Opinión
Ver día anteriorDomingo 19 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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El gobierno de Oaxaca en manos de los científicos
E

s una costumbre de la gente de razón menospreciar las razones de la gente de costumbre.

En general, la educación que se imparte en el sistema escolar ha menospreciado los saberes populares calificándolos en muchos casos de costumbres nocivas. Uno de sus argumentos es que no han pasado por los filtros académicos que sólo ensalzan el conocimiento científico.

El saber popular ha sido calificado de menor al lado del conocimiento científico. El arte es de los occidentales, los pueblos indígenas sólo producen artesanías. Los occidentales hablan lenguas, el resto de pueblos del mundo, si no hablan las que ellos impusieron en la colonización de los diferentes continentes, hablan dialectos.

Por nuestra parte la gente de las comunidades indígenas seguimos insistiendo que han sido los sistemas económicos occidentales, que utilizando los conocimientos científicos y las aplicaciones tecnológicas que se derivan de ellos, los que han destruido y continúan destruyendo el planeta.

Son pocos los que en búsqueda de un nuevo paradigma para la humanidad han volteado a ver a los pueblos indígenas (los pueblos de costumbre) como el referente principal para construir una nueva humanidad que sea respetuosa de la madre tierra.

Oaxaca es el estado de la República Mexicana que está calificado como el de menor nivel académico, pero hoy sólo podrá ser gobernado por personas que hayan terminado una carrera profesional y obtenido un título académico. Una disposición jurídica de esa naturaleza sólo puede ser calificada como un acto de discriminación, ya que si la mayoría de los oaxaqueños no hemos podido obtener un diploma que nos acredite como licenciados, maestros o doctores, no es porque seamos burros, sino porque nuestras familias no han podido pagar los altos costos que significa enviar a un hijo a la escuela. Como la mayoría de los económicamente pobres en Oaxaca somos indígenas, también podríamos calificar esta disposición de racista.

En México hemos tenido muchos presidentes de la República que no han estado titulados; si algunos supieron gobernar, a otros mejor ni traerlos a la memoria. El más recordado por sus reiteradas equivocaciones distractoras frente al público y los medios, así como por ser cercano en tiempo, es Vicente Fox, quien se tituló siendo presidente de la República; por supuesto el papelito no le quitó lo pen-sante.

En el año 2004, al salir el licenciado Gabino Cué Monteagudo de un entrevista realizada en la radio comunitaria Estéreo Comunal, ubicada en Guelatao de Juárez, en el marco de su primera campaña como aspirante a la gubernatura de Oaxaca comentó: Esta entrevista fue más difícil que mi examen profesional. La entrevista había sido realizada por dos intelectuales indígenas sin grado académico.