Opinión
Ver día anteriorSábado 8 de enero de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Un Lennon desdibujado
C

on su acostumbrado oportunismo mercantilista, el circuito de exhibición cinematográfica comercial estrenó hace unas semanas el filme Nowhere boy (Sam Wood-Taylor, 2009), para hacerlo coincidir con el trigésimo aniversario luctuoso del personaje al que alude el título, John Lennon. De entrada, vale decir que la película puede ser una decepción para los fans recalcitrantes de los Beatles, en el entendido de que la narración, dedicada a Lennon el adolescente rebelde, omite casi por entero las esperadas (y nunca materializadas) referencias míticas a la fundación y primeros pasos del indispensable cuarteto de Liverpool. Apenas se vislumbra fugazmente el emblemático antro The Cavern, fundamental en los inicios del cuarteto. Nunca se menciona en el filme el nombre del grupo, y apenas hay una referencia explícita al ensamble seminal que daría origen a los Beatles, The Quarrymen. Se narra, sí, el encuentro y primeras experiencias compartidas de Lennon con Paul McCartney, pero la narración concluye cuando va a dar comienzo la legendaria gira a Hamburgo del grupo original. ¿De qué se trata, entonces, Nowhere boy?

El título original de la cinta es (o debiera ser) bastante explícito para quien tenga un conocimiento mínimo de la vasta y admirable producción de canciones de Lennon y McCartney. Sin embargo, fieles a su costumbre, esas lacras vergonzosas que son los distribuidores y exhibidores de cine en nuestro país han vuelto a hacer gala de su inmarcesible estupidez, presentando el filme de Wood-Taylor con el chabacano título de Mi nombre es John Lennon.

Nowhere boy es una referencia explícita al título y contenido de la canción Nowhere man, cuya letra habla de un hombre que vive en una especie de limbo existencial. Así, la película es una descripción del limbo en el que vive un Lennon quinceañero, a medio camino vivencial y emocional entre su inconstante madre y su controladora tía Mimi, a la mitad de la jornada entre una adolescencia perdida y el umbral del genio. El problema central de Nowhere boy está en el hecho de que su retrato de Lennon termina por percibirse como un bosquejo incompleto, y no por el muy breve periodo de su vida que examina, sino porque los perfiles del carácter de Lennon trazados por Wood-Taylor se quedan en la superficie de su lienzo fílmico y terminan por esfumarse. Sí, ahí están los datos externos de un Lennon soberbio, engreído y petulante, pero a la vez están ausentes los apuntes verdaderamente sólidos de su personalidad contestataria y beligerante. Por otra parte, es un hecho que el guión de Matt Greenhalgh (basado en las memorias de Julia Baird, media hermana de Lennon) se toma algunas libertades y licencias poéticas que contradicen algunos datos duros y bien conocidos de esa etapa de la vida de John Lennon. (Los interesados en clarificar algunas de esas incongruencias pueden acudir, por ejemplo, al interesante perfil biográfico de Lennon trazado por Jordi Sierra i Fabra.)

En el plano musical, los fans de los Beatles extrañarán también la presencia de sus canciones, cosa perfectamente congruente con la intención y el momento histórico de la cinta. Pueden escucharse, en cambio, algunas canciones interpretadas por los incipientes y todavía indefinidos Quarrymen, canciones que apuntan certeramente hacia las raíces de la música de los Beatles, sólidamente plantadas al inicio de su carrera en diversos afluentes del blues, el skiffle, el rocanol y otras manifestaciones aledañas. Sobre la última escena del filme y el roller de créditos finales, se escucha una canción original de Lennon: Mother, cuyo contenido e intención se engarzan perfectamente con los dilemas de la historia temprana de este muchacho de ninguna parte. La película ostenta, además, un soundtrack original meramente cumplidor a cargo de Allison Goldfrapp y Will Gregory, quienes venturosamente han resistido la tentación de confeccionar un collage con tijeretazos de melodías de Lennon y McCartney, lo que hubiera sido un desafortunado lugar común.

Es probable que el principal problema de Nowhere boy sea que es una película very British and very proper. Ciertamente, Lennon fue lo primero, pero lo segundo, jamás, y sin duda en ello radicó buena parte de su genial personalidad.