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Hoy se cumplen 30 años del asesinato del beatle frente al edificio Dakota en NY

Las estrellas morimos en un accidente de avión o nos mata un loco: Lennon

El músico tenía 40 años y era una figura de culto para toda una generación

¿Sabes lo que has hecho?... Acabo de asesinar a John, respondió Chapman

Foto
La última foto de John Lennon en la que sólo se ve a su asesino a su lado mientras el músico le firma un disco, publicada por The New York Times
 
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de diciembre de 2010, p. 9

Nueva York, 7 de diciembre. En la última foto de John Lennon sólo se ve a su asesino a su lado. El hombre esboza una sonrisa tímida y mira a su ídolo con sus grandes anteojos mientras el músico le firma un disco.

Un par de horas después los dos hombres volverán a verse: Mark David Chapman sacará su revólver y le disparará cinco veces por la espalda.

¿Sabes lo que has hecho?, le gritó el portero que se encontraba cerca. El asesino contestó impávido: Acabo de matar a John Lennon.

Lennon había cumplido 40 años hacía poco y era una figura de culto para toda una generación. Primero fue su música lo que fascinó a las personas en todo el mundo. Luego fueron sus posturas políticas, su arte y sus happenings los que encantaron y enloquecieron a millones de personas, incluido Chapman.

El joven texano estaba fascinado con Lennon. Incluso se casó con una japonesa porque John Lennon lo había hecho con Yoko Ono. Sin embargo, en algún momento, la admiración mutó en ira. Chapman creía que el músico inglés era el culpable de sus estados de ánimo. Cuando encima este fanático religioso se enteró de que Lennon había descrito a los Beatles como más famosos que Jesús, la ira se transformó en odio.

Lennon vivía en Estados Unidos por esa época. Nueva York se había convertido en su hogar y desde su caro apartamento en el barrio de West Side tenía una vista privilegiada de su querido Central Park.

Sin embargo, el exitoso ex beatle había estado bajo fuerte presión: de la industria discográfica, de las autoridades de migración, de los fans, de los medios, y sobre todo de sí mismo. Después del alcohol y las drogas vino la separación de Ono, luego la reconciliación y en 1975 su hijo Sean. Lennon se dedicó a él y al hogar y ya casi no aparecía en público. La estrella mundial se había convertido en hombre de su casa.

Chapman firmó su permiso de vacaciones como John Lennon y voló a Nueva York. Construyó un altar en su cuarto de hotel y remplazó en su ejemplar del Evangelio de San Juan la palabra John (Juan) por Lennon. Espero a Lennon delante del edificio Dakota, donde vivía el músico, con un ejemplar de El cazador oculto, de J.D.Salinger, cuyo personaje principal, el adolescente rebelde Holden Caulfield, era su héroe. Lennon le firmó un disco delante de su vivienda y le preguntó amablemente: ¿Puedo hacer algo más por tí? Chapman se quedó turbado. ¿Ése era el diablo? Sorprendido por la amabilidad de Lennon, dejó su calibre 38 escondida.

Sin embargo, seguía teniendo consigo su revólver y casetes con 14 horas de música de los Beatles cuando Lennon volvió a aparecer horas más tarde. El inglés bajó de su limusina y pasó delante del joven de 25 años. Mr. Lennon, lo llamó, y le dio cinco tiros. Lennon aún vivía cuando llegó al hospital, pero murió 19 minutos después de haber recibido los disparos. El asesino fue detenido rápidamente. Esperó a los policías delante del Dakota leyendo su libro.

El asesinato de Lennon causó conmoción mundial. Nadie estaba preparado para enterarse del asesinato de uno de los pacifistas más famosos. Los fans se reunieron en todas partes, tocaron su música y cantaron sus canciones. Recuerdo el ruido que hacía la gente que estaba fuera, recordó su hijo Sean, que en ese entonces tenía cinco años. Recuerdo las fogatas y las canciones y los cercos policiales.

Sean, hoy día de 35 años, se parece mucho físicamente a su padre y canta sus canciones. Fue como si despertara de un sueño. Desde ese momento, no volví a ser niño dijo.

Chapman no volvió a estar en libertad. Cada vez que hay un pedido de libertad condicional, Ono lucha contra él, hasta ahora siempre con éxito. Los discos de Lennon se siguen vendiendo, es una estrella. Él mismo sabía que las estrellas no mueren en la cama. O nos morimos en un accidente de avión, o nos mata algún loco, había dicho ya en 1965.