Aunque representa un avance en materia legal, el Programa Nacional para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, promulgado el miércoles por el presidente Felipe Calderón, es una medida inacabada y tardía que no contempla acciones concretas para evitar realmente este delito, o para darle atención efectiva a quienes lo han padecido.

De esta forma se expresó Leticia Calderón, investigadora del Instituto Mora, quien encomió el hecho de que las autoridades hayan puesto en marcha una ley necesaria, pero al mismo tiempo no dejó de señalar el carácter incompleto de la misma, tomando en cuenta la enorme magnitud de la trata de personas en México.

“De entrada es un programa tardío. Le falta punch en lo que se refiere a qué van a hacer con las autoridades corruptas; le falta dar el salto a la parte de las responsabilidades concretas. Se tardó de manera espeluznante, porque desde hace 13 años estamos con ese problema, y ya no hay tiempo para la burocracia”, dijo.

Aunque valoró la promulgación de la ley como una herramienta más en la lucha contra el secuestro y venta de seres humanos, la especialista señaló que el tema de la sensibilización frente al problema no es el único aspecto a atender.

Por la gravedad del tema, el programa se queda corto. Se necesitan acciones ejemplares en lo penal, y eso no lo vemos. Para el tiempo que se tomaron en hacerla, era para que se hubieran lanzado con todo. Celebremos que ya lo presentaron, pero hay que reforzar las medidas de seguimiento y definir la responsabilidad de las autoridades, consideró.

De su lado, José Jacques Medina, activista del Movimiento Migrante Mesoamericano, señaló que el anuncio del programa ya era una obligación del Estado mexicano, puesto que desde 2007 ya se tenían las bases legales de dicha iniciativa e incluso se había aprobado en el Congreso.

Tuvieron que pasar tres años para poner en práctica esta ley, que cumple con la intención de las legislaciones internacionales para abordar la cuestión de la trata de personas, que es la esclavitud moderna, aseveró el ex diputado.

El país ya cuenta con leyes muy buenas, partiendo desde la misma Constitución, pero en la práctica, la corrupción no permite que se implementen en toda su dimensión. Ese ya es otro juego, y dicho aspecto es uno de los que habrá que seguir de cerca, puntualizó.