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Contra el Establishment

Rousseff hizo la propuesta cuando era jefa de Gabinete de Lula

Nuevo canciller de Brasilia vetó en 2007 a La Paz y Bogotá en proyecto de etanol con Washington
 
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de enero de 2011, p. 22

Río de Janeiro, 11 de enero. El ahora canciller de Brasil, Antonio Patriota, vetó la inclusión de Bolivia y Colombia entre los países beneficiarios de un programa de desarrollo de la producción de biocombustibles realizado conjuntamente con Estados Unidos, según documentos filtrados por el sitio de Internet Wikileaks y divulgados hoy.

Los cables, cuyo tenor fue reproducido en la edición de este martes del diario brasileño Folha de Sao Paulo, revelan que la inclusión de Bolivia en el programa fue sugerida en 2006 a Estados Unidos por la actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien en aquel entonces se desempeñaba como jefa de Gabinete del entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Rousseff consideraba que el programa de biocombustibles abriría a los agricultores bolivianos una alternativa al cultivo de la hoja de coca.

Según afirmó el entonces embajador de Estados Unidos en Brasilia, Clifford Sobel, en un informe enviado a Washington, Rousseff le dijo que el tema ya había sido debatido por Lula en dos ocasiones con su par de Bolivia, Evo Morales, y que en ambas el mandatario boliviano pareció receptivo.

No obstante, la posibilidad de avanzar en las negociaciones fue sepultada por un veto transmitido por el embajador Antonio Patriota, quien en ese entonces comandaba la división de Política de la cancillería brasileña y hoy es el ministro de Relaciones Exteriores de Rousseff.

El veto fue justificado por el temor a que la asociación de Brasil y Estados Unidos en programas conjuntos en países sudamericanos generara reacciones negativas, lo que también motivó la exclusión de Colombia del proyecto lanzado por Brasil y Estados Unidos en 2007 y que al final quedó restringido a siete países de Centroamérica y dos de África.

La variedad de actividades de integración regional en América del Sur y las sensibilidades resultantes volverían extremadamente difícil para Brasil asociarse a Estados Unidos en la región, habría dicho Patriota.