Economía
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Perspectivas económicas

El país se rezaga en competitividad, productividad laboral y distribución del ingreso

Panistas me dijeron que no aprobaron reformas porque no sabían que iban a ganar: Gurría Treviño
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José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, ayer en el seminario del ITAMFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de enero de 2011, p. 21

José Ángel Gurría Treviño, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), aseveró que pese a que México ha logrado una estabilidad macroeconómica y monetaria más sólida que la de muchas economías emergentes, se está quedando rezagado en competitividad, productividad laboral, distribución del ingreso, sostenibilidad fiscal, innovación y educación.

Al participar en el seminario Perspectivas económicas 2011; el reto del crecimiento económico, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), instó a los legisladores y a los partidos políticos a lograr un gran acuerdo para privilegiar el interés nacional por encima de sus intereses electorales de corto plazo.

Consideró que México no puede estar condenado a que las mejores propuestas caigan ante el efecto paralizador de la fragmentación del voto o de los intereses partidistas. Para México una reforma fiscal no es una opción sino una necesidad ante la caída de la producción de petróleo.

Afirmó que muchos países en la OCDE aprovechan esta crisis para realizar transformaciones de fondo tomando medidas extraordinarias, incluso políticamente impopulares para equipar sus economías en una época aún más feroz que en la post-crisis, donde la lucha será a cuchillada limpia.

Durante su elocución, Gurría Treviño se preguntó: ¿Por qué México no ha podido avanzar en las grandes decisiones de transformación económica y social? ¿Estaremos de verdad condenados a ver nuestras mejores propuestas caer ante el efecto paralizador de la fragmentación del voto o de los intereses partidistas? ¿Debemos tolerar que nuestras decisiones de progreso zozobren una y otra vez ante la supremacía de los poderes fácticos?

La respuesta tiene que ser un rotundo no. Otro México es posible. Un México mejor educado, con más competencia en todos los sectores, con menor desigualdad de ingresos y oportunidades, con programas de gobierno financiados de forma sana en el contexto de un sistema fiscal modernos y competitivo, con flexibilidad en los mercados laborales y de productos. Con un mejor sistema de justicia y con partidos políticos que sepan distinguir el interés nacional por encima de sus intereses electorales de corto plazo.

Recordó que durante su gestión como secretario de Hacienda en el sexenio de Ernesto Zedillo propuso una reforma hacendaria, pero se topó con la oposición de los legisladores del Partido Acción Nacional. Posteriormente, cuando llegaron al gobierno Gurría Treviño les preguntó por qué no habían aprobado una reforma fiscal integral y le respondieron es que no sabíamos que íbamos a ganar.

México, dijo, sigue teniendo una de las recaudaciones fiscales más bajas del mundo. Además, depende en una altísima proporción de los impuestos vinculados a la producción y exportación de hidrocarburos. Y lo más grave quizá es que nuestros escasos recursos fiscales no están incidiendo en la reducción de las disparidades, como en otros países. A México le urge una reforma fiscal de fondo, en la recaudación, pero también en la aplicación e impacto del gasto.