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Contra el Establishment
Duro confinamiento al soldado acusado de filtraciones a Wikileaks
The Independent
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de diciembre de 2010, p. 27

Las duras condiciones de detención que soporta Bradley Manning –el soldado estadunidense a quien se acusa de haber suministrado documentos secretos del gobierno a Wikileaks– han salido a la superficie.

Durante los siete meses pasados, Manning, de 23 años, ha estado recluido en una celda de 4 por 1.80 metros en una prisión militar de máxima seguridad en Quantico, Virginia.

El teniente coronel David Coombes, su defensor, señala que su cliente, quien enfrenta una sentencia a 52 años de cárcel si es condenado, es mantenido en vigilancia preventiva de lesiones, régimen al cual se somete a quienes están en riesgo de inferirse daño.

Amigos del soldado Manning afirman que es un medio de presión de las autoridades para obligarlo a aportar pruebas contra Julian Assange, el fundador de Wikileaks.

Un día típico del soldado Manning comienza cuando lo despiertan a las 5 de la madrugada en la celda, la cual cuenta con bebedero y retrete. Luego le permiten ponerse la ropa; todas las mañanas le dan ropa limpia que tiene que entregar en la noche.

Según las reglas, no puede dormir a ninguna hora entre las 5 de la mañana y las 8 de la noche; si lo hace, los guardias lo obligan a sentarse o ponerse de pie. Le conceden sólo una hora de ejercicio al día, y no al aire libre, sino en una habitación vacía donde puede caminar describiendo ochos. Tiene prohibido cualquier otro ejercicio, como hacer sentadillas o lagartijas.

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Bradley Manning, el soldado estadunidense que enfrenta cargos por filtraciones a Wikileaks, está recluido en una celda de 4 por 1.80 metros de una prisión militar de máxima seguridad en VirginiaFoto Ap

No se le permite asociarse con otros internos y jamás los ha visto, aunque en ocasiones oye sus voces.

Le permiten ver canales locales de televisión, hasta por tres horas entre semana, y a veces más en fin de semana. Pero no tiene acceso a noticieros. Le permiten un libro y una revista por vez, de una lista aprobada de 15, y puede recibir visitas de personas autorizadas en horarios establecidos.

El teniente coronel Combes señala que los guardias han tenido en todo momento un comportamiento correcto con Manning, pero, conforme a las reglas, sus conversaciones con él deben reducirse al mínimo.

Los custodios deben revisar cada cinco minutos si el soldado está bien, y él tiene que confirmarlo de palabra. Las verificaciones continúan por la noche y, si los guardias no pueden verle la cabeza porque se ha tapado con una cobija (le permiten cobijas pero no sábanas ni almohadas), entran y lo despiertan.

Cuando Julian Assange fue liberado de la cárcel en Gran Bretaña, la semana pasada, en espera de una eventual extradición a Suecia para responder a cargos de asalto sexual, prometió seguir filtrando documentos secretos en Wikileaks.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya