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Jueces de juntas y tribunales laborales han perdido la imparcialidad

CILAS: México, de los que más violan los convenios sobre libertad sindical
 
Periódico La Jornada
Martes 28 de diciembre de 2010, p. 12

En México se ha perdido la imparcialidad de los jueces en las juntas y tribunales laborales, ya que éstos han respondido en mayor medida a las demandas patronales y en prácticamente ninguno de los casos le dan la razón a los trabajadores, aseguró el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS).

Además, los trabajadores deben atravesar un verdadero vía crucis para contar con un sindicato auténtico, y casi nunca lo consiguen, perdiendo muchas veces su trabajo y arriesgando incluso su integridad física en este intento, pues en el país no existe prácticamente el derecho de libre asociación sindical y contratación colectiva.

Por ello, resulta entonces una cruel ironía y una simulación inadmisible que el año pasado el gobierno mexicano haya sido admitido como integrante del Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señaló el Tribunal Internacional de Libertad Sindical.

Según el CILAS, ante la falta de instancias que verdaderamente vigilen la impartición de justicia laboral, es que se creó dicho tribunal civil de peso internacional, integrado por miembros de indiscutible calidad moral que ayudan a juzgar y resolver este grave problema.

Indicó que dicho tribunal surgió como una instancia imparcial de la sociedad civil para analizar las violaciones de los derechos plasmados en los convenios 87 y 98 de la OIT, no resueltas en las instancias legales existentes en este país. Esto es porque México es una de las naciones donde más se viola lo establecido por el Convenio 87 de la OIT sobre libertad sindical, que es un condición indispensable para defender o mejorar otros aspectos vitales de las condiciones laborales y de vida de los trabajadores, castigados nuevamente por la crisis económica.

La sindicalización corporativa, la corrupción, la represión, la existencia de bandas de golpeadores y pistoleros para disputarse contratos y controlar a los trabajadores con la complicidad de las autoridades es una realidad. Hasta hace apenas unos meses la Suprema Corte resolvió en favor del derecho de los trabajadores al voto secreto y sin coerción en los recuentos sindicales.

Además, la autonomía de los sindicatos auténticos es vulnerada constantemente por la intromisión abierta del Estado. En general, el registro de sindicatos o reconocimiento de sus direcciones electas están sujetos a la mayor arbitrariedad de las autoridades laborales.

A las viejas prácticas se ha sumado en los tiempos recientes un fenómeno todavía más perverso: los sindicatos y contratos de protección patronal. Se trata de un negocio entre verdaderas mafias y empresas, incluyendo trasnacionales.