Economía
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La organización señala que en el país hubo menor incremento que en Nicaragua y Bolivia

OIT: constante pérdida de poder adquisitivo del salario en México

La crisis económica redujo a la mitad los aumentos a las percepciones en todo el mundo

Advierte del riesgo de tensiones sociales y de la existencia de elementos discriminatorios

 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de diciembre de 2010, p. 23

La crisis económica redujo a la mitad los aumentos salariales en todo el mundo, reportó este miércoles la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En el caso de México, señaló que el crecimiento del salario mínimo mensual acentuó la pérdida, al pasar de -0.1 por ciento en 2007 a -0.6 por ciento en 2009, luego de caer hasta -1.1 por ciento en 2008.

En el Informe mundial sobre salarios 2010-2011, políticas salariales en tiempo de crisis, el organismo documenta que en 2006, previo a la crisis, el país se mantenía rezagado como uno de los de menor crecimiento en el salario mínimo mensual, con un avance de apenas 0.4 por ciento y a partir de 2007 la tendencia continuó en declive y pasó a números negativos.

En cuanto al crecimiento real del salario mínimo en México se encuentra sólo por encima de países como Haití, Trinidad y Tobago, República Dominicana y Bahamas. Y lejos de países como Argentina, que el año pasado tuvo un crecimiento en la remuneración mínima mensual de 9.3 por ciento; Bolivia de 8.3, Brasil de 6.8 y Nicaragua de 11.4 por ciento.

En el informe anual dado a conocer en Ginebra, el organismo analizó datos de 115 países o el equivalente a 94 por ciento de los casi mil 400 millones de asalariados en el mundo. Señaló que a nivel mundial el crecimiento promedio de los salarios mensuales cayó de 2.8 por ciento en 2007 (antes del estallido de la crisis) a 1.5 por ciento en 2008 y 1.6 por ciento en 2009.

Situación dramática

La recesión no sólo ha sido dramática para los millones de personas que perdieron sus empleos, sino que también ha afectado a aquellos que conservaron su empleo al reducirse seriamente su poder adquisitivo y su bienestar general, dijo el director de la OIT, Juan Somavia, en un comunicado sobre el informe.

El informe, que es el segundo sobre el tema salarial que publica la OIT desde 2008, indica que desde mediados de la década de 1990, “la proporción de personas que reciben un salario bajo –definido como menos de dos tercios del salario medio– ha aumentado en más de las dos terceras partes de los países con información disponible”.

A su vez, esto puede llevar al aumento en tensión social, particularmente si algunos grupos de personas consideran que pagaron un alto precio durante la crisis, mientras que las utilidades del periodo de expansión anterior ,y quizá la recuperación futura, se compartieron de modo desigual, indica el reporte.

En el informe también se afirma que en todos los países, tanto los industrializados como los en vías de desarrollo, hay elementos discriminatorios relacionados con la persistencia de salarios bajos y brechas salariales. Los trabajadores de bajos salarios tienden a ser jóvenes, gran proporción de mujeres y son más propensos a pertenecer a una desventajada minoría étnica, grupo racial o inmigrantes.

Por otra parte, se relaciona el estancamiento salarial antes de la crisis con el propio estallido de la crisis y la baja capacidad de las economías de recuperarse rápidamente. De cara al futuro, el informe señaló que el ritmo de recuperación económica dependerá, al menos en parte, de la medida en que los hogares puedan utilizar sus salarios para aumentar el consumo. El estancamiento de los salarios fue un detonante importante de la crisis y continúa afectando la recuperación de muchas economías, valoró Somavia. Estamos frente a un mundo con escasa demanda agregada, grandes necesidades insatisfechas y continuo desempleo alto, alertó.

Asimismo, el informe desarrolla el tema de la política salarial y sugiere que instrumentos tales como las políticas de salario mínimo y la negociación colectiva pueden contribuir a reducir el número de trabajadores con salarios bajos.

En general, las políticas salariales pueden contribuir positivamente a un modelo económico y social más sostenible, indica al documento.

Los responsables de las políticas macroeconómicas deben enfocar su atención en el empleo y en los salarios, para así apuntalar la débil recuperación económica y hacer frente a los desequilibrios sociales y económicos de más largo plazo, consideró el director de OIT.

(Con información de Dpa, Notimex y Reuters)