Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 2 de enero de 2011 Num: 826

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

El profeta insumiso: William Blake (1757-1827)
RODOLFO ALONSO

Tras las huellas de Lowry en Oaxaca
ALBERTO REBOLLO

Los dos talleres de Nandino

Elías Nandino y Estaciones
GERARDO BUSTAMANTE BERMÚDEZ

Elías Nandino, entre poesía y bisturí
LEONARDO COMPAÑ JASSO

El poeta frente al espejo
GUADALUPE CALZADA GUTIÉRREZ

Leda Arias: búsqueda, compromiso y permanencia
INGRID SUCKAER

Leer

Columnas:
Jornada de Poesía
JUAN DOMINGO ARGUELLES

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
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Naief Yehya
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El cablegate, de Wikileaks (II Y ÚLTIMA)

PRUEBAS EN BLANCO Y NEGRO

Se ha repetido el mantra de que esta filtración es un tesoro para académicos e historiadores. Eso es sin duda cierto, tomando en consideración que materiales semejantes usualmente tardan treinta o cuarenta años en ser desclasificados. Pero, en otro nivel, estos documentos son valiosísimos para los defensores de los derechos humanos, los activistas a favor de transparencia gubernamental y los abogados que se encuentran litigando casos en los tribunales del mundo en contra de EU y sus aliados. Es cierto que no es novedad que EU espía a sus aliados, que se hacen de la vista gorda ante actos flagrantes de abuso sobre individuos y poblaciones, que pactan acuerdos secretos perjudiciales para los pueblos y que protegen los manejos turbios de las grandes corporaciones. Pero eso no hace redundantes estos documentos, sino que, por el contrario, sirven de evidencia incuestionable del funcionamiento de la maquinaria política, el día a día de las pequeñas y grandes conspiraciones que suele fraguar el Departamento de Estado de EU.

FILTRACIÓN SELECTIVA

Como en sus filtraciones recientes Wikileaks ofreció a varios diarios, en este caso The New York Times, The Guardian, El País, Der Spiegel y Le Monde, publicar las partes que desearan de los documentos liberados. De entre estos periódicos, la cobertura del Times es quizás la más conservadora y curiosa, pero lo que resulta inquietante es el enfoque que da a tópicos que obviamente debían complacer a los sectores conservadores de EU. Así, en su primera plana del lunes 29 de noviembre las noticias señaladas como las más prominentes de la megafiltración eran dos: un cable acusaba al gobierno sirio de dar armas a Hizboláh (se ilustraba con una siniestra foto entre sombras del presidente sirio Bashar al Assad estrechando la mano de otro individuo no identificado, difícilmente se podría implicar algo más sospechoso…) y: “Para árabes e israelíes, aguda preocupación respecto de un Irán nuclear.” Resulta completamente revelador que los editores hayan elegido, de entre todos los temas tocados, uno que favorece la política actual de la Casa Blanca y al gobierno israelí. Mientras, los sondeos de opinión en Medio Oriente determinan continuamente que la mayoría de la población considera que sería positivo que Irán adquiriera una bomba atómica debido a que traería un equilibrio de poder a una región donde sólo Israel y Pakistán tienen armas nucleares. Esto es claro en el estudio 2010 Arab Public Opinion Poll de la Brookings Institution, que no es precisamente un think tank liberal, (http://www.brookings.edu/reports/2010/0805 arab opinion poll telhami. aspx) que encontró que más del cincuenta y siete por ciento de la población árabe desea que Irán tenga una bomba atómica. Esto es muy controvertido; sin embargo, el NYT ignoró los matices y datos, y optó por confundir la opinión y los intereses de algunos jeques, títeres y déspotas de la zona con la voluntad popular.

LA CULPA DEL COITUS NON INTERRUPTUS

Cuando esto se escribe, el gobierno sueco ha emitido una “alerta roja” que equivale a una orden de arresto internacional en contra de Julian Assange, el fundador y el espíritu de Wikileaks, por acusaciones de abuso sexual. El caso en cuestión consiste en que durante un acto sexual consensual (aunque ahora una de las mujeres se ha retractado diciendo que no fue consensual), Assange ignoró la petición de parte de su pareja de retirarse cuando ésta le dijo que se había roto el condón. El caso ya había sido desestimado por una juez sueca por falta de elementos, pero paradójicamente volvió a los tribunales dos días después de que Wikileaks reveló que tenía en su posesión un disco duro con información altamente comprometedora de uno de los principales bancos estadunidenses. Inmediatamente comenzó a circular el rumor de que se trataba del Bank of America, lo cual provocó que sus acciones se colapsaran. La acusación volvió a ponerse oportunamente sobre la mesa para perseguir a Assange, quien se ofreció voluntariamente para ser entrevistado por el tribunal, pero éste rechazó la oferta y en cambio lanzó una cacería humana en más de 180 países, una acción aparentemente sin precedente para un caso semejante. ¿Quién se hubiera imaginado que los suecos se convertirían súbitamente al más férreo puritanismo anglosajón?

SECRETOS PARA MUCHOS

Pongamos las cosas en perspectiva: estos cables confidenciales, secretos o sin clasificar pueden ser leídos usualmente hasta por seis millones de personas. No es como si estuviéramos hablando de supersecretos de Estado. No obstante, al ponerlos en el registro público se le ha dado un golpe brutal a la farsa diplomática y a la ilusión del control informativo de un Estado que no tiene respeto por la democracia ni la autodeterminación de las naciones. Sólo un ingenuo desconoce que la red de embajadas de los países poderosos (y no tan poderosos) operan como agencias de inteligencia y espionaje. Ninguna nación irá a la guerra porque se revelen los trapos sucios de sus negociaciones con el imperio, ni porque analistas de mediano nivel, los pequeños Eichman de la diplomacia (reciclando el término acuñado por el vilipendiado académico Ward Churchill), insulten y manipulen a los líderes de las naciones aliadas y hablen de crímenes con humor y sarcasmo.

CONTROLAR LOS INSTINTOS

Nada más fácil a estas alturas que darle rienda suelta a los viejos reflejos rabiosos antiestadunidenses, pero esa es la reacción más absurda que podemos tener. Tenemos que reconocer que esto no hubiera sucedido a ningún otro imperio sin que comenzara a correr la sangre de los subversivos. De no ser por estadunidenses como el soldado y hacker Bradley Manning, ni siquiera estaríamos debatiendo el asunto.