La Habana, 15 de diciembre. El líder cubano Fidel Castro rechazó se le practicara una colostomía tras sufrir una hemorragia intestinal por diverticulitis que lo puso al borde de la muerte en 2006, año en que cedió el poder a su hermano Raúl, según cables diplomáticos estadunidenses obtenidos por Wikileaks difundidos este miércoles.

Informes secretos de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba (SINA) por sus siglas en inglés), indican que Castro sufrió el sangrado en un vuelo a la Habana desde Holguín, ciudad en la que había dado un discurso en la fiesta de la Revolución del 26 de julio.

Entonces, los detalles de la enfermedad de Castro fueron declarados secreto de Estado, y están incluidos en cinco cables del portal, uno de ellos emitido por la embajada de Madrid y enviados al Departamento de Estados estadunidense entre diciembre de 2006 y enero de 2009.

Castro atraviesa un estado terminal y sufrirá inevitable deterioro de sus facultadoes mentales hasta el momento de su muerte. Pero no puede morir inmediatamente, escribió Michael Parmly, entonces jefe de la SINA, quien supuestamente tuvo acceso al historial clínico del entonces mandatario cubano.

Fue Castro, según los documentos, quien rechazó caprichosamente se le practicara una colostomía para retirar la perforación infectada que tenía en el intestino grueso, y él mismo propuso cortar la parte inectada y empalmar el intestino al colon, lo cual fue aprobado por el entonces jefe de su equipo médico, Eugenio Selman-Hussein, pese a la oposición del resto de los doctores.

Poco más tarde, la operación falló y el líder tuvo que ser operado de nuevo y su intestino presentaba una fístula. Fue después de esa operación que Castro perdió 18 kilos.

En diciembre de 2006, el médico español José Luis García Sabrido viajó a La Habana para atender a Castro, corregir el tratamiento quirúrgico y descartó la existencia de cáncer.

Según los cables de la Sina, Selman-Hussein fue retirado del equipo médico del líder.

En un cable de 2009 la misión diplomática en Estados Unidos no preveía manifestaciones violentas o una emigración masiva en caso de que falleciera el líder de la revolución, tras haber estado 48 años en el poder.

El mismo documento estimó que mientras Castro, ahora de 84 años, siga vivo, no habrá un cambio sustancial en la isla y seguirá ejerciendo fuerte influencia en la sociedad.

Otros cables comentaron la depresión que sufrió Raúl Castro por la muerte de su esposa, Vilma Espín, en junio de 2007.

Castro hizo este año una serie de apariciones públicas en las que se le vio recuperado.