Sin tomar en cuenta las opiniones y críticas hechas por organizaciones civiles, académicas y funcionarios al anteproyecto de norma oficial mexicana (NOM) 041 para la prevención, diagnóstico tratamiento y control del cáncer de mama, la Secretaría de Salud (Ssa) publicó en el Diario Oficial de la Federación el documento que excluye de las pruebas de detección a menores de 50 años, excepto a quienes tengan antecedentes familiares con la enfermedad.

Desde 2006, la neoplasia maligna de mama es la principal causa de muerte por cáncer en ese rango de la población. Las estadísticas oficiales más recientes señalan que en 2007 perdieron la vida 4 mil 609 mujeres, es decir, 13 por día, y de acuerdo con la Ssa, la mayor frecuencia de fallecimientos ocurre en quienes tienen más de 50 años.

El anteproyecto difundido el pasado 19 de noviembre en el Diario Oficial –recibirá comentarios en los 60 días naturales a partir de su publicación– justifica de esta manera las nuevas reglas para la realización de los exámenes, pero omite los señalamientos que diversos sectores han hecho respecto a que hay casos de cáncer de mama en mujeres sin antecedentes familiares de la enfermedad, y lo desarrollan alrededor de los 45 años.

Por falta de detección oportuna, muchas de las afectadas en ese rango de edad llegan en etapas tardías a atenderse. En algunos casos, es probable que superen el tumor, pero también es muy alto el riesgo de que posteriormente desarrollen una metástasis y mueran –entre cinco y siete años después–.

Sobrevivientes

Expresaron lo anterior organizaciones civiles promotoras de la salud sexual y reproductiva, y personajes como Felicia Knaul, coordinadora del Consejo Promotor de Competitividad y Salud, de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), esposa del ex secretario de Salud Julio Frenk y sobreviviente de cáncer de mama.

Incluso, dentro de la Ssa hay inconformidad con el anteproyecto de NOM, en particular de la subsecretaria de Salud, Maki Es- ther Ortiz Domíguez, quien también sobrevivió a la enfermedad.

Hace unas semanas, Felicia Knaul planteó que si el problema es la falta de recursos, una alternativa para evitar dejar fuera de los programas de prevención a las mujeres menores de 50 años, podría ser que se les ofreciera el examen cada dos años, o por lo menos a partir de los 44 años.

Hasta ahora, el examen clínico para detectar el tumor mamario se debería practicar cada año a la población femenina a partir de los 40 años, aunque la realidad es que la cobertura es muy reducida debido a la carencia de equipos y, principalmente, de personal médico capacitado en la realización del estudio e interpretación de los resultados.

Lo anterior, a pesar de que el costo de los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama, como el cérvico uterino, están cubiertos en su totalidad por el Seguro Popular.

El anteproyecto de NOM 041 resalta en su introducción el tema del envejecimiento de la población y sobre el sector femenino. Las mayores de 40 años equivalen a 26.8 por ciento de las mexicanas; de este grupo, las que tienen de 50 a 69 años representan 13.6 por ciento, y en 2020 ascenderán a 18.4.

Asimismo, apunta que igual que en el resto del mundo, la tasa de mortalidad se eleva con la edad, de manera que éste es el factor de riesgo más importante para el desarrollo del cáncer de mama. El texto señala que en 2007 la tasa de defunción fue de 30 por 100 mil en mujeres de 50 a 69 años, de 54.2 en mayores de 70 y de 15.9 en las que tienen entre 40 y 49.

En cuanto a la tendencia de la mortalidad, es ascendente en todos los grupos de edad, con un incremento tres veces mayor en las mujeres de 50 a 69 años, en comparación con las de 40 a 49, agrega.

Con base en estos datos, el anteproyecto propone que la mastografía se indique cada dos años en mujeres asintomáticas de entre 40 y 49 años, sólo si tiene antecedentes directos de cáncer de mama (madre, hijas o hermanas) o por indicación médica, según valoración de los factores de riesgo.