Opinión
Ver día anteriorJueves 16 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

La suerte de Ortega está echada

Agonizante, se da respiros para negociar

E

l asunto está cocinado. Jesús Ortega se irá del PRD antes de lo previsto.

Las principales fuerzas políticas de ese partido están de acuerdo. Sólo queda un punto por resolver, y ése, impuesto por Nueva Izquierda, ha frenado la destitución, que se presentará como renuncia: los chuchos quieren quedarse, a como dé lugar, con la secretaria general, y en eso no hay acuerdo.

Los más importantes líderes de esa organización política están de acuerdo con la salida de Ortega. Andrés Manuel López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas y Marcelo Ebrard, según se nos informan, advierten la necesidad de realizar un cambio urgente en la presidencia del partido, no sólo por los comicios que vienen, sino por el creciente desprestigio que enfrenta a manos de Ortega, pero principalmente por la fuga de militantes que sufre día con día.

Todo indica que ya no hay mucho que discutir. La presidencia de Ortega ha llegado a su fin, aunque para muchos nunca debió de suceder. No obstante, y aún con los problemas que enfrenta, Nueva Izquierda, negocia –es lo que mejor les sale– mantenerse dentro del partido en una posición hegemónica, desde donde pueda mantener influencia para la repartición de las chambas que resulten de la elección de 2012.

La condición que plantea Nueva Izquierda es inaceptable para otras corrientes. Por lo pronto, la IDN que jefatura René Bejarano quiere a Dolores Padierna en la misma secretaría general, y al parecer en los otros grupos no hay ningún inconveniente mayor para que Padierna ocupe el cargo, aunque lo que se dice es que este punto aún no está totalmente acordado.

Es más, en la tribu bejaranista se ha dicho, una y otra vez, que las negociaciones para la salida de Ortega siguen adelante, y se anuncia, casi en cada reunión –las de los lunes y los martes–, que será Dolores Padierna quien se encarame en el segundo cargo en importancia dentro del PRD.

Y no sólo IDN. Salvo algunos grupos incondicionales de menor importancia, las corrientes de mayor peso en la zona amarilla exigen la renuncia de Ortega. En ningún caso se confía en que las decisiones de la presidencia del partido puedan ir en favor del mismo, y se pone como ejemplo la idea de las alianzas con el PAN, para dejar en claro que la presencia del chucho mayor es un mal que no podría soportar el PRD.

La salida que le han dado a Ortega es su participación en la carrera por la jefatura de Gobierno de la ciudad, que suena a todas luces como broma macabra, pero se dice que el actual presidente de ese partido ve con entusiasmo, con fogosidad, esa posibilidad, aunque sabe de cierto que nunca ha ganado una elección.

Y aunque los apuros son grandes y las urgencias mayores, en el PRD parece que todo tendrá que esperar hasta el nuevo año, porque unos y otros tomarán sus merecidas vacaciones y nadie logrará juntar a los líderes para resolver, de común acuerdo, el problema que les ha planteado Nueva Izquierda y que parece imposible de conciliar por el bien de ese organismo.

Por lo pronto, ya es un hecho que para finales de enero se lance la convocatoria para renovar todas las carteras de ese partido, es decir, no quedará nadie. Lo malo es que será hasta principios de marzo, según nos dicen, que tendría efecto el cambio en los liderazgos. Así las cosas, el asunto es que Ortega virtualmente ya está sin fuerza en la presidencia en la que lo impuso el gobierno de Calderón. Ni modo.

De pasadita

El martes pasado, en uno de los salones principales del hotel que se encuentra frente a la Alameda Central, se celebró, como Dios manda, la comida de Fin de Año de la delegación Cuahutémoc, con la asistencia de no menos de 800 funcionarios delegacionales, quienes bebieron desde tequila hasta whiskey, escucharon mariachis y cenaron chilaquiles con cervezas bien frías.

El delegado Agustín Torres, además, invitó al hoy diputado José Luis Muñoz Soria, quien se aventó la puntada –tal vez por la fatiga de su quehacer legislativo– de señalar, micrófono en mano, que el de la Cuauhtémoc es el mejor equipo de las 16 delegaciones. Dicen que nadie aplaudió porque todos se vieron sorprendidos, pero después agradecieron el piropo. La reunión se inició a las tres de la tarde y concluyó, todos contentos, a eso de las 23 horas. Salud delegado.