expresa el ex director del INBA

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Juan José Bremer, ayer, durante la entrevista con La JornadaFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Martes 7 de diciembre de 2010, p. 4

El mundo se encuentra en un momento de crisis al que nos estamos acostumbrando, de profunda transición, pero sin un liderazgo que entre en la raíz de los problemas.

Se trata de un entorno multipolar, con muchos países en el tablero de ajedrez defendiendo sus intereses, con factores que no previó la Organización de Naciones Unidas (ONU): amenazas de seguridad más presentes, terrorismo, crimen organizado; por eso necesitamos una obra de cirugía mayor, un nuevo momento fundacional, o nuestra época no sobrevivirá con aspirinas ni primeros auxilios, afirma Juan José Bremer (DF, 1944) a propósito de la publicación de su libro Tiempos de guerra y paz: los pilares de la diplomacia, de Westfalia a San Francisco (Taurus).

Embajador en Suecia (1982), la Unión Soviética (1988-90), Alemania (1990-98), España (1998-2000), Estados Unidos (2001-2004) y Reino Unido (2004-2009), así como ex director del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA, 1976-82), el diplomático presenta un texto que pretende llenar una laguna en México de conciencia histórica en torno a diversos conflictos bélicos y los procesos de paz, pues el mundo moderno es en mucho consecuencia de esos cataclismos y arreglos que pusieron en crisis a nuestra civilización. En el caso de la primera y segunda guerras mundiales, nos llevaron al borde del precipicio, literalmente.

En el volumen, Bremer describe las cuatro grandes confrontaciones de la edad moderna (la guerra de los 30 años, el congreso de Viena después de las guerras napoleónicas, así como la primera y segunda guerras mundiales) y sus cuatro arreglos de paz, temas que en México son marginales, explica, porque el país siempre ha estado en la periferia de esos conflictos internacionales.

El libro no sólo es para especialistas o estudiosos de las relaciones internacionales, añade. Pensé en ofrecer este testimonio al público interesado en tener una cultura básica sobre la escena mundial, luego de estar 22 años en los países que fueron los actores centrales en esas guerras, en los cuales hay personas que tienen la experiencia a flor de piel.

El escritor recuerda que cuando inició su tarea diplomática, hace más de dos décadas, “no tenía a la mano un libro que me brindara un panorama general, como un gran mural para después profundizar en algún tema de mi interés, como lo hace Tiempos de guerra y paz, donde combino los hechos bélicos, muy resumidos, y cómo fue posible, después de esos derramamientos de sangre, volver a armar y refundar el mundo.

“No se trata de un trabajo desprovisto de actualidad, aunque no tiene el jugo de un ensayo que estuviera analizando cuestiones de hoy. Es un espejo olvidado, pero no distante. Conocer la historia ilumina, nos hace reflexionar y sirve como un indicio que hay que tomar en cuenta.

“Si bien recomendaría al lector todos los capítulos, tengo especial debilidad por las entreguerras del siglo XX, donde sucede, en París, la primera conferencia de naciones-espectáculo, rodeada de toda la parafernalia mediática. Ahí se plantean tres grandes temas que fracasaron: el control de Alemania, el pliego de mortaja administrando el colapso de cuatro imperios (ruso, austrohúngaro, el segundo Reich alemán y el otomano), y crear nuevas formas de convivencia entre las naciones. Todo falló por el corto plazo entre los líderes y el predominio de la venganza.

“Hay muchas lecciones en ese periodo. Pero el libro no incluye recetas milagrosas ni tiene otra intención que mostrar qué pasó en momentos de crisis para que los lectores vean con esos ojos la realidad actual.

No veo en el horizonte una guerra, pero sí un desarreglo económico que nos puede llevar a momentos más difíciles de los que vivimos ahora si no ponemos orden en la casa.

Bremer afirma que la etapa más fecunda de su trabajo público son sus años al frente del INBA, “porque la política cultural es muy importante en muchos países y en ese sentido México está a la avanzada; los grandes activos de la nación son su vida cultural y artística.

“En este periodo, en el que estamos preocupados porque algunas cosas no funcionan bien o vivimos bajo amenazas que hace 30 años no estaban en el panorama, o vemos en la polémica pública debates ásperos y difíciles, un capítulo vivo, fecundo y que nos nutre es la vía cultural.

Ahora que nuestra imagen fuera del país ha sido afectada, lo único que nos mantiene es la presencia cultural. Esa mata sigue dando. México es respetado en todo el mundo por su contribución al arte y la cultura, en ese rubro seguimos ocupando un lugar predominante, concluyó el diplomático.

El libro Tiempos de guerra y paz se presenta este martes a las 19 horas en el Club de Industriales (calle Andrés Bello 29, Polanco). Participan Francisco Suárez Dávila, Diego Valadés y el autor.